CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia
El deceso de Renzo Rossini, Gerente General del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), ha causado consternación. Rossini desarrolló toda su carrera en el BCRP y fue escalando meritocráticamente hasta ocupar el más alto cargo que puede ostentar un funcionario de carrera.
Rossini fue uno de los artífices de la estabilidad económica que ha vivido el Perú las tres últimas décadas, que permitieron el crecimiento sostenido más largo e importante del que se tenga memoria, que sacó de la pobreza a millones de peruanos y fue fortaleciendo una clase media que ahora está nuevamente en peligro de consunción.
Renzo Rossini es el ejemplo de funcionario público que debería tener el Perú. Un hombre capaz y honesto, con las mejores calificaciones académicas, con una trayectoria impecable a lo largo de varias décadas en la misma institución, que ocupó paulatinamente cargos cada vez más importantes por sus propios méritos.
Eso fue posible porque la autonomía del BCRP permite que funcionarios como Rossini permanezcan en la institución y que asciendan los mejores. Naturalmente, eso se compensa con salarios y prestaciones adecuados a la calidad de los empleados, para evitar que migren a otras empresas. Es decir, más o menos lo contrario a lo que ocurre en el resto de la administración pública.
En el Perú, a diferencia de los países desarrollados, casi no existen funcionarios de carrera de alto nivel que permanezcan establemente en sus cargos durante varios períodos. Cuando cambia el Gobierno o, peor aún, cuando cambia el jefe del sector, se modifica toda la estructura de la entidad.
La pérdida de Rossini es hoy más lamentable aún, porque el Perú sufre una ofensiva del populismo y el izquierdismo que amenazan las bases fundamentales de la estabilidad y el crecimiento. Y precisamente el BCRP es uno de los blancos favoritos de la media docena de candidatos que atacan la estabilidad.
Ellos coinciden, por ejemplo, en modificar total o parcialmente, la Constitución, que es la que garantiza, entre otras cosas, la autonomía del BCRP. Y por ejemplo, lo que establece el artículo 84°, “El Banco está prohibido de conceder financiamiento al erario”, sería una de las primeras cosas que cambiarían.
La candidata de extrema izquierda Verónika Mendoza lo ha dicho, ella emitiría moneda descontroladamente, con lo cual llegaríamos a una situación similar a la de fines de la década de 1980 o la que ahora vive Venezuela. Y varios otros harían lo mismo.
También hay que recordar que el Congreso anterior, disuelto por Martín Vizcarra con los aplausos entusiastas de los medios de comunicación y grupos que lo respaldaban, actuó responsablemente eligiendo como directores del BCRP a Elmer Cuba, Rafael Rey y José Chlimper y ratificando a Julio Velarde en la presidencia. ¿Se imaginan a quienes elegiría el Congreso actual que regaló al Perú Vizcarra y la coalición que lo respaldaba?
El mejor homenaje a Renzo Rossini será impedir que quienes quieren destruir lo que el contribuyó a edificar lleguen al poder. Lampadia