En un reciente ‘debate’ vía artículos, Larry Summers y Joseph Stiglitz han venido intercambiando opiniones sobre si las ideas del estancamiento secular son aplicables a la economía estadounidense. Larry Summers no se ha quedado atrás y señala que cada vez más personas están aceptando su tesis de «estancamiento secular», a pesar de que el crecimiento económico se ha fortalecido dramáticamente y las tasas de interés han aumentado desde 2013, cuando sonó la alarma por primera vez.
¿Qué es estancamiento secular? Este término fue acuñado por primera vez por el economista Alvin Hansen en 1930 y se refiere, en simple, a un estado duradero en el que la depresión económica sería la norma, con episodios de pleno empleo escasos y distanciados. Para Summers, el estancamiento secular se caracteriza por:
- Crecimiento económico debajo del crecimiento potencial
- Inflación persistente en torno al 2%
- Bajas tasas de interés, en torno a cero o negativas (trampa de la liquidez)
- Burbujas e inestabilidad financiera
Para mayor detalle, ver su discurso de la XIV Conferencia Anual de Investigación del FMI: “Crisis ayer y hoy” del 8 de noviembre de 2013:
Existe un consenso de muchos economistas que las características del fenómeno indicado por Summers sí se observan en la economía mundial. Según Summers (en el artículo del Financial Times que inició todo este debate), “el estancamiento secular -como un problema- permanece muy real en la actualidad. Los paliativos actuales son apropiados, pero es poco probable que sean soluciones a largo plazo. El mundo industrial puede esperar que las demandas de inversión aumenten y las necesidades de ahorro disminuyan. Pero los responsables de las políticas deben centrar su atención en la demanda y en los problemas de suministro en el futuro.”
Lawrence Summers es uno de los protagonista del debate económico global. En Lampadia lo venimos siguiendo hace años. Es considerado como un economista honesto y hasta un poco controversial, pero muy acertado. Sin embargo, hay economistas como Joseph Stiglitz que lo ven como un responsable de la crisis financiera, por “impedir la regulación de derivados”. Por eso es que, en un artículo reciente, Stiglitz desestimó que la idea de estancamiento secular sea aplicable a la economía estadounidense. “Un análisis de políticas por parte de Stiglitz me parece tan débil como cuanto es sólido su trabajo teórico académico”, como afirmó más tarde Lawrence.
Ver más sobre el debate de Summers y Lawrence líneas abajo:
Reflexiones finales sobre el estancamiento secular
Project Syndicate
6 de septiembre, 2018
Lawrence H. Summers, Secretario del Tesoro de EEUU (1999-2001) y Director del Consejo Económico Nacional de EEUU (2009-2010), es ex presidente de la Universidad de Harvard, donde actualmente es profesor universitario.
Traducido y glosado por Lampadia
Se hizo muy poco para estimular la demanda agregada después de la crisis financiera de hace una década, que se vería impulsada por una distribución más equitativa del ingreso. Y se necesita adoptar una regulación financiera sustancialmente más sólida que la existente antes de 2008 para minimizar los riesgos de futuras crisis.
Joseph Stiglitz, Roger Farmer y yo estamos de acuerdo, ahora y desde hace tiempo, en cuáles son probablemente los puntos más importantes. El paradigma del «Nuevo Keynesiano» que considera que los ciclos comerciales surgen de rigideces temporales en los salarios y los precios es insuficiente para explicar eventos como la Gran Depresión y la Gran Recesión. Casi no se hizo nada para estimular la demanda agregada después de la crisis financiera de hace una década. Una distribución del ingreso más equitativa opera para aumentar la demanda agregada. Se necesita adoptar una regulación financiera sustancialmente más sólida que la que existía antes de 2008 para minimizar los riesgos de futuras crisis.
Sigo teniendo desacuerdos con Stiglitz sobre el record de las políticas públicas, y otros desacuerdos tanto con Stiglitz como con Farmer sobre algunos puntos de la teoría con respecto al estancamiento secular.
Comenzando con el record de las políticas, Stiglitz tiene razón al afirmar que no se debe esperar que los economistas estén de acuerdo en cuestiones de viabilidad política. Sin embargo, deberían poder ponerse de acuerdo sobre lo que dicen los textos. El comentario del New York Times que Stiglitz cita con orgullo pide un estímulo de «al menos US$ 600 mil millones a US$ 1,000 millones en dos años». El gobierno de Obama solicitó y recibió estímulos por un total de US$ 800 mil millones, una cifra dentro del rango de Stiglitz, a pesar de ser políticamente restringido por la necesidad de la aprobación del Congreso. Entonces no estoy seguro de lo que está afirmando.
Stiglitz afirma que el estudio que hizo para Fannie Mae en 2002 solo decía que, en ese momento, sus prácticas de préstamos eran seguras. Así no es como lo leo. Habla de que la probabilidad de incumplimiento en un plazo de diez años era de menos de uno en 500,000; señala que incluso si el análisis se realiza por un orden de magnitud, cualquier riesgo para el gobierno es muy modesto; y hace un llamamiento al sistema regulatorio vigente del momento para que minimice el hecho que su modelo omite riesgos. Presenta argumentos en contra de la Oficina de Presupuesto del Congreso, el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal, quienes habían sugerido que las garantías implícitas a Fannie Mae eran potencialmente costosas (basados en la misma información disponible para Stiglitz cuando escribió su artículo).
No estoy seguro de que intenta decir Joe sobre los derivados. Estaba claro en mi artículo (al que está respondiendo) que desearía no haber apoyado la legislación del 2000. Pero también noté que no hay razón para pensar que, en ausencia de la legislación, la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas bajo la administración Bush habría afirmado una nueva autoridad sobre los derivados y señalado el problema de certeza legal que los abogados de carrera consideraron que era importante abordar.
¿Qué hay de la teoría del estancamiento secular? Stiglitz y yo estamos de acuerdo en que la predicción de Alvin Hansen no fue confirmada después de la Segunda Guerra Mundial debido a una combinación de políticas expansivas y cambios estructurales en la economía. Este fue mi punto hace cinco años al renovar la idea del estancamiento secular: sugerir que la economía, tal como estaba en 2013, requirió una combinación de expansión fiscal y cambio estructural para sostener el pleno empleo. Mis discusiones sobre el estancamiento secular han enfatizado una variedad de factores estructurales, que incluyen desigualdad, altas participaciones en los beneficios, cambios en los precios relativos y patrones de ahorro global. ¿Cuál es el desacuerdo de Stiglitz?
Farmer, en su reflexivo comentario, argumenta que los modelos del tipo que ha impulsado en los últimos años son la manera correcta de pensar sobre el desempleo crónico excesivo y que, con los microfundamentos adecuados, se puede concluir que las políticas fiscales son ineficaces. Creo que su enfoque de modelado bien puede ser muy fructífero y me gustaría haberlo entendido mejor. Pero, por ahora, considero que la evidencia empírica, las comparaciones internacionales, los estudios de series de tiempo y los estudios de variación local dentro de los Estados Unidos son convincentes al sugerir que la política fiscal funciona. Sin embargo, creo que las opiniones de Farmer sobre el uso de la política monetaria para estabilizar los precios de los activos merecen una consideración seria.
Finalmente, espero que Stiglitz responda positivamente a mis repetidas sugerencias de que debatamos estos asuntos en persona en Columbia o Harvard o en algún otro lugar adecuado. Todos podemos estar de acuerdo en que lo que está en juego en una mejor comprensión de las lecciones de la historia macroeconómica y que la importancia de evitar futuros eventos, como los de la última década, es muy alta. Lampadia