En el informe del INEI sobre la Evolución de la Pobreza Monetaria 2007 – 2012, vemos que la pobreza el 2012 se redujo a 25.8%, y que los ingresos del decil más pobre crecieron 42.9% entre los años 2007 y 2012, mientras que los del decil más rico aumentaron en 7.1%, lo que confirma que nuestro crecimiento viene favoreciendo en mayor medida a los sectores más pobres. Esto es lo que los especialistas llaman crecimiento pro-pobre, algo que pocos países logran durante sus despegues económicos.
La misma tendencia de mejora de los ingresos en los sectores más pobres se muestra en los deciles 2, 3 y 4 donde los incrementos fueron de 47.4%, 44.9% y 41.4%, respectivamente.
Pero no solo se trata de un crecimiento pro-pobre sino también de un “crecimiento pro-regiones”, puesto que los ingresos en la sierra y la selva crecieron más rápido que los de la costa. En la sierra rural el ingreso promedio mensual creció 47.8% en el período 2007-2012 y el de la selva rural 41.4%. El menor crecimiento de los ingresos se registró en Lima Metropolitana y la costa urbana con 12.8% y 12.2%, respectivamente. Todo esto confirma la información que sobre inversión, ingresos y empleo de los últimos 10 años, hemos publicado en Lampadia. (Ver Diez millones de peruanos la hacen).
Esta realidad también se corrobora por el estudio de Macroconsult ¿Qué implicancias tuvo el crecimiento económico de la última década en la evolución de la pobreza y desigualdad?, que establece que nuestro crecimiento ha favorecido, sobre todo, a los más pobres, así como en el libro de Richard Webb Conexión y despegue rural , que señala que el crecimiento de los ingresos en la sierra rural entre 1994 y el 2011 se incrementó a un ritmo de 7.2% anual, mientras que durante los 100 años previos lo hizo solo a un ritmo de 1.4%. El informe del INEI sobre el tema señala que durante los últimos años, este proceso se ha acelerado aún más, pues en el período 2007-2012, la sierra rural ha elevado su tasa de crecimiento a 9.6% por año y el de selva rural a 8.3%.
Para mantener un acelerado ritmo de reducción de pobreza, les guste o no a los enemigos del modelo económico, tenemos que buscar un crecimiento alto y sostenido, y además avanzar en la agenda pendiente, en educación, infraestructuras, instituciones y clima de inversión, como nos lo acaba de recordar Tony Blair. En cuanto a la reducción de la pobreza, es importante tomar en cuenta que según el Banco Mundial, el 80% de su reducción se explica por el crecimiento.
Nuestro objetivo de crecimiento debiera ser de 8 a 10% anual. Ya sabemos qué se requiere para ello, solo hay que reconocer la realidad del Perú de los últimos años y no estar jugando a mezclar el agua y el aceite en búsqueda de un Dorado imaginario.