Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 9 de setiembre de 2022
Para Lampadia
Veamos algunos titulares recientes acerca del clima en otras partes del mundo:
“China enfrenta su sequía más larga y severa jamás registrada.” (La Verdad – México; 26/8/2022).
“California sufre su mayor sequía en más de mil años.” (La Opinión – California; 18/7/2022).
“México árido: la peor sequía en 11 años.” (Metro World News; 27/8/2022). Y la última:
“Sequía extrema en Europa / Campos de cultivo muertos y comunidades enteras sin agua.” (Euronews; 5/8/2022).
Como se ve, todas son noticias dramáticas. La actual sequía en el hemisferio norte es real y brutal. Asia, Norteamérica y Europa están padeciendo de una severa escasez hídrica. Nuestro país – gracias a Dios – no. Al contrario, nuestros reservorios – a pesar de estar en pleno estiaje – están llenos. ¿Será que Dios es peruano? … pareciera que sí.
Pero no nos distraigamos con la nacionalidad de Nuestro Padre Celestial. La pregunta es: ¿qué se avecina con la severísima sequía en el hemisferio norte? ¿Acaso no vendrá – a corto plazo – una tremenda inflación alimentaria a nivel mundial? Si la guerra entre dos países cerealeros como Rusia y Ucrania propició un alza tan significativa en los precios del trigo, cebada, maíz y demás cereales ¿cuánto más podrían subir los precios de dichos productos ante una sequía tan devastadora en países que – sumados – abarcan áreas cultivables mucho más extensas que Rusia y Ucrania juntos?
No me gusta fungir de agorero de males y desdichas, pero no veo otro futuro que alimentos caros, muy caros… más caros que los que están actualmente en los mercados. Fatalmente, no veo nada que impida el alza – más de lo que están – del pan, del pollo, de los huevos, del aceite, de la leche y todo lo demás.
Pues bien, eso que es malo – muy malo – para algunos consumidores; me refiero a los pobres y desempleados, es bueno para los productores de alimentos.
Efectivamente – aunque parezca cruel – los agricultores ganan en los ciclos inflacionarios como el que estamos viviendo. Incluso, ganarán aún más en el ciclo inflacionario que está por venir.
Los productores peruanos de maíz, algodón, café, caña de azúcar, arroz, papa, etc. – y que no son pocos – están ganando con el alza de precios actuales, y apuesto doble contra sencillo que ganarán más aún, el próximo año.
Repito. Los que más están sufriendo la inflación alimentaria – y sufrirán aún más – son los pobres y desempleados. Aquellos compatriotas que están pasando las de Caín para comprar alimentos caros… carísimos. ¡Por eso era tan importante promover inversiones empresariales en todo el país! Inversiones en nuevas empresas – mineras, petroleras, agrícolas, pesqueras, industriales, comerciales, turísticas, tecnológicas, de servicios, etc. – e inversiones en ampliaciones de operaciones existentes.
Ante un escenario inflacionario como el actual, el reto era – precisamente – generar empleos masivamente para que todos los peruanos tengan ingresos con qué comprar alimentos caros. Pero no. Este gobierno es tan inepto – y retrógrado y acomplejado y corrupto – que, en vez de promover el desarrollo empresarial y laboral en todo el país, más se está dedicando a trabar el proceso de inversión empresarial a nivel nacional, generando así todos los males que estamos viviendo: estancamiento económico y productivo, desempleo, pobreza, hambre, informalidad, delincuencia, mendicidad, etc. etc. etc. ¡Un caos social, económico y moral!
El Presidente Castillo – rodeado de lo peor de lo peor en materia ministerial – es la madre del cordero. La sequía que está devastando la agricultura de Asia, Norteamérica y Europa nos pasará factura, muy pronto. Los precios de los alimentos subirán aún más. Y el gobierno no está haciendo nada al respecto.
Los bonos alimentarios que pretende repartir – aparte de coimas y sobornos – no servirán de mucho. Sólo un vasto proceso de inversiones empresariales – a todo nivel – habría paliado el encarecimiento alimentario que se avecina.
Inversiones que hubieran generado empleos.
Empleos que hubieran generado ingresos para los peruanos. Sobre todo, para los más pobres.
Ingresos que hubieran permitido comprar alimentos caros.
Alimentos que hubieran generado salud, dignidad y bienestar para todos los peruanos.
Pero no. Frente a la devastadora sequía en el hemisferio norte, el gobierno – nuestro gobierno – no está haciendo nada. Peor aún, está desalentando el proceso de inversión y generación de empleo, lo cual está empobreciendo a muchos peruanos… más de lo que están. Así estamos. Lampadia