La izquierda tradicional ha comenzado a disparar artillería pesada en contra del portal Lampadia por defender la participación del Perú en la Alianza del Pacífico -que reúne a México, Chile, Colombia y Perú, un bloque comercial que agrupa a las economías más abiertas de América Latina y que comercian con los mercados más grandes del mundo. En la medida que hemos sostenido que Unasur, el Mercosur y el Celac son, sobre todo, bloques políticos y no comerciales, La otra mirada acaba de publicar El círculo de la locura, un artículo en que se nos acusa de todo y se usan medias verdades para construir grandes mentiras.
Para despejar las dudas, volvemos a reproducir las declaraciones del Vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Lineras (ver artículo ¿Leninismo detrás del Alba, Mercosur y Celac?).
«…(a)hora estoy en mi etapa leninista» dijo con ironía, antes de afirmar que «el curso general de la Revolución ha confirmado de una manera admirable, una de las tesis de Marx: cuando la Revolución avanza, obliga al enemigo a recurrir a métodos de defensa cada vez más extrema. El ALBA, la Unasur, la CELAC son parte del proceso revolucionario de esta etapa, son alternativas distintas que surgen de la diversidad. Pero esta autonomía que generan frente a EE.UU.,desencadena una contraofensiva del Imperio. En el actual momento, la punta de lanza de esta reacción, se llama Alianza del Pacífico. Se han alineado allí los gobiernos más conservadores del continente, comandados por EEUU, quien los reúne y articula, fijando una estrategia de contrainsurgencia continental, no para acabar con guerrillas sino para avanzar sobre Estados y gobiernos». http://alainet.org/active/65228
Tal como dice el refrán popular, “a confesión de parte, relevo de prueba”. Más claro no canta el gallo. Pocos imaginaron tal extremo de politización e ideologización.
En La Otra mirada se pretende desmerecer el libre comercio sosteniendo que los países que integran la Alianza del Pacífico y los del Mercosur crecieron a la misma velocidad impulsados “por el súper ciclo de las materias primas”. Es verdad que el Mercosur creció en promedio, entre el 2002 y el 2012, 4.2% en términos reales, mientras que la Alianza del Pacífico tuvo un promedio de 3% (Colombia 4.5%, Chile 4.5%, México 2.3% y Perú 6.4%), según cifras del FMI. La otra mirada señala 5.3% y 4.61%, respectivamente (sin citar ninguna fuente referencial).
Aquí estamos frente a una verdad a medias si no se explica que, entre tanto, los integrantes del Mercosur han deteriorado gravemente sus economías: su crecimiento ha colapsado, la deuda pública de Brasil representa el 68.5% de su PBI y la de Argentina el 45%, mientras que los países de la Alianza del Pacífico, en promedio, solo llegan a 26.8%. En cuanto a inflación, Brasil ha volado en sus proyecciones con 7% en el primer semestre, Argentina sobrepasa el 25%, en tanto que el promedio de los países de la alianza es de 3.5%. En cuanto a déficit público, Brasil tiene 2.8% de su PBI, Argentina 4.9%, mientras que el promedio de los miembros de la Alianza del Pacífico es de solo un 0.2% del PBI. Es decir, una cosa es crecer en salud y otra incapacitando tus fuentes de desarrollo futuro.
Pero la verdad a medias se convierte en una gran mentira cuando se olvida el frenazo de las economías del Mercosur del 2012: Brasil 0.9%, Argentina 1.9% frente al 5.6% de Chile, 6.3% de Perú, 4% de Colombia y 3.9% de México. Es decir, disminuyen los precios de los commodities y las economías del Mercosur se desploman. ¿Acaso no se trata de la “maldición de los recursos naturales” que tanto pregona la izquierda? ¿No es evidente, pues, que el proteccionismo ha impedido una mayor diversificación de la economía en Brasil y Argentina? ¿Por qué se ignora los resultados del 2012 y las proyecciones para estos países en el 2013 y el 2014?
Otra perla del artículo que analizamos. Se argumenta que la deuda pública durante el gobierno de Menen llegó a representar el 168% del PBI en tanto que ahora solo ha llegado a 45%. El cinismo convertido en argumento. ¿Cómo se ha llegado a ese monto de deuda pública en Argentina que es enorme en sí? ¿Honrando los compromisos? De ninguna manera. El gobierno se robó los ahorros privados de los pensionistas, les hizo el “perro muerto” a los acreedores externos, dejando de pagar, a la mala, y se apropió de la renta agraria mediante impuestos leoninos. El tema de la deuda argentina es tan grave, que en octubre del 2012 fue detenido el buque escuela Fragata Libertad por un pedido de embargo de US$ 370 millones y estuvo estacionado casi dos meses. Asimismo, en marzo pasado, Cristina Fernández, en vuelo a Roma, para el saludo al Papa, tuvo que dejar el avión presidencial en Marruecos y tomar un vuelo comercial hasta Roma, para evitar otro embargo. Así cualquiera, más bien el 45% de PBI en deuda es una barbaridad con tanto robo.
¡Pretender comparar el crecimiento de Perú con el de Argentina es un crimen! El crecimiento gaucho se explica por un preocupante aumento de su gasto público que representa el 44.6% del PBI en el 2012, frente al 30.9% del 2006. En tanto, sus reservas internacionales netas, desde el 2010, han caído en US$ 15,895 millones y hoy solo representan el 8% de su PBI. Perú tiene un gasto de 19.6% del PBI y un creciente nivel de reservas que llega al 34% del PBI, el doble que Argentina en cifras absolutas.
La otra mirada también quiere defender la producción de trigo en Argentina, en Lampadia preferimos adjuntar la información oficial de AAPROTRIGO (Asociación Argentina Protrigo) que muestra la caída de la producción de trigo, tanto en toneladas, cómo en hectáreas.
La manipulación de las cifras en Argentina es tan escandalosa que mientras el gobierno señala que la pobreza sólo representa el 5.4% de la población y la indigencia el 1.5%, los analistas independientes la calculan en 24.5% (2012) y el nivel de indigencia en 4.9% (ver artículo del diario El País, La estadística oculta las cifras reales de pobreza en Argentina). La manipulación es tan vulgar, que en febrero del 2012, The Economist anunció que suprimía su seguimiento de la economía argentina, pues las cifras oficiales no servían.
Como se aprecia, las diferencias entre las economías de los países del Mercosur y los de la Alianza del Pacífico son absolutamente favorables a los países que promueven el libre-comercio. Estas son las diferencias entre economías sanas y, otras enfermas, sin embargo parece que para apreciarlas diferencias se requiere una mejor mirada.