Desde el inicio de sus operaciones en 2004, el proyecto de Camisea tuvo importantes impactos positivos en el Perú, generando recursos fiscales y empleo, que contribuyeron con la economía nacional. Además de implementar proyectos y programas socio ambientales que benefician a las poblaciones de sus zonas de influencia, Camisea ha ido más allá, diseñando y ejecutando iniciativas que aportan a la masificación del gas natural, permitiendo que esta energía llegue -por ejemplo- a Cusco, de donde sale el recurso, o brindándole a los transportistas la posibilidad de acceder a vehículos que funcionan con GNV.
GAS NATURAL AL CUSCO
“Gas Natural para uso vehicular en la Región Cusco”, es el proyecto impulsado por el Consorcio Camisea y el Gobierno Regional de Cusco con una inversión de USD 1.9 millones de dólares, para viabilizar la venta de GNV a través de tres gasocentros: dos en Cusco y uno en Quillabamba. El objetivo es que los cusqueños tengan no solo un combustible más económico, sino también una energía que reduce riesgos en caso de fugas o accidentes, además de aportar al cuidado del medio ambiente por producir menor cantidad de emisiones.
A inicios de este año la primera estación de GNV en Cusco, ubicada en el distrito de San Jerónimo, inició sus operaciones representando un paso importante para la masificación del gas natural en esa región. Pronto se construirán dos gasocentros entre Cusco y Quillabamba, zonas estratégicas para el comercio, el turismo y la actividad agropecuaria.
La nueva estación dispensará más de 2.5 millones de m3 de Gas Natural Vehicular en el primer año de funcionamiento. Actualmente en la ciudad de Cusco ya existen más de 120 vehículos convertidos para que funcionen con GNV y se estima que al cierre de año se adecúen un total de 1,500 automóviles, facilitando que más cusqueños accedan a un combustible que es 56% más económico que la gasolina y 45% más barato que el diésel.
TRANSPORTE PÚBLICO Y DE CARGA CON GNV
Recientemente Camisea puso en marcha un fondo de cerca de USD 39 millones de dólares con el fin de promover la adquisición de buses y camiones nuevos que funcionen con Gas natural Vehicular en forma dedicada. La iniciativa proyecta incorporar más de 3 mil nuevas unidades con este combustible en los próximos tres años.
Un vehículo de carga pesada o de transporte urbano a GNV es aproximadamente 20% más costoso que otro a diésel, por lo que el programa de estímulo prevé otorgar beneficios económicos que ayuden a los transportistas a costear este mayor costo. Además, accederán a los beneficios de un combustible más limpio y barato que les concederá una mayor rentabilidad.
En Lima circulan unos 123 mil camiones y 23 mil buses de transporte urbano, que tienen una antigüedad, en promedio, de 25 y 15 años, respectivamente. Se estima que menos del 3% de los vehículos funcionan a GNV, y que el ahorro de los transportistas por migrar del diésel al GNV estaría en el entorno del 50%, explicaron los representantes de Camisea.
El objetivo de esta iniciativa es también contribuir con el Estado en los planes de masificación del Gas Natural para conceder a los transportistas los beneficios de un combustible más barato que además contribuye con un medio ambiente más limpio.
El Gas Natural permite tener un aire más saludable y facilita la reducción de hasta un 40% y 60% en las emisiones de compuestos químicos y dióxido de azufre, que son los principales causantes de los problemas respiratorios en las grandes ciudades como Lima, que sufre los estragos de la pandemia por COVID-19.
Asimismo, Camisea se encuentra trabajando en los detalles finales de un acuerdo con las autoridades para facilitar el desarrollo del Gas Natural Licuado (GNL) como combustible para carga pesada y movilidad. El GNL es un combustible cuyo costo es aproximadamente el 50% del precio del diésel, es ambientalmente amigable, y además permite una gran autonomía para los vehículos, lo cual lo torna particularmente ventajoso para el transporte de carga y pasajeros de largas distancias.
IMPACTOS POSITIVOS
Solo en el 2019, la reducción de CO2 de Camisea fue equivalente a 17,100 hectáreas de bosques húmedos amazónicos, es decir, se evitó el 11% del total de bosques perdidos durante el 2018, que ascendió a 154,800 hectáreas.
Según estimaciones de la consultora Macroconsult, gracias a la producción de este recurso por parte del Consorcio Camisea, se dejaron de emitir 64.3 millones de toneladas de dióxido de carbono entre 2004 y 2019, lo que equivale a la conservación de 166 mil hectáreas de bosques húmedos amazónicos.
Además del impacto ambiental, el componente económico se convirtió en un factor fundamental para el progreso del país. Al tratarse de un combustible más barato, representó un avance importante para el Perú, al reemplazar energías más costosas que habrían significado un freno para el desarrollo y mayores gastos para todas las empresas. Según Macroconsult, entre el 2004 y 2019, el ahorro generado por el uso del gas natural habría llegado a más de US$ 100,600 millones por la sustitución de combustibles.
Estos beneficios económicos también se extendieron a los peruanos y se traducen en hechos tangibles como por ejemplo que el 40% de la energía eléctrica en Perú se genera con gas natural de Camisea. Además, entre el 2004 y 2019, se estiman ahorros de US$ 77 mil millones por parte de los usuarios de los distintos sectores industriales del país.
En los últimos 17 años el gas natural de Camisea ha generado grandes beneficios para el país en términos de ahorros económicos para la población y las industrias, y un medio ambiente más saludable; sin considerar el pago de regalías y canon que impulsan el desarrollo del país, así como con la generación de puestos de trabajo para muchos peruanos. Lampadia