Jaime de Althaus
Para Lampadia
La afiliación por default al sistema público de pensiones es un grave error
Pese a todas las advertencias que se hicieron, la ley de reforma el sistema de pensiones, que tiene aspectos muy positivos como el aporte por consumo que permitirá universalizar el sistema de pensiones, terminó sin embargo estableciendo que los ciudadanos que a partir de los 18 años no hayan decidido si se inscriben en el sistema privado o público de pensiones, lo harán por default en el sistema público, en la ONP.
El responsable de esta disposición en la ley es el MEF, algo que no se entiende porque es obvio que, si recargamos el sistema público, que es de reparto y se financia principalmente con el tesoro público, lo que estamos engendrando es un déficit fiscal estructural que en el largo plazo se tornará inmanejable porque cada vez habrá menos jóvenes aportantes y más jubilados a quienes mantener. Según Gestión, la propia SBS lo ha advertido.
Justamente la ventaja del sistema privado de capitalización individual es que se previene la contingencia fiscal de largo plazo porque libera al Estado de pagar la pensiones desde que estas se generan con el ahorro privado que, a su vez, se invierte y genera utilidades que engrosan la pensión del afiliado. Es la manera de no caer en los problemas de inviabilidad fiscal que hoy abruman a los países europeos, por ejemplo.
De otro lado, ¿qué sentido tiene que el 70% de los peruanos que ahora no aportan y con esta ley sí van a poder hacerlo con el 1% del consumo que realizan vía boleta con DNI, tengan sus cuentas de capitalización individual en AFP u otras entidades privadas y al mismo tiempo permanezcan afiliados a la ONP? En efecto, quien haya sido afiliado por default a la ONP, deberá tener sin embargo una cuenta en una AFP o similar para que en ella se deposite el 1% del consumo que realice. Mientras tanto, si no tiene un trabajo formal, su afiliación a la ONP permanece inactiva, pero apenas consiga un trabajo formal los aportes la parte que se le deduzca para su pensión irá a la ONP. ¿Significa que va a tener una pensión pública y otra privada? Es absurdo.
En realidad, debió aprovecharse para cerrar el ingreso al sistema público o hacer que este abriera un sistema de cuentas individuales de capitalización para los nuevos. O, por último, que la afiliación por default sea al sistema privado, no al público.
Esta ley debería ser corregida en esos extremos, para darle coherencia y sostenibilidad al sistema. Tenemos que hacer las cosas bien. De paso, debería aprovecharse para establecer un incremento gradual del aporte por consumo, para que asegure una pensión suficiente. El 1% ya es un gran avance porque permite incorporar a todos, al 70% de informales que no cotizaba, y lanza un impulso a la formalización porque, con una buena campaña de comunicación, todos pedirán boletas con su DNI a fin de recuperar el 1% de lo que consumen en sus cuentas personales.
Y para consolidar el movimiento a la formalización que implica esta innovación, el Congreso debería aprobar la propuesta del “combo formalizador” de IPAE y Macroconsult, que reemplaza los regímenes especiales laborales y tributarios por una sola escala gradual y progresiva que permite a los pequeños emprendimientos crecer y formalizarse sin sufrir un golpe tributario y laboral cuando crecen.
Redondeemos bien las reformas formalizadoras e integradoras. Lampadia