En el presente artículo Lampadia expresa su opinión sobre los injustificados ataques y sobrerreacciones al Comunicado de Confiep. Un comunicado que está más que justificado dada la coyuntura actual. Sus críticos olvidan, obvian u ocultan que el índice de confianza empresarial ha caído 10 puntos en el 2013 afectando, así, el nivel de inversiones del país.
Una cuestión de CONFIANZA: Necesitamos creer en la posibilidad un futuro mejor
El comunicado de CONFIEP aparecido el domingo último ha generado una desmedida reacción tanto de algunos funcionarios del gobierno como en cierta prensa. Lo curioso es que las críticas no van al fondo de los señalamientos que realiza el gremio empresarial, sino a otros aspectos: “que no se han cuidado las formas”, que es “inoportuno” e incluso “contraproducente”. Algunos columnistas, incluso, han obviado el análisis y la ecuanimidad para llenarlo de calificativos, como el de “brulote”, por ejemplo.
Veamos. El comunicado se expresa en términos correctos. De hecho, no exige nada, se emplea la palabra “invocar” y solicita una “reflexión” y “rectificación” de algunos hechos y actitudes que, desde el punto de vista empresarial y el de muchos peruanos, están poniendo en riesgo el clima de inversiones en el país.
Lampadia comparte las preocupaciones expresadas en el comunicado de Confiep. Como hemos indicado recientemente: “El Presidente de la República tiene temas más importantes en su agenda, la de todos los peruanos, que el inmiscuirse en la controversia surgida por la supuesta ´concentración´ de medios. En esa misma línea, consideramos inaceptable que se nos pretenda imponer una ley universitaria al caballazo, y se mantengan las erradas políticas del sector pesquero. También coincidimos en la necesidad de lograr mayor efectividad en la culminación de los proyectos de inversión, para lo cual se requiere valentía política y eficacia en el Estado”.
Estamos convencidos que es necesaria una rectificación en dichos temas, porque efectivamente el clima de inversión se ha afectado. Una muestra de ello, y estos son datos concretos, no simples conjeturas como las que fácilmente realizan ciertos columnistas y editorializa La República, es la constatación de que el ritmo de crecimiento de la inversión viene cayendo (Ver artículo de Lamapadia).
Hemos pasado de una tasa de crecimiento de 26% entre 2006-2008 a un estancamiento de 10% entre 2011-2012, y lo que es realmente alarmante es que en el 2013 se registró un promedio de crecimiento de 7%. Por ello, el llamado de reflexión de la clase empresarial es más que oportuno. Dada esta situación se debería comenzar por implementar medidas para recuperar un mejor nivel de inversión. Es decir, debemos mejorar las expectativas del sector privado, golpeadas según el índice de confianza empresarial, que ha caído 10 puntos en el 2013.
En paralelo a esta situación, lamentablemente, se sigue deteriorando la confianza en las instituciones del Estado. Estas son realidades objetivas y es obvio entonces que este gremio tenga que pronunciarse solicitando se rectifiquen actitudes que nos permitan a todos los ciudadanos, no solo a los empresarios, recuperar los niveles de confianza en el futuro que teníamos hasta hace poco tiempo.
¿Es acaso un disparate que se solicite, por ejemplo, que se detenga el sistemático e injustificado enfrentamiento entre las autoridades y la industria pesquera? Los resultados de este sector el año pasado, así lo ameritan. Para muestra un botón: las medidas buscaban incrementar la pesca para consumo humano. ¿Cuál ha sido el resultado? Una disminución de la pesca para consumo directo de 2.4% y de 19,6% para indirecto. Asimismo, la producción de recursos hidrobiológicos para consumo directo cayó un 5.4%, mientras la producción para consumo indirecto un 55.8%. Un desastre.
Por eso, sorprende que en un momento en que se debiera reflexionar sobre las medidas que eviten que la economía nacional se enfríe, se busque el enfrentamiento con el sector privado, que puede hacer que sigamos en la senda de progreso. Lampadia