Entrevista a Miguel Vega Alvear. Presidente de Capebras Por: Alejandro Cavero Alva
(El Comercio, 04 de Septiembre del 2014)
Dedicado al ámbito empresarial y a la dirección de la Cámara Binacional de Comercio e Integración Perú-Brasil (Capebras), Miguel Vega Alvear recuerda sus tiempos en la Confiep y en el Movimiento Libertad, cuando había que consolidar el régimen democrático.
Nos encontramos con él en el Club Empresarial de San Isidro, donde nos cuenta que hoy estamos en un proceso de traslado del mayor volumen del comercio mundial del Atlántico al Pacífico. “En EE.UU. eso fue muy claro a fines del s. XIX e inicios del s. XX para unir el este con el oeste. Hay que hacer lo mismo en Sudamérica, para lo cual Brasil es fundamental”. De ese y otros temas vinimos a hablar.
Usted fue fundador de “Themis”, la primera revista de derecho hecha por estudiantes. ¿El derecho es autosuficiente para hacer cambios?
El derecho es una ciencia, pero también un instrumento de desarrollo económico, político y social que requiere valores éticos y culturales. El derecho anglosajón se basa en la confianza porque mentir es un delito grave. En el derecho latino, todo se reglamenta porque hay mucha desconfianza, y ello genera informalidad. Falta educación para cumplir la ley y simplificar el derecho.
Ha sido presidente de la Confiep. ¿Cuál debe ser la relación entre el Estado y el empresariado?
En la globalización se ha producido un fenómeno que no admite confrontación entre el Estado y el empresariado. La productividad y la eficiencia requieren la suma de esfuerzos. La labor de la Confiep es defender el futuro del Perú. Defendiendo el futuro uno asegura el presente. Y cumplir el rol del empresariado, que es la innovación. Quizá en siglos pasados los artistas y los intelectuales fueron la punta de avanzada de las sociedades, pero con el avance de la ciencia y la tecnología hoy son los empresarios.
Usted presidió la Confiep en un momento complicado, cercano a la época de la estatización de la banca.
Costó mucho trabajar sobre la herencia del gobierno militar, que fue inspirado además en este lema: “La revolución antes que el desarrollo”. El Perú fue alterado y paralizado en su proyección. Teníamos 15 mil leyes y los militares se fueron dejando 22 mil. En esas circunstancias, ante la confrontación de los que queríamos las reformas, nació el Movimiento Libertad, el cual cofundé.
¿Esa lucha sembró las semillas para el desarrollo del Perú?
Claro, fue como una vacuna. La democracia se recuperó para cambiar el Perú, pero como no se cambiaba, había que hacer algo.
¿Ve posible actualmente otro movimiento político liberal?
En parte, porque también hay que equilibrar el territorio e incorporar al sector rural. Hay más conciencia de los beneficios de una economía de mercado. Pero la libertad no es solo económica, sino también política. En el Perú y Latinoamérica nos falta consolidar muchísimo esto último. Lo que va a cambiar al Perú es entender que ambas van de la mano.
¿Entonces, el activismo estaría en integrarlas?
Esa es la tarea. El Perú tardó 30 años –entre 1970 y el 2000– en duplicar su PBI. Del 94 al 2024 lo va a elevar ocho veces. Y el viejo Estado, la vieja burocracia no están listos para responder a este crecimiento. Si no reformamos el Estado, el país se ahogará. Hay que vivir en libertad económica y también política. Hay que trepar ya la montaña, y es evidente que el Estado no reformado termina siendo un factor negativo.
¿Por qué los jóvenes de hoy ya no se interesan en la política?
El voto preferencial destruyó los partidos. Las personas de mayor capacidad no necesariamente tienen el dinero o la fama para ganar. Mucha gente muy competente ve que la política está representada, en gran parte, por gente poco calificada. Refleja dónde hemos llegado.
Dirige la cámara binacional con Brasil. Somos vecinos, ¿pero estamos integrados?
De los casi 200 años de república casi todos los hemos vivido de espaldas. Estamos cambiando una realidad histórica de dos siglos. En los 10 años que ya se viene profundizando, la integración ha traído enormes beneficios para el Perú.
¿Cuáles son los principales obstáculos para la integración?
Brasil y Chile tienen Estado y tienen gobiernos. En el Perú ambos se superponen e impiden políticas de largo plazo para consolidar la integración. El Perú ha logrado, mal que bien, tener un sistema económico que perdura. Es hora de establecer políticas que atraigan la inversión de largo plazo. Institucionalizar el Estado y su relación con el gobierno.
¿El Perú utiliza su potencial amazónico?
La Amazonía representa apenas el 3% del PBI y ocupa el 60% del territorio. Hay un abandono real. ¿Se puede entender que Iquitos no tenga una carretera hacia la costa?