En el artículo “Todos somos prisioneros del aumento de la desigualdad” el columnista británico Tim Harford analiza la evolución de la desigualdad en EE.UU. y otros países avanzados para concluir falazmente que: “La verdad incómoda es que las fuerzas del mercado -es decir el resultado de contratos libremente acordados- son probablemente la razón fundamental de una gran parte de la desigualdad. ”Sin embargo, esta afirmación no se condicecon la reducción de las tasas de pobreza a nivel mundial y la significativa reducción de la desigualdad entre países ricos y pobres.
Si bien es cierto que dentro de EE.UU. la distancia entre los ricos y los pobres ha aumentado, como consecuencia dela nueva división del trabajo generada por la revolución tecnológica, el ascenso de países emergentes que compiten en el mercado global, y el desempleo que en EE.UU. se ha mantenido cerca del 10% varios años, la globalización ha permitido un proceso acelerado de convergencia entre los países emergentes y los países desarrollados. En el caso de Europa, el extenso “Estado de Bienestar” mal manejado y políticas fiscales insostenibles tuvieron como consecuencia la generación de más desigualdad en el largo plazo, al estancarse el producto y aumentar el desempleo, que en España bordea el 25% y 55% en el caso de los jóvenes.
Por ello, es irresponsable que la izquierda no pensante utilice la evolución de la desigualdad en los países de Europa y EE.UU. como un ejemplo para desacreditar el modelo de economía de mercado y apertura comercial en el caso peruano, arguyendo equivocadamente, que las reformas de mercado han incrementado la desigualdad, cuando las cifras oficiales del INEI y todos los estudios independientes evidencian lo contrario.
Así por ejemplo, estudiosos del tema,reportan que la distribución del ingreso en el Perú, mejoró hacia finales de la década pasada, en un contexto de alto crecimiento económico (Lopez-Calva y Lustig– 2010, Jaramillo y Saavedra – 2011).Por el contrario, el estudio de Figueroa (1993) sostiene que la desigualdad se deterioró entre 1970 y 1993, es decir, en las décadas en las que primó el modelo estatista, con controles de precios y barreras proteccionistas al comercio. Es destacable que otro estudio (Yamada y Castro)encuentra evidencia que en el periodo 2006-2010, desde la entrada en vigencia del TLC con EEUU, la desigualdad del ingreso medida con el coeficiente de Gini se redujo entre 8% y 11%, mientras que el consumo se desconcentró entre 10% y 11%. Este estudio muestra, además, que los programas de transferencias como JUNTOS solo explican un cuarto de la reducción de la desigualdad, mientras que las fuerzas del mercado y el crecimiento económico explican el 75% de la mejora en la distribución del ingreso y el consumo. También se destaca que el crecimiento del ingreso en este periodo se concentró en los percentiles 20 al 50, lo cual es consistente con el crecimiento de la clase media emergente.
Entonces, queda claro que la apertura comercial y la economía de libre mercado no han generado una mayor concentración de la renta en los ricos, haciendo a los pobres más pobres. Por el contrario, el crecimiento económico impulsado por la inversión privada y la competencia ha tendido a generar empleos más productivos y con ello a incrementar los ingresos laborales, reduciendo el subempleo y la informalidad.
En la última década, hemos experimentado un crecimiento más beneficioso para los pobres de lo que usualmente ocurría, incluso de lo que es usual en el mundo. No solo ha sido solo pro pobre sino que se ha llegado a la situación de que sean los pobres los que más se beneficien. Así, por ejemplo Richard Webb documenta que el jornal agrícola más que se duplico en la última década, mientras que la tasa de crecimiento promedio del sector rural en los últimos 20 años ha sido de 7.2%, muy por encima del promedio de solo 1.4% registrado entre 1900 y 1994. Igualmente, en las zonas rurales se ha registrado en el último lustro un aumento muy significativo en la demanda por vehículos, sobre todo por mototaxis y bicicletas, cuya tasa de crecimiento se encuentra sobre el 40%.
Lo paradójico es que siendo el Perú un país tan heterogéneo en la dimensión geográfica, étnica y cultural, ha sido a través de la economía de mercado que se está logrando reducir la desigualdad,logrando la convergencia de grupos que históricamente han vivido excluidos y en situación de pobreza. El mercado ha hecho su trabajo en reducir el nivel de desigualdad en términos económicos y sociales, pero es tarea del Estado impulsar las reformas en educación, infraestructuras e instituciones, así como en el mercado laboral, para reducir también lapeor de las desigualdades: la de oportunidades.