En Lampadia somos fieles seguidores de la sabiduría de The Economist, la mejor revista del mundo por sus consistentes contenidos y por algo que es muy difícil lograr, saber manejar al mismo tiempo opinión, análisis e información. Pero, en esta ocasión, debemos discrepar con mucha fuerza con su reciente artículo sobre las economías latinoamericanas, pues con ocasión de la reciente reunión de los gobernadores del FMI y del BM en el Perú, han hecho, en lugar de un buen análisis, un espeso pudín ingles en el que no se pueden reconocer los ingredientes.
Por supuesto, esto no es solo responsabilidad de The Economist, sino también de nosotros los peruanos, que no hemos aprovechado dicha reunión para dar a nuestros visitantes, mayores ‘insight’ (interioridades) sobre nuestra realidad.
The Economist cae en las antiguas generalizaciones que se hacían sobre la región y hace un análisis muy superficial que no representa debidamente las relaciones causa-efecto de la situación de nuestras economías.
Para ellos, todas nuestras economías sufren por lo mismo, China y los commodities. Nada más incorrecto. Para empezar, no se puede poner en el mismo saco a Venezuela, Brasil y Argentina, con Chile, Colombia y Perú. Y en el caso de los últimos se espera un análisis un poco más fino.
Veamos. El 20 de julio pasado publicamos en Lampadia: Todos hablan de frenada, pero nadie la entiende… Sudamérica: Crecimiento visto con lentes oscuros. Artículo que ahora parece preparado para recibir el de The Economist. En el decíamos:
Todos comentan sobre la desaceleración de la región. Se dice que es la más afectada por la situación de la economía global, por la caída de los precios de los commodities, por la aguantada del crecimiento chino, por su dependencia de materias primas. Lo hace el FMI, el Banco Mundial (BM) y muchos analistas. Se pronostica un mísero crecimiento de 0.5% para el 2015. Nuestro ministro de Economía y Finanzas se solaza afirmando que seremos líderes de crecimiento en la región (el campeón de los pobres), así crezcamos menos de 3%, sin dudas un papelón.
La verdad es que la historia es totalmente diferente. Para entenderlo, solo tenemos que ver, uno por uno, los principales países de la región y preguntarnos luego si los asertos sobre los shocks externos son correctos o si la frenada del crecimiento es obra (y gracia) de nuestros fallidos gobiernos.
Los casos de Venezuela, Brasil y Argentina son, evidentemente, echura de sus desastrosos gobiernos y, suponemos que no hay mucha discusión al respecto. La situación de Chile y Perú es un poco más difícil de entender para ojos grises.
Chile: En cuanto a Chile, ya habíamos comentado que Bachelet había puesto marcha atrás, pero por la alta participación del cobre en su economía, creíamos que Chile sí era víctima de un shock externo, tal como se plantea para toda la región. Sin embargo, hace solo dos semanas, tuvimos la visita en Lima de Klaus Schmidt-Hebbel (KSH), que nos demostró que Chile no sufría por la caída del cobre, pues los términos de intercambio de su economía, tomando en cuenta la caída del precio del petróleo (son importadores de todo el petróleo que consumen) eran neutros y afirmó que la parálisis de su crecimiento era “woman-made” (hecha por una mujer): obra de Michelle Bachelet. Según KSH, Chile es víctima de un shock político interno que paró en seco la economía. Ver en Lampadia: Chile sigue ejerciendo su derecho a ser estúpido. Y apreciar el siguiente gráfico:
Por lo tanto, Chile, el país más expuesto a los precios del cobre, no es víctima de su dependencia en los recursos naturales, sino, como dice el historiador británico Nial Ferguson: “están ejerciendo su derecho de ser estúpidos”.
Perú: Como hemos explicado antes, ver en Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo.
La frenada del sector minero fue el inicio de una cadena de eventos intra-sectoriales que determinaron, junto con el desmadre político del último año, el efecto ‘parar para mirar’, que nos precipitó a un crecimiento vergonzoso de 2 a 3 puntos anuales. Ver en el siguiente gráfico el estimado de crecimiento del Perú si no hubiéramos parado la inversión minera, según el IPE: El Costo de la Trampa Anti-Minera.
El Perú tampoco es víctima de su dependencia de los recursos primarios. El país pudo compensar con mayores volúmenes de producción, los menores precios y seguir aprovechando de los mismos, pues las cotizaciones de los minerales siguen siendo buenas.
Conclusión: El enfriamiento de la región sudamericana no se debe a su dependencia del exterior, ni a los impactos de los precios de los commodities, ni a la desaceleración china. El menor crecimiento de la región se debe a las malas políticas de sus gobiernos, algunas de la cuales estaban ocultas detrás de ingresos extraordinarios, pero su pérdida no prueba el origen del descalabro de sus economías. Lampadia
Veamos que dice The Economist:
Economías latinoamericanas
Días grises
Un lento camino hacia la recuperación
Publicado por The Economist el 10 de octubre de 2015.
Traducido y glosado por Lampadia
En 2012, cuando América Latina estaba disfrutando de una explosión de rápido crecimiento económico y progreso social, el FMI y el Banco Mundial decidieron celebrar la reunión anual de este año en la región, algo que no habían hecho desde 1967. Eligieron Lima, capital de Perú, una de las estrellas económicas de la región. Estas decisiones son siempre rehenes de su fortuna, que en este caso ha sido cruel.
En los últimos meses la mayoría de las monedas y mercados de valores de América Latina han sufrido una paliza. Ahora, el FMI espera que la economía de la región se contraiga ligeramente este año. Con los mercados emergentes en general dirigiéndose a la baja, y la economía mundial en una incertidumbre con la desaceleración de China y un aumento inminente de las tasas de interés en Estados Unidos, el estado de ánimo de muchos de los 12,000 asistentes a la reunión es tan gris como las gruesas nubes de invierno de Lima. [En verdad salió el sol y, la gente se veía encantada].
¿Qué salió mal en América Latina? La respuesta corta es la desaceleración de China, [se quedaron con la respuesta corta ¡!] que ha mandado a la baja los precios de las materias primas y, con ello, las exportaciones y las inversiones de América del Sur.
En algunos casos los males son principalmente auto-infligidos. Brasil y Venezuela mantuvieron sus gastos incluso después de que el auge de los commodities empezara a disminuir.
Economías bien manejadas en América del Sur, como Perú, Chile y Colombia, se están adaptando poco a poco a un mundo más duro. Ver en Lampadia : El enorme Potencial Productivo del Perú, Nuestro potencial productivo supera las limitaciones coyunturales
América Latina no es tan afortunada como se imaginó. La pobreza está aumentando de nuevo. Pero no es la mala región del pasado, con volatilidad e hiperinflación. La desaceleración no ha dado lugar a crisis financieras. Todavía hay focos de crecimiento, como en Lima, donde la reunión anual se llevó a cabo en un nuevo y brillante centro de convenciones. L