En la actualidad, China se ha convertido en un referente de la globalización para el mundo y una superpotencia que tiene que ser reconocida. Continúa profundizando su liderazgo geopolítico global, asumiendo la defensa del comercio internacional, liderando tendencias de innovación y tecnología, e incrementando su poderío militar.
La globalización ha sido una fuerza poderosa para el crecimiento económico y China está tomando hace mucho tiempo el liderazgo. El país asiático ha sido uno de los impulsores fundamentales de esta tendencia. Su transformación en una potencia del comercio ha ayudado a elevar a una gran población a la clase media, prácticamente sin pobreza extrema, creando grandes oportunidades de crecimiento de los mercados.
China ha sido la historia de éxito más dramática. Como se puede observar en el gráfico inferior, su PBI per cápita ha aumentado en un 903% en el periodo entre 1990 y el 2017. Y el fuerte crecimiento del PBI de China continúa al alza, aunque más lentamente lógicamente. El país ahora representa un tercio del crecimiento mundial. Más de 800 millones de personas han salido de la pobreza.
China ha crecido al 10% anual durante 30 años. La acumulación de esa riqueza no solo ha transformado el país, también ha generado entre los chinos una actitud ganadora y gran confianza en el futuro. ‘El Reino Medio’ (China), está retomando su mandato genético: estar a cargo de todo lo que está entre el cielo y la tierra. Ver ‘World Order de Henry Kissinger.
Además, después de décadas de crecimiento de alta velocidad, el gobierno ahora se está centrando en el crecimiento de alta calidad. Las autoridades deberán basarse en la agenda de reforma existente y aprovechar el impulso de crecimiento actual para «arreglar el techo mientras brilla el sol» (“fix the roof while the sun is shining”, como afirmó Xi Jinping). Los elementos clave son: continuar frenando el crecimiento del crédito, acelerando los esfuerzos de reequilibrio, fomentando la apertura y modernizando los marcos políticos. Incluso con una desaceleración gradual del crecimiento, China podría convertirse en la mayor economía del mundo para 2030 (en términos corrientes).
Y, en un mundo tan digital, China no se ha quedado atrás, es un líder digital global. China tiene alrededor de 700 millones de usuarios de internet y 282 millones de nativos digitales (usuarios de internet menores de 25 años) ansiosos por adoptar nuevas tecnologías. La escala masiva del mercado chino y un entorno regulatorio y de supervisión de apoyo en los primeros años de digitalización hicieron de China un líder mundial en industrias de frontera como el comercio electrónico y la tecnología financiera.
Abajo compartimos un artículo de the Economist que ilustra a más detalle cómo China se está posicionando como un líder global:
A new hegemon
El siglo chino está en bien encaminado
Muchas de las tendencias que parecen globales, son de hecho mayormente chinas
The Economist
27 de octubre de 2018
Traducido y glosado por Lampadia
Cuando los estudiosos de relaciones internacionales predicen que los años 2000 serán un «siglo chino», no están siendo prematuros. Aunque Estados Unidos sigue siendo la única superpotencia, China ya la ha reemplazado como el motor del cambio global.
Hay una métrica económica en la que China ya ocupa el primer lugar. Medido en los tipos de cambio de mercado, el PBI de China sigue siendo un 40% más pequeño que el de Estados Unidos. Sin embargo, en una base de paridad de poder de compra (ppp), que ajusta las monedas para que una canasta de bienes y servicios valga la misma cantidad en diferentes países, la economía china se convirtió en la más grande del mundo en 2013. Aunque China a menudo se agrupa con “otros mercados emergentes», su desempeño es único: su PBI por persona se ha multiplicado por diez desde 1990. En general, las economías más pobres crecen más rápido que las ricas, porque es más fácil «ponerse al día» al comenzar desde una base baja. Sin embargo, en otros países que eran tan pobres como China en 1990, el poder de compra simplemente se ha duplicado.
El historial de China ha ejercido una «atracción gravitatoria» sobre la producción económica mundial. The Economist ha calculado un centro geográfico de la economía mundial tomando un promedio de la latitud y longitud de cada país, ponderada por su PBI. En el apogeo de la dominación de Estados Unidos, este punto se encontraba en el Atlántico norte. Pero China lo ha tirado tan al este que el centro global de gravedad económica se encuentra ahora en Siberia.
Debido a que China es tan populosa y se está desarrollando tan rápidamente, es responsable de una parte notable del cambio global. Desde el inicio de la crisis financiera en 2008, por ejemplo, China ha representado el 45% de la ganancia en el PBI mundial. En 1990, unos 750 millones de chinos vivían en extrema pobreza; hoy menos de 10 millones lo hacen. Eso representa dos tercios de la disminución de la pobreza en el mundo durante ese tiempo. China también es responsable de la mitad del aumento total de solicitudes de patentes durante el mismo período.
A pesar de todo lo que se dice de un «ascenso pacífico», China ha reforzado constantemente su inversión militar, incluso cuando el resto del mundo lo redujo después del final de la guerra fría. Como resultado, el Ejército de Liberación Popular representa más del 60% del aumento total en el gasto de defensa global desde 1990. Y todo este crecimiento ha tenido un costo considerable para el medio ambiente: China también es la fuente del 55% del aumento en las emisiones de carbono del mundo desde 1990. Lampadia