El Instituto de Economía del Perú (IPE), acaba de difundir un video que mediante un diálogo sencillo, recorre varios indicadores de la evolución económica y social del Perú. En Lampadia nos alegra coincidir con el IPE en tres aspectos: en el contenido de la presentación; en que se publique con ocasión de las elecciones, en que los ojos y oídos de los peruanos están sensibilizados para recibir información y; en, valga la redundancia, en que la animación del IPE haya coincidido con la publicación de nuestra primera animación.
Como hemos comentado en varias ocasiones, a pesar de las magníficas realizaciones del país y del reconocimiento expreso de que lo que aún nos falta por avanzar es mucho, hay pequeños grupos de personas interesadas en negar lo avanzado y en plantear que para completar las tareas pendientes, retrocedamos a base cero, justamente a aquellas políticas que impidieron que los peruanos tengamos un nivel de vida acorde con nuestra disponibilidad de recursos productivos y con la naturaleza genética de nuestra gente, industriosa, esforzada y solidaria.
Como dijimos en la presentación de nuestra animación: Testimonios de la Prosperidad, lo que nos falta desarrollar no está en otro camino.
La historia de los pueblos son procesos acumulativos de realidades que se van superponiendo sin que una pueda negar a la otra. Las naciones sanas asumen su historia en su integridad y entienden que su proyección futura no puede negar ni espacios, ni tiempos, ni historias. Lamentablemente, en el Perú, buena parte de nuestras élites, incluyendo intelectuales, académicos y políticos, siguen viendo nuestra historia por compartimientos estancos, alabando unos y renegando de otros y, creando un ambiente de desintegración, de diferencias y preferencias, que solo inhibe nuestra identidad común, sentido de pertenencia y compromiso de mirar juntos el futuro, desde el mismo lado de la mesa.
Los procesos electorales, a pesar de todos sus accidentes y distorsiones, no dejan de ser espacios de aprendizaje donde podemos separar la paja del trigo y tomar mejor conciencia de nuestra realidad. Lampadia