La duración del desempleo en el Perú es de 11.4 semanas en promedio, valor inferior a los estimados para economías desarrolladas. La persistencia del desempleo es contracíclica, y su corta duración estaría explicada también por las reducidas fricciones que se generan ante la alta informalidad laboral.
Un reciente documento presentado por investigadores del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) analiza la dinámica de la duración del desempleo en la economía peruana -altamente informal-, con hallazgos que valen la pena comentar. Utilizando la Encuesta Permanente de Empleo (EPE), el estudio muestra que en el periodo 2002-3013 la duración del desempleo fue de 13.1 semanas en promedio mostrando una clara tendencia decreciente. De esta manera, para el año 2013 la duración completa estimada se redujo a 11.4 semanas.
¿Qué determina la persistencia del desempleo en nuestra economía? Los autores encuentran una fuerte influencia del ciclo económico. Es decir, el desempleo tiende a ser más prolongado si la economía se encuentra en recesión que en el ciclo expansivo. Igualmente, la limitada cobertura de un seguro formal de desempleo –el cual incentiva la búsqueda de trabajo- y la informalidad laboral, que en la práctica ha eliminado las fricciones a la contratación y al despido (en un mercado con altas tasas de autoempleo y trabajo independiente), son factores importantes que explicarían la relativa corta duración del desempleo, en comparación a otras economías más avanzadas.
El caso peruano resulta interesante porque el mercado laboral está dominado por sectores como las Pequeñas y Medianas Empresas (PYME) y los independientes que son los que demandan menos regulaciones y fricciones, pues justamente son los que presentan las tasas más altas de informalidad. Como señala Elmer Cuba en una entrevista para Lampadia “no son la CONFIEP, ni la CGTP, los que representan ni siquiera la media, ni la mediana, del mercado laboral”, por lo cual es fundamental apuntar al grueso de quienes conforman la oferta y demanda de trabajo a la hora de diseñar regulaciones que apunten a formalizar y reducir los costos relativos de la generación de nuevos empleos.
Habría que señalar que el empleo adecuado se ha duplicado en la última década y el subempleo ha caído en 20%, al tiempo que el salario real por hora también creció a esta misma tasa, así lo señala Nikita Céspedes en un artículo publicado en Lampadia.
Semejante mejora en los citados índices laborales no tiene precedentes. Estos resultados son consecuencia directa del crecimiento económico sostenido experimentado en los últimos años, el cual ha reducido la tasa de desempleo a apenas 6%. Se debe tomar en cuenta que el Perú, todavía presenta altas tasas de informalidad laboral y se requieren políticas activas para dotar de mayor competitividad relativa al sector formal con respecto al informal. Lampadia