Alejandra Benavides
Para Lampadia
Este 3 de octubre, Pedro Castillo anunció el lanzamiento de una Segunda Reforma Agraria, conmemorando la fecha del golpe de Estado del dictador Juan Velasco Alvarado y su infame reforma agraria. Con un simbolismo barato, enalteció una fecha nefasta para el país. Si bien Castillo dijo que esta reforma no involucraría expropiaciones, su discurso estuvo lleno de confusos mensajes y de frases incendiarias, instigando la lucha de clases.
La reforma agraria, impulsada por Velasco Alvarado, resultó en la expropiación de más de 9 millones de hectáreas (alrededor de 16 mil fundos), que fueron adjudicadas a alrededor de 400 mil campesinos. Resultó en el empobrecimiento del campo, con un PBI agrícola que pasó de crecer de 2%-3% anual hasta 1970, a crecer menos de 1% en la década siguiente.
- El sector agrícola hasta 1980 representaba entre 15%-20% del PBI, para luego caer a 10%, sin mayor incremento del PBI total en ese período.
- El empobrecimiento del agro contribuyó a que entre 1976 y 1981, más de 1 millón de personas tuvieran que dejar sus pueblos, principalmente de zonas rurales hacia las ciudades.
- Además, resultó en la descapitalización del sector, la destrucción de un banco genético importante, del retraso tecnológico y de la indolente gestión de los fundos, que resultó en su posterior abandono.
- Luego de ser exportadores netos de alimentos, perdimos la famosa “soberanía alimentaria”, para en 1979 volvernos importadores netos de alimentos.
Gracias a la constitución de 1993, se sentaron las bases para una economía social de mercado abierta al mundo y una base legal sólida. Con eso se pudo negociar la deuda externa y volver a ser un país “elegible”, nos volvimos un país con ambiente propicio para las inversiones y abierto al mundo. Y, uno de los sectores que más ha impulsado el desarrollo del país es la agroexportación. Intensiva en mano de obra, maquinaria, insumos, herramientas, empaques, servicios logísticos, entre otros, genera una cadena de valor inmensa. Además, el régimen especial agrario establecido en 2000 y derogado a fines de 2020, sirvió para impulsar las inversiones en el sector y permitir un régimen ad hoc a su naturaleza.
- A la fecha, tenemos 21 acuerdos comerciales/TLCs, que permiten que el 96% de nuestras exportaciones lleguen a los mercados más competitivos del mundo y acceder a mercados con poblaciones de cientos de millones dispuestos a comprar nuestros productos. Esto ha contribuido a que entre julio 2020 y julio 2021, se haya acumulado un superávit comercial de US$ 12,517 millones.
- Nuestras agroexportaciones llegaron en 2020 a US$7,500 millones (13 veces las agroexportaciones en el año 2000), representando 4% del PBI y una recaudación tributaria de más de US$200 millones.
- Nos ha permitido atraer inversiones locales y extranjeras, y alcanzar posiciones de líder en ranking de exportación: Nº1 en exportación de Arándanos, Nº2 en exportación de Palta, Espárragos y Uvas y Nº3 en exportación de Mangos y Mandarinas, logros que llenan de orgullo.
- El área correspondiente a agroexportación alcanza a sólo 200,000 hectáreas, y se tiene una cartera de inversión pública para irrigación de nuevas tierras y mejoras, que incrementarían la frontera agrícola en 400 mil hectáreas (Majes Siguas II, Chavimochic III, entre otras). Gracias al valor que generan las hectáreas de agroexportación, la mayor demanda genera un incremento en el valor de la tierra, de la que muchos propietarios de pequeños terrenos y parcelas se han beneficiado – ya sea de su venta o alquiler.
- La agroexportación en 2018 generó 418 mil puestos de trabajo formales directos, y se estima 900 mil puestos de trabajo indirectos.
- La formalidad del sector agroexportador pasó de 16% a 25% entre el 2004 y 2017
- El sueldo promedio en la agroexportación (formal), al 2019, era de s/.1,400 mensual, 50% por encima de la renta mínima vital de s/.930.
- La tasa de pobreza en las regiones de mayor desarrollo agroexportador, entre 2008 y 2018, cayó más aceleradamente que el promedio nacional (20.5% en 2018, -44% vs 2008) y muy sobre otras regiones: Ica (3% en 2018, -82% vs 2008), Piura (23% en 2018, -53% vs 2008) y Lambayeque (12% en 2018, -68% vs 2008).
A pesar de los logros notables, el gobierno quiere regresar a los tiempos oscuros. Buscan destruir la economía y utilizar la lucha de clases para generar más caos. No hay una propuesta real para que más agricultores puedan incorporarse a la agricultura moderna y la agroexportación, que sólo sucedería con: la construcción de caminos rurales y carreteras, creación de banco de semillas, maquinaria agrícola, riego tecnificado, acceso a fertilizantes e insumos de buena calidad y precios competitivos, entre otros. Pedro Francke ha anunciado que impulsará una banca de fomento agrario, mientras que el actual Agrobanco tiene pérdidas acumuladas desde 2002 de s/.726 millones de soles, con una cartera de créditos al 2020 de s/.144 millones, y una pérdida por castigo de créditos riesgosos por s/.44 millones, un pasivo similar a su cartera de créditos (s/.136 millones). Al 2020, su flujo de caja fue negativo de s/.47 millones, que fue contrapesado con aporte de capital por s/.70 millones.
La historia se repite, con algunas variaciones, para mantener a los agricultores pequeños en la miseria y un aparato estatal grande y corrupto. Finalmente, mientras más miseria, más poder. Lampadia
Referencias
https://www.agrobanco.com.pe/wp-content/uploads/2017/09/ESTADOS-FINANCIEROS-AUDITADOS-2020.pdf
https://www.comexperu.org.pe/articulo/la-fuerza-del-agro-para-enfrentar-la-crisis
https://www.ipe.org.pe/portal/candados-para-los-acuerdos-comerciales/