Con la dación del paquete de decretos emitidos sobre la base del otorgamiento de facultades, el gobierno ya tiene su plataforma básica de gobernabilidad. Ahora los ciudadanos, analistas y políticos tendremos que abocarnos a analizar cada uno de ellos y colaborar en lo que se pueda para que despegue la acción de gobierno.
Pero una pregunta que todos, incluido el gobierno, debemos hacernos es ¿Eppur si muove? ¿Será esto suficiente para impulsar la inversión pública y privada, que nos permitan recuperar una base sólida de crecimiento de la economía que se proyecte hacia la meta del bicentenario, por encima del 5% del PBI?
Cinco porciento del PBI es el nivel mínimo de crecimiento que necesitamos para emprender el acelerado cierre de las brechas sociales y económicas en educación, salud, infraestructuras y tecnología que nos distancian del bienestar general. Con mayores dificultades hoy, en un entorno externo negativo para el comercio internacional, base del espacio de transferencia de riqueza desde el resto del mundo al Perú. Además, un crecimiento satisfactorio es indispensable para lograr un ambiente interno suficientemente tranquilo, que nos ayude a emprender las reformas institucionales sin las cuales, no es posible aspirar al desarrollo integral, así como, la difícil lucha contra la corrupción.
En Lampadia hemos explicado in extenso la potencia de nuestras capacidades productivas, ver: El enorme Potencial Productivo del Perú. Dichas capacidades y potenciales nos permiten aumentar sustancialmente el nivel de inversión, generar empleo adecuado, reducir significativamente la pobreza y la desigualdad y generar los recursos fiscales necesarios para afrontar las brechas indicadas líneas arriba.
Como es de conocimiento general, hasta ahora, en lo que va del nuevo gobierno, no hemos podido dinamizar la inversión. Para hacerlo falta superar dos aspectos fundamentales:
- La toma de conciencia de la población y los medios, de la necesidad de invertir y crecer. Algo que solo puede desenvolverse mediante un programa claro de comunicación que cree un ecosistema propicio a la inversión. Este programa solo puede ser desarrollado desde el gobierno, que debe llamarnos a ‘una gesta nacional por la inversión y el crecimiento’.
- Diseñar y ejecutar una estrategia efectiva para superar el nivel de conflictividad social y política que nos aqueja. Conflictividad que afecta a las inversiones mineras y energéticas, al turismo, y en general a muchas iniciativas de inversión, así como a las operaciones vigentes en distintos sectores de la economía.
Como se dijo en el último CADE, es: ¡Ahora o nunca!
No podemos perder otros cinco años en nuestro proceso de desarrollo. Ver en Lampadia: La política traiciona el sentir popular. (Este artículo, publicado el 26 de diciembre pasado, fue visto por 255,000 personas, fue compartido 502 veces y comentado 564 veces, mayormente en sentido favorable).
En Lampadia estamos convencidos que los peruanos sabemos distinguir entre las contiendas políticas de corto plazo y los intereses nacionales de largo plazo. Todos, incluida nuestra población rural, como lo ha mostrado Richard Webb, hemos sido testigos del gran cambio que se produjo en el Perú, desde el regreso de la inversión privada a liderar el crecimiento desde la promulgación de la Constitución de 1993. (Ver nuestra nota de ayer, que recoge la apreciación al respecto de la BBC). Es evidente que nuestra nueva clase media emergente, nuestros emprendedores y nuestros agricultores no pueden estar de acuerdo en que la conflictividad (política) social siga paralizando las inversiones y el crecimiento del país.
Como ha explicado Carlos Gálvez, el presidente de la SNMPE, si las cosas siguen como van, el impulso de la minería en el crecimiento económico, irá disminuyendo hasta prácticamente desaparecer hacia el 2018, dejándonos ante la posibilidad de que colapse el crecimiento a niveles de 2 o 3% anual.
Por ejemplo, a pesar de las ofertas concretas del gobierno para superar las dificultadas generadas alrededor del proyecto de Las Bambas, y del compromiso de los anti mineros de levantar sus ilegales acciones, las zanjas que cortan de acceso vial al proyecto se siguen manteniendo con absoluta impunidad.
Esta situación debe ser superada cuanto antes. Ya sabemos como: toma de conciencia y comunicación, como hemos explicado líneas arriba. Para cualquier gobierno es muy incómodo tener que afrontar este tipo de situaciones, pero si se ha pedido el mandato popular para gobernar, no queda otra alternativa que más que ‘gobernar’. Lampadia