Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia
En un mercado global como el que nos toca vivir, los individuos, empresas y países deben ser competitivos, y para que un país lo sea, debe considerar múltiples factores, entre los que se encuentran los siguientes:
- Población con calidad y altos estándares de educación, creatividad, capacidad innovadora y de desarrollo de nuevos productos (bienes o servicios).
- Disponibilidad y calidad de infraestructura carretera, ferroviaria, portuaria y aeroportuaria.
- Disponibilidad y mejores costos relativos de energía.
- Disponibilidad y buenos costos relativos de agua de calidad.
- Disponibilidad a costo competitivo y calidad de conectividad informática.
- Stock de capital productivo invertido, con modernidad y eficiencia.
- Facilidades de vivienda con agua, desagüe, servicios de salud y educación.
- Fortaleza del aparato estatal, claridad de sus reglas y estabilidad de estas, magnitud de la burocracia, volumen, complejidad de trámites, tiempos requeridos para permisos o licencias y nivel de corrupción.
- Disponibilidad de gente altamente productiva, número de días no laborables (feriados) y de vacaciones, comparado con los competidores.
- Confiabilidad del sistema judicial, existencia y calidad de jurisprudencia de aplicación forzosa y nivel de transparencia.
- Razonabilidad, simplicidad, estabilidad y competitividad del sistema tributario.
- Estabilidad macroeconómica e independencia de las instituciones que intervienen en el sistema económico, así como libertad y flexibilidad para comerciar internacionalmente.
Es posible que se me estén escapando algunos elementos, pero lo primero que debemos hacer para aumentar nuestra productividad y estar en el radar de los inversionistas, es tratar de destacar por nuestra eficiencia en los factores antes mencionados. Como es evidente, hay algunas cosas que podríamos alcanzar muy fácilmente o que ya logramos, pero hay otras que requerirán ser trabajadas de inmediato, aunque puedan demandar un gran esfuerzo.
Así, la estabilidad macroeconómica, la solidez e independencia de nuestro Banco Central (BCRP) y Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), y los tratados de libre comercio vigentes, son una gran fortaleza.
Nuestro sistema tributario, aunque bastante bien concebido, requiere mayor claridad y estabilidad en la interpretación y aplicación de sus reglas. No se debe variar la forma de aplicación de las reglas inopinadamente y por directivas internas de SUNAT.
Tenemos igualmente ventajas competitivas respecto a la capacidad instalada, disponibilidad, potencial de crecimiento de la oferta y precios de la energía.
Hay algunas cosas en las que estamos desfasados respecto al mundo, pero que podríamos corregir rápidamente, este es el caso de los días no laborados. El Perú, junto con Irán, son los países del mundo con el raro privilegio de contar con 46 días no laborados y pagados, pues tenemos 16 días no laborados (50% más) que el promedio latinoamericano, 36 días más que USA, 30 días más que China, y muchos más (entre 16 y 27) que Canadá, Australia, Japón y Corea del Sur. Ciertamente, reducir esa brecha sería la medida menos populista, pero una de las más efectivas para poder incorporar fuerza laboral joven al mercado formal, con incremento de competitividad.
Por otro lado, nos estamos tomando demasiados años para mejorar nuestra competitividad informática, la mejora sustancial de la conectividad con el uso de la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica (arrastramos los pies desde el año 2017), con lo que podríamos mejorar toda la gestión pública de datos, y con eso, la gestión de los gobiernos, nacional, regionales y municipales, educación, salud, sistema judicial, policial y de las fuerzas armadas. Obviamente, el sector privado sería un importante usuario.
Tenemos, además, cuatro tareas titánicas y de largo aliento, pero de urgente emprendimiento, que son:
- Un potente trabajo de eliminación de la anemia infantil y mejora de la educación.
- Un intenso desarrollo de infraestructura bien planeada y ejecutada.
- Una limpieza profunda y reordenamiento del sistema judicial.
- Un trabajo comprometido de valores de toda la población, y un arduo trabajo de eliminación de la corrupción.
Reflexionemos respecto a nuestras ventajas y desventajas competitivas, puesto que, mientras no corrijamos esas debilidades, seguiremos arrastrándonos a la cola del mundo, sin ser capaces de aprovechar todas nuestras potencialidades.
Para este propósito, debemos lograr que la política no transponga el umbral de las puertas de los colegios, y que pongamos todo nuestro esfuerzo en la niñez. Lampadia