Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 28 de setiembre de 2018
Para Correo Ica y Lampadia
Primero… lo primero. ¡Qué está pasando en nuestros hogares! Allí, en el seno de nuestras familias. Allí, donde el espacio es inviolable frente a cualquier intervención externa. Allí, donde los padres son el máximo ejemplo para los hijos, y los hijos son todo imitación frente a los padres.
Lo digo porque resulta que las denuncias más frecuentes registradas ante nuestra Policía Nacional en Ica son – nada menos que – las de “violencia familiar”. O sea, el esposo le pega a la esposa… o viceversa. El padre – o la madre – le pega al hijo o hija. El tío abusa del sobrino o sobrina. Y hasta el abuelo entra en la colada. Repito… ¡qué está pasando en nuestros hogares! En Ica hay más denuncias por violencia familiar, que robos y asaltos callejeros… por ejemplo.
Nuestros hogares – léase… nuestras familias – están en una profunda crisis. Estoy convencido de que ahí está el germen de la violencia – y la crisis moral – que azota a nuestro país. Toda la podredumbre que vemos en el Sistema Nacional de Justicia, en el Congreso de la República, y – en general – en el Estado y en nuestra sociedad, viene de nuestros hogares. Toda la agresividad que se vive a diario en las calles viene – también – de nuestras familias violentas y disfuncionales. ¡Qué está pasando en nuestros hogares!
Más aún. ¡Cómo es posible que haya anemia en Ica!… si somos grandes productores de frutas y hortalizas. Si producimos de todo… pescado, carne y huevos, leche, menestras, papa, etc. Si tenemos pleno empleo. Si cada vez se venden más vehículos nuevos, ropa de marca, licores, electrodomésticos, computadoras, celulares… y hasta viviendas nuevas. Si la concurrencia a nuestros centros comerciales es cada vez mayor. Y nuestra economía crece y crece sin parar. ¡Cómo es posible que haya anemia en Ica!
La razón es muy sencilla. La anemia se mide en niños de 3 a 36 meses de edad. O sea, en niños recién nacidos… hasta niños de 3 años. Precisamente, la edad en la que los niños no concurren a las escuelas… donde el Estado sí podría intervenir. La edad donde los niños están – al cuidado de sus padres – en los hogares.
Al pan, pan… y al vino, vino. Los hogares peruanos están en crisis. La crisis moral nace en los hogares. La violencia ciudadana también. Incluso la anemia. Y todos tenemos vela en este entierro. No sólo el Estado.
Por ello – dada la importancia y relevancia del tema – he querido referirme a la educación en la región Ica, como una responsabilidad muy importante y difícil de gestionar… que le compete – en primer lugar – a los padres de familia, – en segundo lugar – a los directores y maestros de las escuelas, y – en tercer lugar – a las autoridades y ciudadanos en general. Como se ve – al margen del ranking de las responsabilidades – la educación es tarea de todos… no solo del Estado.
A este respecto, hay países que sancionan a los padres de familia, cuando los hijos cometen actos delincuenciales. Yo creo que se trata de una medida justa. Y yo agregaría. Si un niño – o niña – tiene anemia, y proviene de una familia que tiene casa propia, carro nuevo, televisor de pantalla plana, laptop, celular, etc.… ya saben quiénes son los responsables. Lampadia