Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia
¿Alguien se ha dado cuenta de que, en el Perú, todo se hace pensando en la pequeña o micro empresa? Sólo se piensa en pequeño, en términos de las MIPYMES que, claro, generan más de 11 millones de puestos de trabajo, pero 80% de ellos, informales. El punto es que, si seguimos así, promoveremos, cada vez más, un mayor número de negocios, pero mayor informalidad, menor posibilidad de generar puestos de trabajo dignos, cumplimiento de normas laborales, ambientales y tributarias, postergando nuestro desarrollo.
Definitivamente, estamos contra corriente. Personajes muy disímiles de la historia, con orientaciones filosóficas, sociales y económicas muy diferentes y, en muchos casos opuestas, coincidieron en la idea fundamental de “Pensar en Grande”. ¿Por qué los peruanos no somos capaces de entenderlo y aplicarlo?
Karl Marx, Vladimir Lenin, John M. Keynes, Friedrich Hayek, Amartia Sen, Elinor Ostrom, Jeffrey Sachs, Elon Musk, Mahatma Gandhi y Richard Florida entre otros, si en algo coincidieron, más allá de sus inmensas diferencias, fue en la importancia de “Pensar en Grande”. Y, me atrevería a afirmar, que los peruanos estamos fallando precisamente en esto.
Marx y Lenin, ante su incapacidad para crear riqueza, aspiraban a la expropiación del “gran capital” en favor del Estado, para dirigirlo y controlarlo todo, cual monarcas. Pero, a pesar de sus desviaciones de origen, comprendieron que el capital debía ser manejado en grande, con eficiencia, para el logro de sus objetivos, pues de forma atomizada no lograrían ningún resultado positivo para la sociedad.
Hayek, en cambio, opuesto a la intervención estatal en la economía, tenía una visión de escala respecto a las instituciones y sistemas de precios para el funcionamiento de la sociedad. Defendía que una sociedad libre de regulaciones y restricciones, tendría alcance global, apoyándose, fundamentalmente, en el motor de la prosperidad.
Sen, defendía que el desarrollo económico debía ser visto más allá de la mera acumulación de riqueza, pero centrarse, especialmente, en mejorar las capacidades humanas. Su enfoque en el desarrollo como libertad sugiere que, para mejorar las condiciones de vida de las personas en el mundo, es necesario implementar cambios a gran escala, que amplíen las libertades y capacidades de los individuos.
Ostrom mostró que es posible crear soluciones innovadoras a gran escala mediante la cooperación y la gobernanza descentralizada, especialmente en el manejo de los recursos naturales y solución de los problemas ambientales. Gran mensaje para aquellos que defienden la explotación minera a pequeña escala.
Sachs ha defendido políticas globales y audaces para erradicar la pobreza, combatir el cambio climático y promover el desarrollo sostenible. Sugiere, que los países ricos (diría sus empresas), deben comprometerse a realizar inversiones masivas en ayuda internacional y en políticas que aborden los problemas globales, como la salud, la educación y el medio ambiente, con una visión integral y a largo plazo. Esto significa, que deberíamos aplicar sus mejores tecnologías, en asociaciones público privadas (APP), para acelerar los procesos de solución.
Musk es un ejemplo de alguien que ha impulsado el pensamiento a gran escala en sectores como la energía renovable, la exploración espacial y el transporte eléctrico. Con iniciativas tan disruptivas como la colonización de Marte y el desarrollo de vehículos eléctricos y solares. Musk ha inspirado a muchos a imaginar un futuro radicalmente diferente, basado en la innovación tecnológica y la sostenibilidad a nivel global. El Perú requiere urgentemente una gran dosis de esta audacia y capacidad de pensar en grande y “fuera de la caja”.
Gandhi, pensando en el bien social, apeló a su visión de un cambio global basado en principios éticos y espirituales, lo que representa un enfoque integral para transformar la sociedad de forma sostenible.
Florida propone que las ciudades y las regiones (bien diría los países, como el Perú), deberían enfocarse en atraer talento creativo e innovador para generar prosperidad económica. Sus ideas sobre el «triángulo de la creatividad» (talento, tecnología y tolerancia), sugieren que las sociedades modernas deben pensar a gran escala en términos de cómo fomentar la innovación y la creatividad para impulsar el desarrollo económico y social.
Como se puede apreciar, si nos planteamos la estrategia de atraer talento, educar con enfoque de creatividad y tolerancia al error, inyectando en nuestra cultura una importante dosis de audacia retadora, atrayendo y captando capitales y talento de los países más desarrollados, podríamos hacer alianzas estratégicas, que permitan cubrir prontamente nuestros déficits de infraestructura y cerrar las brechas de salud, justicia, seguridad y educación.
Lo antes dicho, nos llevaría a dar un salto cualitativo, ponernos en el camino de los países desarrollados y reducir la pobreza, a partir de un crecimiento económico muy rápido.
Esta tarea implica:
- Comprensión de la importancia de “Pensar en Grande”.
- Tomar decisiones audaces y disruptivas.
- Atraer talento para renovar nuestros servicios públicos y nuestras empresas.
- Abrir las puertas del país a la inversión privada, para acelerar nuestro progreso.
- Estar dispuestos a actuar en el mundo global y competir cooperando (Coopetition).
Si no cambiamos el enfoque y seguimos pensando sólo en muy pequeño, estaremos destinados a seguir creciendo a no más del 3%, mientras nuestra población crece al 1.5%. Esto es, nunca salir de la miseria.
¡Tenemos que comprender que, no por gusto, todos los pensadores de la historia contemporánea, concuerdan en que debemos “Pensar en Grande”! Lampadia