Jaime Spak
Para Lampadia
La semana pasada publique el artículo “ejemplos”, y hacía hincapié en la necesidad de lograr rescatar los buenos ejemplos para que sirvan de derrotero a las nuevas generaciones que en su mayoría son inmediatistas.
Para alguno de nosotros que pintamos canas, no podemos olvidar que, en la televisión peruana, hubo excelentes ejemplos de locutores, animadores y analistas políticos que son digno de recordar.
- Teníamos animadores como Pablo de Madalengoitia, un hombre culto que nos deleitaba con programas de concursos de conocimiento, como era el programa de Helene Curtis pregunta por 64,000 soles, Pablo y sus amigos, Scala Regala y hasta Cancionísima con la muy simpática Norma Belgrano.
- Kiko Ledgard, que era un deleite sus programas de concurso, que inclusive lo catapultaron a España donde logro un gran éxito televisivo. No olvidaremos sus múltiples relojes en ambas muñecas o sus medias de color diferente.
- Augusto Ferrando con el programa Trampolín a la Fama, que disfrutábamos con la gringa Inga, Tribilín y otros.
- Locutores como Humberto Martínez Morosini, Ernesto García Calderón y Arturo Pomar.
Solo de verlos ya sabíamos que de sus bocas salían noticias ciertas.
- El programa Pulso con Alfonso Tealdo.
Grandes ejemplos de personas vinculadas al mundo de la televisión.
Pablo de Madalengoitia, tuvo muchos programas en la televisión, pero hubo uno en particular que fue realmente importante.
Se llamo “Esta es su Vida”, donde invitaban a una persona que había logrado éxito en la vida.
Tal como lo sugerí en el artículo anterior, debemos de rescatar los buenos ejemplos, para hacer partícipe a la población que una persona honesta, trabajadora y empática, paciente, nos servirá para tenerlo como modelo para la población peruana.
El programa en que rindió homenaje a Walter Ledgard, un campeón de la natación, donde trajeron de sorpresa a Johnny Weismuller, el popular Tarzán del cine, fue maravilloso.
Todo este viaje al pasado sirve de preámbulo, pues la semana pasada hemos sido testigos de situaciones casi delincuenciales que sucedieron en la televisión y en particular en el canal de televisión Willax.
Este canal, que antes de la adquisición del grupo Wong tenía un rating casi inexistente, logró en algunos años con la contratación de periodistas de calidad lograr aumentar su rating y posicionarse como un canal visto por mucha gente.
Sin embargo, presentar a personajes delincuenciales para que puedan pasar por agua tibia y ser referentes, es demasiado.
No nos olvidemos que, en las últimas décadas, el tema de la corrupción es el principal problema de país.
Cuando gente que ha sido condenada por narcotráfico, está ligada a una línea aérea que ya dejo de volar, gente que hizo su fortuna robándole sus propiedades a gente humilde, personas de la farándula o del futbol destacan más por sus escándalos que por sus logros, entonces nos preguntamos:
¿No existe la capacidad de generar un control en estos canales, para que no hagan de estas personas, que son malos ejemplos, participes del incremento del rating?
Como es posible que un delincuente que fue sentenciado a 10 años de cárcel por haber asaltado una pizzería en Miraflores y ser capturado en flagrancia, puede ser ahora invitado a programas estelares en ese canal.
Y no hablemos del tristemente popular Chibolín que, en Panamericana Televisión, durante más de 10 años tuvo un programa que lo uso para lograr prebendas en todos los estamentos del estado.
Congresistas, jueces, fiscales, gerentes de empresas públicas pasaron por ese programa.
Nos estamos enterando de tantas cosas que ya es increíble lo que venimos escuchando.
Incluso este señor que tiene más de 10 denuncias penales era un caserito de su programa.
Lo visto la semana pasada en los programas de Willax es un arroz con mango.
Se ve una evidente disputa entre los conductores de los programas estelares, que seguramente generara una decisión de que alguno de ellos deba de salir de ese canal.
A menos que una persona equilibrada pueda conversar con ellos y que el tema del rating no sea lo principal.
Debemos de regresar a hacer programas que, sin ser aburridos, pueda generar un cambio en ese medio de comunicación.
Existen tantos peruanos de bien que deberían de volver a generar un programa como “Esta es su Vida “que sirva de muy buen ejemplo para las generaciones venideras.
No podemos seguir conviviendo con la mediocridad ni con los malos ejemplos.
Es urgente que todos pongamos un granito de arena para rescatar al Perú de esta gentuza que ha invadido todas las instituciones y sea el motivo por el cual los principales problemas que tenemos que afrontar, sea la corrupción, la delincuencia, el sicariato y la extorsión.
Es urgente que algún medio de comunicación tome esta idea como valida y podamos sentirnos orgullosos de presentar a peruanos de bien, que servirán de muy ejemplo para nuestra juventud. Lampadia