Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia
Continuando con la zaga de artículos referidos a cusqueños que no han escrito con tinta roja durante nuestro bicentenario, me ocupo esta vez del abogado cusqueño Víctor J. Guevara, nacido en 1879, elegido Alcalde del Cusco en 1906 a los 27 años, férreo defensor de la libertad que purgó cárcel y destierro por su oposición a las dictaduras de Augusto B. Leguía y Oscar R. Benavides, constituyente en 1931 e impulsor de la Liga Descentralista y la revista “la Sierra”.
Fue autor de obras como “El problema del Pacífico” en 1923, “Hacia Indolatinia” en 1926, “Filosofía del Supranacionalismo” en 1930 y “Las grandes cuestiones nacionales” en 1939, suscriptor del “Manifiesto” de 1955 contra la Ley de Seguridad Interior impuesta por la dictadura de Manuel A. Odría y autor de una obra precursora para su época “Mundialización de la prensa o de la expresión humana”.
Como constituyente entre 1931 y 1933, destacó por su defensa de la libertad individual y de las libertades de expresión, prensa, del derecho a voto para las mujeres (en tiempos en que la izquierda y el APRA se lo negaban por considerarlo un voto conservador), su defensa de la libertad irrestricta de culto y la descentralización.
Como abogado destacó por la defensa gratuita de la viuda y los huérfanos del asesinado diputado Rafael Grau (hijo de Miguel Grau), cruelmente asesinado en Apurímac por los Montesinos. También por la defensa del general Cirilo Ortega apresado por la sublevación contra Oscar R. Benavides. Como abogado de fuste, no estuvo exento de polémica por sus defensas y forma de patrocinio en el medio.
Sin embargo, Víctor J. Guevara destaca sobre todo por haber sido un tenaz defensor de la libertad de prensa, proponiendo para su defensa “una jurisdicción supranacional”, en la medida en que para él la libertad de expresión es el principal sostén de la libertad y la democracia. También propuso que la Liga de Nacionales, entidad precursora de la ONU, se encargue de la protección supranacional de la libertad de prensa. Sus ideas sobre la necesidad de contar con mecanismos e instancias de protección de la libertad de prensa son anteriores inclusive a la creación de la Sociedad Interamericana de Prensa que recién ve la luz de 1943 y, por supuesto, muy anteriores a la decisión de la Comisión de Derechos Humanos de impulsar la creación de la Relatoría Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión en 1993, mediante un Mandato de ese año.
En tiempos en que los principales periodistas de oposición al nuevo gobierno deben emitir sus programas desde el exterior para evitar la persecución o el apresamiento por fiscales y jueces afines al régimen, en momentos en que se niega el acceso de la prensa a los actos oficinales, en momentos donde se amenaza expresamente a medios de televisión, canales y hasta a los diarios que editorializaban a favor del gobernante que acaba de asumir, encontrar en la historia local ideas como las de Víctor J. Guevara no solo es gratificante y moralmente reparador, sino otra fuente más de reivindicación intelectual para el pensamiento regional.