Jaime de Althaus
Para Lampadia
El portal llamado El Foco ha lanzado contra Lampadia y contra quien esto escribe, infundios dignos de lo que critica en un informe titulado “El cartel de la desinformación de la derecha peruana”.
Coloca a Lampadia como parte de una supuesta red de desinformación y fake news de la derecha peruana, por supuesto sin ninguna prueba ni señalamiento de artículos o informaciones que Lampadia haya publicado con contenido falso o desinformador.
Es decir, una imputación falsa, fake. Desinformación pura. No solo eso, afirma que Pablo Bustamante es empresario -cosa que no es- y que Jaime de Althaus es comentarista económico, que tampoco es.
Si recoge, sin embargo, no sabemos si a título de qué, una nota del semanario Hildebrandt en sus Trece que señala que yo he escrito artículos defendiendo a Ricardo Briceño, ex presidente de la CONFIEP, en buena cuenta porque Lampadia recibió 306 mil soles (USD 81 600) de la CONFIEP. Y glosa el comentario de Hildebrandt diciendo que en esos artículos debí haber colocado en letra pequeña “Yo he recibido plata”. Insinuando, en buena cuenta, que la CONFIEP me compró.
Todo ladrón cree que los demás son de su condición, como reza el refrán. Jamás he escrito algo en lo que no tenga convicción. Escribo porque creo que hay ciertas ideas que deben prevalecer para que el Perú crezca y se desarrolle en todos los órdenes. Defiendo esas ideas y batallo para iluminar la realidad con ellas. Pero hay quienes no entienden eso, y por eso le atribuyen a otros lo que ellos son.
Cuando el año 2020 Lampadia decidió llevar adelante una campaña de televisión y redes llamada “Defensores de la Inversión”, porque la inversión era atacada y el crecimiento desmayaba, y estábamos perdiendo el rumbo, acudió a personas, empresas, y gremios para financiarla. CONFIEP, entre muchos otros, aportó.
Eso no tiene nada que ver con Briceño, a quien conozco hace muchos años y a quien he escuchado contar la historia de la delirante arbitrariedad fiscal y judicial que ha sufrido casi desde el primer día, mucho más grave aún que las imputaciones a políticos por hechos que no eran delito y que por ello configuraban -y configuran- una forma de persecución política, destruyendo o debilitando parte importante de la clase política nacional en un país ya políticamente paupérrimo.
No hay medio, analista o abogado serios que no sean conscientes del abuso cometido con Briceño, de lo absurdo de la acusación. Y muchos lo han dicho o escrito. Lo que habla de la débil relación de El Foco con la verdad es más bien no haberse sumado a esa condena y presumir alguna veracidad al escribir que “Ricardo Briceño, expresidente de CONFIEP, está acusado de usar 2 millones de dólares de su gremio para la campaña de 2011”, al punto de pensar que si alguien lo defiende es porque ha sido pagado. Debe ser el único medio que no se ha percatado de lo evidente: que el caso es de una injusticia flagrante.
Exigimos a ese portal que se rectifique. Lampadia