La primera jornada del CADE 2013 ratifica la reconfortante noticia acerca de que, como parte de nuestro crecimiento económico y desarrollo, ha surgido una clase empresarial que comienza a formular un proyecto de país en el mediano y largo plazo. En la historia del Perú del siglo XX siempre solíamos hablar de la precariedad de la democracia, la economía y de la ausencia de una conciencia empresarial. Hoy avanzamos hacia el cuarto proceso electoral ininterrumpido, sostenemos dos décadas de economía de mercado, crecimiento y reducción de la pobreza y, sin temor a equivocarnos, ya podemos hablar de la emergencia de una clase empresarial que se ha propuesto no solo invertir sin temores sino también de pensar el país y proponer políticas para una relación fructífera entre el Estado y los empresarios.
Uno de los aspectos más relevantes de la primera jornada del CADE fue la presentación de Carlos Rodríguez Pastor, CEO de Intercorp, una de las empresas líderes del actual crecimiento peruano que al cierre de este año facturará US$ 4 mil millones, atiende a más de ocho millones de clientes y emplea a 50 mil trabajadores. La exposición de Rodríguez Pastor estuvo centrada en la receta que le ha permitido a Intercorp convertirse en una de las empresas más grandes e innovadoras del país: valores, visión, la calidad de la gente, audacia en la innovación y la ejecución de los proyectos. Los ingredientes de la receta de Rodríguez Pastor no serían posibles sin un espíritu que el exitoso empresario lo resumió citando la experiencia de Walt Disney, quien realizó sus sueños mediante los siguientes pasos: Sueña, cree, atrévete y hazlo.
Otro de los aspectos interesante de esta primera jornada del CADE fue la reflexión de los empresarios sobre la reciente historia del país. Se repasaron los años sesenta, se describieron las tragedias de los setentas con las estatizaciones velasquistas, se narraron las hecatombes de los ochenta y la dolorosa recuperación de los noventa. Finalmente, todos celebraron el camino de la prosperidad que se consolidó a partir del 2000. La conclusión de esta revisión histórica fue que los estatismos y los socialismos son ideas y propuestas que pertenecen al pasado y que terminaron hundiendo al país hasta las reformas de los noventa.
En síntesis las noticias de esta primera jornada del CADE 2013 nos confirman que ya podemos empezar a hablar de una clase empresarial que se propone una visión integradora del país, que no solo piensa en el presente sino que sufre el mediano y largo plazo. La historia y las teorías sociológicas nos señalan que cuando surge un empresariado con conciencia nacional la estabilidad de la democracia y la economía de mercado se fortalecen considerablemente.