Durante los últimos 20 años se ha producido en el Perú, una gran transformación económica y social que avanza cada vez más rápido y cubre mayores espacios de la vida nacional. ¿Cuál debe ser la perspectiva de análisis para evaluar nuestra situación actual y poder así establecer la agenda pendiente? ¿Puede ser la de Grecia, España o Irlanda?, países que, lamentablemente, van ahora de más a menos, y que al enfrentar graves problemas de crecimiento, desempleo y pobreza, empiezan a acusar un aumento de la desigualdad.
En cambio, el Perú va de menos a más, ¿Cuál debe ser nuestra perspectiva? Debe ser la del vaso medio lleno, donde lo importante, más que criticar y falsear la realidad, debe ser cómo terminamos de llenar el vaso.
Todos los indicadores económicos y sociales del país nos dicen nítidamente que los peruanos estamos yendo de menos a más en un proceso de desarrollo sólido, aunque aún insuficiente para superar el inmenso atraso que hemos acumulado por décadas. En los últimos veinte años han mejorado muchas cosas, más notoriamente del 2001 al 2011, etapa en la que se ha incrementado la inversión, acelerado el crecimiento y reducido rápidamente la pobreza y la desigualdad.
También hemos presenciado una reducción significativa de la desnutrición y de la mortalidad infantil, un aumento sustancial de los ingresos y del empleo adecuado, una mejor distribución de ingresos y empleo a lo largo y ancho del país, habiendo crecido más fuera de Lima, en lo rural y en la sierra y la selva sobre la costa. Asimismo, ha mejorado la sensación de optimismo y felicidad de los peruanos.
En este contexto positivo y elegantemente optimista que vivimos ahora, nos sorprende ver que sectores informados como el diario Gestión, escriben editoriales y notas periodísticas en las que se afirma, por ejemplo, que solo el 10% de los peruanos tiene empleo adecuado cuando en verdad son ocho o diez millones de personas las que lo tienen. Estamos hablando del 50 o 60% de la PEA, dependiendo la fuente (INEI o Ministerio de Trabajo). Además, entre el 2005 y el 2011, el subempleo ha bajado de 68 a 43% de la PEA.
En base a la Encuesta de Hogares (Enaho) 2005 – 2011 del Instituto Nacional de Estadística (INEI), Macroconsult ha informado que la población adecuadamente empleada se incrementó en 97.6%, pasando de 4.2 millones a 8.3 millones de personas. Para el mismo período, el Ministerio de Trabajo afirma que el empleo adecuado aumentó 90.4%, pasando de 5.2 millones a 9.9 millones.
En esos mismos editoriales y artículos se nos pretende persuadir de que estamos mal porque los peruanos promedio todavía no tenemos ingresos que nos permitan viajar al extranjero, o pagar seguros privados, por ejemplo.
Frente a la confusión que genera la desinformación, proponemos hacer un análisis objetivo de las cifras que reflejan la situación económica y social del Perú, para, desde esa perspectiva, preguntarnos qué es lo que nos hace falta para avanzar hacia el bienestar general y nivelar el piso de oportunidades para todos los peruanos. ¿Cómo hacemos para seguir creciendo y reduciendo la pobreza y la desigualdad, y creando oportunidades para todos? Nuestras obvias carencias están en educación, instituciones, infraestructuras y clima de inversión, entre otros. Basta de jugar al gana-gana, hagamos el balance de lo avanzado y conciliemos la agenda pendiente.
El banco global HSBC dice que para el 2050 podemos ser la economía número 26, ¿vamos a dejar pasar esta oportunidad?