El Impacto Transformador de la Semana de Líderes de APEC en Lima
Gonzalo Parró 2024
Para Lampadia
Organizar los diferentes eventos del año de APEC en Perú ha involucrado a numerosos actores con diferentes roles interconectados: desde la empresa privada, instituciones y los gobiernos regionales y central. Cada decisión, cada detalle y cada esfuerzo individual contribuyen a un objetivo común.
Como decía Walt Disney, “todo lo que logramos pertenece al equipo, un tributo al esfuerzo combinado”. Sin importar quien sale en la foto, APEC es el ejemplo de cómo un evento y su trabajo conjunto puede transformar una ciudad o un país y marcar su futuro.
En el colegio, nos enseñó química Don Pedro Salomón, un maestro brillante. Su pasión iba más allá de las fórmulas en la pizarra; era un guía que nos invitaba a comprender cómo pequeñas acciones pueden generar grandes transformaciones.
La catálisis, por ejemplo, es un proceso donde un agente acelera una reacción sin perder su esencia. Nosotros queríamos pasar rápidamente de las fórmulas a los experimentos en el laboratorio, con tubos de ensayo y mecheros Bunsen. Pero para lograr resultados efectivos y duraderos, siempre era necesario respetar los tiempos.
Hoy, al reflexionar sobre la Semana de Líderes de APEC en Lima, podemos entender cómo este concepto se conecta con la dinámica de los eventos globales. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Events Industry Council (EIC), los eventos de negocios no son solamente plataformas de diálogo y negociación; son auténticos catalizadores de desarrollo que transforman comunidades, economías y redes internacionales. Y, como en química, toman tiempo.
Eventos globales: catalizadores de desarrollo y legado
Tanto la OCDE como el EIC coinciden en que los eventos globales generan beneficios que trascienden lo inmediato.
Estos eventos impulsan inversiones, fortalecen capacidades locales y fomentan la innovación, además de servir como plataformas para el intercambio de conocimientos y la creación de redes estratégicas.
Su impacto más significativo radica en el legado que dejan: nuevas políticas públicas, alianzas estratégicas y el posicionamiento competitivo de las ciudades anfitrionas en un mundo globalizado.
Aunque algunos efectos se manifiestan a largo plazo, su contribución al crecimiento sostenible y tangible es innegable.
Perú como un laboratorio de oportunidades
Al igual que en el laboratorio de Don Pedro, los eventos de negocios ofrecen a Perú la oportunidad de acelerar su desarrollo y posicionarse como un centro de innovación y cooperación global.
Los eventos no son solamente espacios para discursos y cócteles; son espacios vivos donde se gestan ideas, se consolidan acuerdos y se preparan cimientos para un futuro sostenible.
Si algo aprendí de mis clases de química es que el cambio no ocurre por accidente: requiere agentes, energía y visión.
La organización profesional de reuniones de negocios debe cumplir objetivos y cumplir con los catalizadores que Perú necesita para convertir su potencial en resultados concretos, con un impacto que resonará mucho después de cuando los invitados dejen Lima. Lampadia