Entrevista a Moisés Naím, Escritor
Por: Pedro Escribano
La República, 14 de abril de 2019
Moisés Naím. Periodista y escritor venezolano ha publicado Dos espías en Caracas, una novela thriller de amor y espionaje cuyo telón de fondo es la situación de Venezuela en tiempos del expresidente llanero.
Moisés Naím es un periodista y escritor venezolano cuyas columnas de opinión se publican en muchos diarios del mundo. Crítico, sagaz, riguroso en el dato, nos dice –a través del teléfono– “que no publica nada que no sea verificable”. Así lo demuestran sus numerosos libros de análisis y de investigación. Pero esta vez ha caído en la tentación de escribir una novela, Dos espías en Caracas (Ediciones B) donde recrea, a través de una historia de amor y espionaje, los tiempos de Hugo Chávez Frías, el desaparecido expresidente de Venezuela.
Cristina Garza, que trabaja para la CIA, e Iván Rincón, miembro del servicio secreto cubano, son enviados por sus respectivos países a Caracas ante la aparición política de Hugo Chávez. La ironía de la vida quiso que entre ambos, siendo rivales, sin revelar sus identidades, nazca el amor. El autor se sirve de este romance para contar la historia de Hugo Chávez y el poder político, las mafias del narcotráfico y conspiraciones.
“Escribí la novela para contar todo lo que investigué y se sabe del chavismo aunque, por obvias razones, resultará difícil de probarlo. También porque me di cuenta a través del periodismo y sus técnicas se que me sería muy difícil explicar lo que pasó en mi país. La ficción me permite narrar con detalle todo lo que sé y lo que imagino que pasó en Venezuela”, afirma Moisés Naím.
Entonces, podemos decir que lo suyo es su versión sobre la situación de Venezuela.
Pero desde la ficción. Me liberé de mis requisitos de mis columnas y trabajos de no ficción para narrar sobre el chavismo.
¿Cual fue la necesidad de crear dos personajes espías?
Yo no quería hacer un texto que fuera un manifiesto político, un texto que fuera pedagógico, didáctico. Yo quería hacer una novela thriller, que fuera divertida y que en el proceso se descubriera lo que estaba pasando en Venezuela tal como yo creo que estaba sucediendo. Pero también hay otros personajes.
Cuando usted crea un personaje como el Pran, el mafioso y narcotraficante ligado al poder político, ¿se puede leer que el chavismo tiene un soporte por ese lado?
Absolutamente sí. La criminalización, el crimen organizado, forma parte integral del régimen de Maduro y, bueno, no hay que olvidar también que durante el gobierno de Chávez el crimen organizado se consolidó en Venezuela. En Venezuela hay todo tráfico ilícito de personas, de armas, dinero, por supuesto de droga. Los dos espías reflejan una realidad, que es shock que hay en América Latina, entre la derecha e izquierda, la democracia y la autocracia, el capitalismo y socialismo. En todos nuestros países hay esas ideas, pero también hay una tercera fuerza que golpea nuestra realidad, es el crimen organizado. Entonces, cada una de esas fuerzas está encarnada en los protagonistas espías.
Hugo Chávez fue de origen popular y tuvo sueños de justicia, ¿lo devoró el poder?
Sí, yo trato de presentar a un Hugo Chávez a través de una visión no maniquea, blanca o negra, sino Chávez con todas sus bajezas y grandezas, con su talento y sus defectos. Chávez era un político muy talentoso, lleno de malas ideas. Y tuvo todo el poder y todo el dinero. Durante el gobierno de Chávez, Venezuela recibió un tsunami de dólares porque el precio del petróleo se disparó. Se llenó de dinero, pero no le bastó con eso sino también pidió prestado y se lo gastó. Hoy en día Venezuela es uno de los países más endeudados del mundo. Los niños ahora tienen que comer basura en las calles. Los ancianos se mueren por falta de medicina. Sí, Hugo Chávez fue un político muy talentoso, con una gran capacidad de conectarse con el pueblo. Yo creo que inicialmente tenía una sed de justicia, una sensibilidad especial por los pobres, pero después todo eso le importó poco porque lo que le interesaba era mantenerse en el poder.
El narrador pareciera que en algunos pasajes caricaturiza a Chávez, por ejemplo, cuando sus compañeros están dando el golpe de Estado mientras que él, frente a un espejo, relamía su ego.
Eso pasó. Esa no es ninguna invención tergiversada del autor. He sabido que durante el golpe de Estado que él organizó todo dependía de que él atacara en cierta hora de donde estaba, que era muy cerca del palacio de gobierno y, teniendo todas las fuerzas, no lo hizo. Eso pasó, es una historia comprobada.
Venezuela está entre el interés norteamericano y el interés cubano…
Claro que sí, pero esto va más allá de Venezuela, que es un caso extremo que como tal lo ilustra muy bien. Todo está entre el choque de derecha e izquierda y el crimen organizado en medio. Todas esas fuerzas están moldeando nuestra región. Y bueno, el libro explica cómo funciona.
En la novela, Fidel Castro como que maneja con hilos a Hugo Chávez…
Eso es muy subjetivo, pero yo estoy convencido de que fue así, hay bastantes evidencias de que fue así. Castro es conocido como un manipulador de personas, no es sorpresa.
Dígame, ¿Trump no está haciendo lo mismo con Juan Guaidó?
No lo creo. Creo que Guaidó, hasta donde yo sé, no se ha reunido una sola vez con Trump, mientras que la relación de Chávez con Castro era cotidiana, de interacción personal.
Pero Guaidó ha dicho que una opción para sacar a Maduro es la opción militar y quien ofrece la intervención militar es Estados Unidos…
No lo sabemos. El representante de Trump para Venezuela ha dicho que eso no está contemplado. Pero mi libro no es sobre eso. Mi libro termina con la muerte de Chávez.
La novela no termina en tanto que ahora Rusia y China están con Venezuela. Allí tiene otra novela.
Allí está pasando una cosa geopolítica muy trágica, muy mala porque quienes sufren son los venezolanos, mientras que las grandes superpotencias hacen sus manipulaciones y sus juegos. Recuerde que los países no tienen amigos, tienen intereses. Tanto Cuba como los americanos, rusos, chinos están en Venezuela no por amistad sino por interés.
¿En ese sentido, a Estados Unidos no le interesa la democracia sino el petróleo?
Yo no diría eso. Hay que recordar que a Estados Unidos no le interesa el petróleo venezolano. La importación del petróleo venezolano ha caído casi a cero. Estados unidos ya tiene una cierta independencia energética. Yo lo que creo que todo sobre Estados Unidos es hipotético y todo sobre Cuba es real. Los cubanos están en Venezuela hace veinte años.
Venezuela sufre la ineptitud y dictadura de Maduro, ¿acaso no padece también el bloqueo de Estados Unidos?
La tragedia del venezolano, como el desabastecimiento terrible, ocurrió cuando no había ninguna sanción ni bloqueo. La tragedia de Venezuela es hecha por Venezuela, Nicolás Maduro y Hugo Chávez.