Las inversiones no avanzan a la velocidad necesaria. Por ejemplo, hoy existen 33 de 75 contratos petroleros paralizados por motivos de ‘fuerza mayor’, que deben obtener permisos y completar todos los trámites burocráticos para seguir invirtiendo. Esto ‘paraliza el reloj’ de los contratos que no puedan ejecutarse en los plazos previstos por responsabilidad del Estado. Ocurre en minería, pesquería, y en un sinfín de sectores. Toda esa inversión podría estar generando más empleo y recaudación, pero enfrenta una tramitología kafkiana. Muchos se aburren y se van. Por ello, se necesita Ventanillas Únicas para las inversiones, que las acompañen en todo el proceso burocrático, con funcionarios comprometidos a hacer realidad los proyectos a tiempo, acorde con la ley. Una ventanilla en la que se reciba con rapidez todos los requisitos, los que deben reducirse a lo estrictamente necesario, sin bajar estándares, pero sí acabando con la burocracia.