Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia
Con su mala gestión y malos colaboradores, el Presidente Castillo, en 120 días, se ha ganado, lamentablemente, calificaciones muy negativas por parte de la población.
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58% no confía en Pedro Castillo
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49% estaría de acuerdo y podría estar de acuerdo en vacarlo.
Ojo que los resultados de esta encuesta, encomendada por Lampadia a Ipsos Perú, no recogen dos eventos recientes, como son la afrenta contra la economía peruana de la Primera Ministra en Ayacucho y el hallazgo de 20,000 dólares en un baño de Palacio de Gobierno.
La caída en la opinión pública del presidente, no se debe a maniobras políticas de la oposición, sino a sus propias deficiencias, que se hacen evidentes todos los días.
Por ejemplo, el 70% de los nombramientos de ministros se consideran desacertados, porque nombró a personas no calificadas, corruptas, vinculadas al terrorismo o que cometieron errores graves, cuando el 81% considera que se debe nombrar a profesionales independientes y experimentados.
Igualmente:
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El 83% cree que la posibilidad de encontrar trabajo es peor o igual que hace 6 meses (cuando ya estábamos mal)
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El 70% considera que sus medidas no ayudan o desalientan la creación de puestos de trabajo
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El 96% considera que los precios que inciden en el costo de vida han subido poco (20%) o mucho (76%)
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Así mismo, el 70% considera que sus medidas no ayudan o generan el aumento de precios
Un tema crucial para todos los peruanos es el de la corrupción en el gobierno. En este aspecto es evidente que Castillo muestra muy malos resultados. Cada día es más evidente que se rodea de personas abiertamente corruptas, como el secretario de Palacio, o son muy sospechosas de corrupción.
El 65% de la población considera que no hace nada para evitar la corrupción, o que sus decisiones y actitudes aumentan la corrupción de su gobierno.
Por otro lado, el 66% considera que no toma medidas o contribuye al mal funcionamiento del Estado.
Esto es especialmente grave, cuando todos los peruanos somos testigos de las deficiencias de los servicios de educación y salud, del deterioro de las infraestructuras sociales y económicas y del desperdicio de recursos fiscales a lo largo y ancho del país.
Es alarmante que además el gobierno haga intentos para acabar con la meritocracia en educación y en todo el sector público.
Es muy lamentable que el gobierno de Castillo y Perú Libre no reaccione a la evidencia de deficiencias en su gobierno y que persista en profundizar los errores.
Es urgente que se convoquen buenos ministros y funcionarios públicos, que puedan compensar las deficiencias estructurales del presidente y su partido.
Los pueblos no son idiotas. Como decía Abraham Lincoln:
Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo.
Puedes engañar a algunos todo el tiempo.
Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.
Lampadia