Por: Alfonso Bustamante Canny.
Perú21, 19 de enero del 2022
“El Proyecto Majes se concibió en 1966 como un proyecto de desarrollo regional agrícola e hidroenergético, derivando las aguas de los ríos Colca y Apurímac”.
Desde que tengo uso de razón, he oído del gran proyecto Majes-Siguas, que dinamizaría la economía arequipeña generando divisas, bienestar y desarrollo, reteniendo, además, el talento nativo en las actividades económicas que este proyecto generaría.
El Proyecto Majes se concibió en 1966 como un proyecto de desarrollo regional agrícola e hidroenergético, derivando las aguas de los ríos Colca y Apurímac en las zonas altas y acumulando para ello, el recurso hídrico excedente de la temporada de lluvias en reservorios. Este proyecto irrigaría las pampas de Majes asegurando la alimentación de la población y con amplia capacidad de generar divisas por la agroexportación. Tendría también capacidad hidroenergética limpia por casi 600 MW, solventando las necesidades energéticas de la región que hoy es deficitaria.
Se inició la primera etapa en 1971 con la construcción de la represa de Condoroma y un sistema de conducción hidráulica de más de 100 km de túneles para llevar el agua hasta las pampas de Majes e irrigar apenas 14,000 hectáreas. La segunda etapa aprovecharía la infraestructura existente y lograría irrigar 38,000 hectáreas adicionales en las mismas pampas. Se tardó 40 años para entregar la segunda etapa de este proyecto en concesión, lo que sucedió en diciembre de 2010.
Los mencionados gobernadores han incurrido en responsabilidad civil por omisión de funciones y el resarcimiento es solidario. Deben ser investigados y sancionados oportunamente para evitar la prescripción. Los responsables de privar a Arequipa del progreso que trae US$2,700 millones en inversiones agrícolas y jornales chacareros por US$400 millones al año merecen escarmiento ejemplar para crear consciencia de la responsabilidad que entraña gobernar en las regiones y en el gobierno central.