Pedro Castillo debe llamar a Pedro Beltrán
Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia
Se acabó la confianza del ‘pueblo’ en el presidente Castillo. Su tan cacareada e ilusa representación del pueblo peruano, le dice a Castillo hasta aquí nomás. O rectificas tu comportamiento y tu gestión, o en un par de meses ya no tendrás el apoyo de nadie. Así se pueden interpretar los resultados de la última encuesta de Ipsos para Lampadia.
Ver en Lampadia: Castillo se consume – Ídolo de barro.
En verdad es muy lamentable que a seis meses de asumir el cargo, el presidente haya acumulado un pasivo tan grande, que no permite ya asumir la tarea de conducir el país, a no ser que llame de primer ministro a Pedro Beltrán y que guarde bajo su sombrero, sin verlos, sus planteamientos.
El 63% de los ciudadanos mayores de 18 años, considera que cuando Castillo hace declaraciones, miente. Esto se repite en todos los segmentos de la población, en todos los NSE, desde A hasta E, en ambos géneros y en todos los rangos de edad.
Pero lo que resulta dramático es el siguiente conjunto de indicadores, 63% considera que miente, 66% que sus decisiones son equivocadas, el 72% que sus nombramientos son equivocados, y el 50% llega a considerar que el presidente está involucrado en actos de corrupción.
La confianza es indispensable para cualquier gobierno, excepto si lo que se busca es imponer una autocracia. Algo muy preocupante en este gobierno, pues tanto al presidente como al partido de gobierno, parece no importarles la pérdida de confianza.
Más allá de la pérdida de confianza en el presidente, nos estamos jugando la confianza en el país. Algo que tomo mucho tiempo lograr, y que al Perú le tomó muchos años, estableciendo normas de transparencia y garantías legales.
Un caso que permite ver la importancia de la confianza en un país, se dio hacia el año 1992, cuando una medida similar generó dos reacciones distintas, una en el Reino Unido (RU) y otra en Brasil. Cuando ese año, el Reino Unido devaluó la libra esterlina en 15%, los inversionistas lo interpretaron como un ajuste positivo, y se volcaron a invertir en el RU. Pero por la misma época, cuando Brasil devaluó su moneda en 15%, los inversionistas consideraron que era el inicio de una crisis mayor.
¿Cuál era la diferencia? La historia del país. El RU tenía una tradición de cumplir sus compromisos, mientras Brasil había incumplido con ellos varias veces.
Por ello, cuando el Perú regresó al concierto de la economía global, hubo que establecer la autonomía del Banco Central, garantizando que no podría financiar al Tesoro. Hubo que crear los contratos-ley, la igualdad ante la ley de las inversiones nacionales e internacionales, los mecanismos de estabilidad tributaria, etc.
La confianza tomo mucho esfuerzo y tiempo. Perderla, un abrir y cerrar de ojos, cuando se persiste en el error.
Presidente Castillo, solo le queda llamar a Pedro Beltrán. Lampadia