Entrevista al Dr. Humberto Abanto
El Reporte
9 de marzo de 2025
Glosado por Lampadia
Desde hace varios lustros, el sistema de justicia está pasando por una situación de deterioro y es urgente aplicar reformas para recobrar la confianza de la ciudadanía. En ese sentido, el Dr. Humberto Abanto lanzó la premisa de aplicar una reforma en la justicia peruana para restablecer la tranquilidad y la esperanza en la población.
Usted mencionó que el sistema de justicia se puede reformar en 40 días, ¿es cierto esto y cómo sería?
Sí, si la Presidente de la República y el Congreso quieren la reforma, yo soy de los que sostiene que el sistema de justicia se ha podrido como el pescado, desde la cabeza, y entonces tenemos que cambiar la cabeza.
¿Qué significa esto?
La Corte Suprema funciona con más de 40 jueces supremos, solo 18 son titulares. La idea es que todas esas salas transitorias que tienen ya largos años funcionando se conviertan en salas permanentes y sus plazas salgan a concurso para la selección de jueces supremos titulares. Para eso se necesita hacer tres cosas.
Una reforma pequeña en la ley orgánica del Poder Judicial. Lo mismo hay que hacer en el Ministerio Público, donde hay tres fiscalías supremas transitorias que tienen también algún tiempo y que deberían convertirse en permanentes. De tal forma que también reformando la ley orgánica del Ministerio Público, el Decreto Legislativo 052, tengamos 20 plazas nuevas de jueces supremos y tres plazas nuevas de fiscales supremos.
Hacer que el Ministerio de Economía financie estas nuevas plazas con un crédito suplementario que luego se incorporaría a los siguientes presupuestos.
Y ordenar que tanto la Presidente de la Corte Suprema como la Fiscal de la Nación remitan de inmediato, bajo responsabilidad y bajo sanción de destitución, las listas de las plazas a convocar para que la Junta Nacional de Justicia lleve adelante la selección de estos jueces y fiscales supremos. Y esto ha pasado por una cuestión de que vemos al país que está inmerso en varios temas de justicia.
Vemos que la justicia en el Perú está deteriorada en función de que la población tampoco le tiene fe
El problema es ese. Lo que tenemos que entender nosotros es que la democracia y todo su sistema de funcionamiento no existen en la naturaleza. Para que existan, todos tenemos que estar de acuerdo en que funcionen. Y tenemos que creer que realmente funcionan. Si alguno de nosotros, si una mayoría, como pasa en el Perú, 70 u 80% del país no cree en la justicia, es que tu sistema no está funcionando. Tienes que reformarlo. Yo soy enemigo de que el Congreso y el Gobierno intervengan en el Poder Judicial o intervengan en el Ministerio Público, tenemos que reformar- los desde dentro. Y para eso tenemos que abrir las puertas, hacer un poco lo que ocurrió con la Iglesia Católica en 1962, cuando se hizo el Concilio Vaticano II. Hay que abrir puertas, hay que abrir ventanas, para que salga el moho, para que salgan las telarañas, para que pueda respirarse un aire limpio. Básicamente es atacar el problema desde adentro.
Mencionó algo interesante. Reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial y la reforma de la Ley Orgánica del Ministerio Público. Explíquenos un poco más esto
Lo que pasa es que las alas que componen la Corte Suprema están previstas en la Ley Orgánica. Entonces, como no se puede hacer más, se crean transitorias. Eso da pie a la provisionalidad. La propia señora Tello dijo que uno de los grandes problemas de la Corte Suprema es la provisionalidad. Bueno, ahí está. Esta es una oportunidad de oro para que el Congreso y la Presidente de la República acojan su preocupación y tomen acción. Yo creo que con 20 nuevos Jueces Supremos y con 3 Fiscales Supremos nuevos, tenemos una nueva Sala Plena de la Corte Suprema y una nueva Junta de Fiscales Supremos. Y a partir de ahí establecemos las reglas para la reforma hacia abajo de Fiscalías Superiores, Fiscalías Provinciales y en el Poder Judicial de las Cortes Superiores, los Juzgados Especializados y los Juzgados de Paz.
¿Qué debería hacer el Gobierno de turno para que en 40 días se puedan desarrollar estos cambios?
Si la señora Boluarte estuviera de acuerdo y lograra convencer al Ministro Salardi, ella podría pedir la palabra en 10 días al Congreso de la República a lanzarle el gran mensaje de la reforma de la Justicia. Y diría, esto es lo que tenemos que hacer, lo que el Gobierno propone y este es su aporte. Aquí está el proyecto de reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial y el proyecto de reforma de la Ley Orgánica del Ministerio Público y aquí está el crédito suplementario para financiar estas nuevas plazas, para renovar y remozar y potenciar nuestro sistema de justicia.
Y por fin se logre esta confianza de alguna forma plena que necesita el ciudadano.
Y ordenar que la Junta Nacional de Justicia convoque al concurso y lo termine de la manera más pronta. ¿Cuál es el debate que hay que hacer? Para modificar estas leyes se necesitan 66 votos. Yo no creo que no los haya, si han tenido ciento y pico votos asustados para reponer la detención preliminar en el Congreso, 66 votos para hacer algo bueno deberían haberlos. Y también para ambas reformas, para aprobar el crédito suplementario se necesita mayoría simple, ni siquiera mayoría calificada.
¿Usted cree que esto se haga efectivo considerando el Parlamento que tenemos?
Yo sí creo, el Parlamento está siendo cruelmente atacado. Este Congreso, en el que hay malos elementos, como hay malos elementos en todas partes,
Desapareció la SUNEDU, o sea, la SUNEDU como estaba ya no existe. La ha reformado para que sirva a los propósitos y no para que se convierta en un control de los contenidos educativos universitarios.
Nombró al defensor del pueblo,
Nombró un nuevo Tribunal Constitucional que nos ha liberado del secuestro de la Constitución en el que estuvimos sometidos por largos años.
Ha dado normas bastante buenas, ha retrocedido en otras cobardemente, como digo yo, como el indio asustado ha tirado el escudo, la lanza y hasta el taparrabos y ha salido corriendo.
Pero en general ha servido bastante para desarmar esto que yo he llamado el patíbulo jurídico que la izquierda había construido en Perú.
Esta podría ser la cereza de la torta.
Y esta podría ser la oportunidad para por fin reformar todo este sistema de justicia.
¿Cuál es la finalidad concreta de estas reformas? Al margen de obviamente recuperar la fe de las personas.
Lo más importante es que haya un sistema que funcione. La Corte Suprema está abotagada de casos, los resuelve muy lentamente y necesitamos gente que esté realmente comprometida con el tema. Si usted mira los concursos en el Consejo Nacional de la Magistratura y en la Junta Nacional de Justicia ahora, va a ver que una de las preguntas que todos los consejeros antes y los miembros de la Junta hoy le hacen, ¿Usted qué va a hacer con la carga procesal? ¡Ah! Yo la voy a enfrentar, la voy a reducir, tengo la experiencia para hacerlo. Una vez que lo decimos, la primera excusa para que no avancen es que hay mucha carga procesal. O sea, saben que hay una carga procesal, saben que la tienen que afrontar y luego se la cargan a la espalda y dicen listo. Mala suerte, pobre justiciable que espere. Necesitamos normas más duras además. Juez que destruye una vida, fiscal que destruye una vida tiene que ser echado del Ministerio Público o del Poder Judicial. Las normas tienen que ser draconianas. El que abusa, el que atropella, el que destruye vidas, patrimonios, libertades, tiene que ser expectorado. Porque en el Perú tenemos que empezar a construir una tradición de respeto al ciudadano y de control del poder. Entonces hay que endurecer la ley de carrera judicial y la ley de carrera fiscal. Hay que endurecer las normas procesales porque acá los jueces se pasan por el forro los plazos procesales. Los fiscales también. Y luego la excusa es la carga procesal y la Junta Nacional de Justicia dice pues pobrecito, tiene carga procesal. No señor, usted no cumple con los plazos o usted se va.
Es una constante lo que usted menciona, la falta de respeto al ciudadano.
Y a los abogados.
¿Qué se necesita para que se ejecuten estas reformas?
Lo que se necesita es que la señora Boluarte tome la decisión. Que voltee a su gabinete, a su Consejo de Ministros y le diga vamos por esta ruta. Que obtenga el voto aprobatorio de su Consejo de Ministros. Que el Ministro de Economía facilite los recursos. Que vaya al Congreso y que se conviertan estas propuestas en leyes y que se ejecuten inmediatamente.
¿Qué tan probable es que la Presidenta tome esta decisión?
Eso solo la Presidenta lo sabe. Acá me he hecho acordar con un pasaje del general en su laberinto cuando citaban que José Palacios, al secretario de Simón Bolívar, le preguntaban ¿qué piensa él? Y le dice lo que mi señor piensa, solo mi señor lo sabe.
¿Cree que le dé la fuerza para poder reformar esto?
No necesita más fuerza que la fuerza que la Constitución le da. Y creo que es un buen momento para que pase del discurso a la acción.
¿Quiénes creen que puedan oponerse a esta reforma?
La respuesta es obvia. Los que mantienen el control del sistema judicial se van a oponer. Y los van a ver en los medios. Y los van a ver en las redes.
En algún momento usted mencionaba la mafia caviar. Y hemos visto que básicamente la mafia caviar ha estado muy metida en el tema de justicia. Uno de los casos más sonados y creo que usted no me va a dejar mentir es el caso del señor Gustavo Gorriti. Entonces, estos podrían ser principales opositores a esta reforma.
Van a ser el foco de resistencia. Y va a haber que sofocar esa resistencia. Hay que pelear. Hay que discutir. Hay que abrir el debate. La razón de mi propuesta es que se abra el debate. Tal vez haya gente que tenga mayores propuestas, mayores ideas, mejores ideas y permitan avanzar. Yo lanzo esta iniciativa que la veo de ejecución pronta. De impacto inmediato. ¿Por qué no? Alguien más debe tener otras ideas. Abramos esto. Pero la señora Boluarte tiene en este momento el compromiso histórico de hacer su gran legado. La señora Boluarte que llegó a la presidencia de la República por accidente, por el suicidio político de Pedro Castillo, que a pesar de todas las críticas que se le hagan, ha tenido la prudencia de no voltear el carro. Pudo haber volteado el carro. Si ella se hubiera conducido en Palacio de Gobierno como hablaba en la campaña, el país probablemente sería un desastre. Optó por una ruta de sensatez. Ahora tiene que pensar en su legado. Una de las cosas muy interesantes que tienen las presidencias norteamericanas es el concepto del legado. ¿Cuál va a ser mi legado? ¿Por qué se me va a recordar? Yo creo que la señora Boluarte puede allí dejar su legado y ser recordada como la que sentó las bases de la recuperación del sistema de justicia en el Perú.
El problema del sistema de justicia en nuestro país viene arrastrando a varios gobiernos. Creo yo que desde que los gobiernos caviares han estado dirigiendo los destinos de nuestro país. ¿O qué piensa usted?
No tengo ninguna duda. Tuvieron un ínterin entre el 2001 y el 2006 y luego del 2011 hasta acá han destruido al país. Este era un país que crecía 8.5% al año. Este es un país que reducía a una velocidad vertiginosa la pobreza. En este momento deberíamos estar debajo de 10% de pobres en el Perú. Nada de eso se ha producido porque esta gente ha detenido el desarrollo. Han plantado la minería en una lógica que es absolutamente perversa. Se dieron cuenta que el modelo económico dependía de la exportación. Nuestra exportación mayor son los minerales. ¿Qué fueron? Corrieron a sofocar la minería. A detenerla. Hoy día ya somos terceros exportadores de cobre en el mundo. Ya no somos los segundos exportadores. Ese es obra de ellos. A ellos les interesan los pobres porque los pobres dependen del Estado. Los pobres no tienen libertad. Ellos quieren más pobres. Ellos no quieren gente libre. Para controlar todo el sistema. Son totalitarios y lo han demostrado. Han perseguido a Keiko Fujimori, a Alan García, a Luis Castañeda Lossio. Ahora lo harán con López Aliaga que ingenuamente ha permitido devolverles el arma de la detención preliminar. Van a ver lo que va a venir.
¿Qué tan urgente es reformar este tema para el bien de los peruanos?
Para anteayer. Esta reforma debió darse anteayer. La señora Boluarte tiene que sentir que the clock is ticking. El reloj está corriendo. Y el reloj de la historia no se detiene. El tren de la historia, decía Luis Alberto Sánchez, es un tren que no tiene paraderos. Si la señora se baja hoy día, nunca más volverá a subir.
Y es lo que usted mencionaba. Esto podría marcar un legado a la presidenta Boluarte de ser la única que ha cambiado la reforma de justicia en nuestro país.
De manera real, Y sin intervenir, el Ministerio Público y el Poder Judicial.
Lampadia