El capricho de Trump
Jaime de Althaus
Para Lampadia
“Es muy tonto hacer esto”, dijo el primer ministro canadiense Justin Trudeau refiriéndose a los aranceles impuestos por Trump a sus exportaciones.
Tiene toda la razón. Pero más tonto aun es imponer aranceles a todos los productos alimenticios importados por Estados Unidos. Trump lo anunció primero en su red social Truth:
Y luego lo repitió en su discurso sobre el estado de la Unión ante el Congreso: «Los aranceles se aplicarán a los productos agrícolas que entren en Estados Unidos a partir del 2 de abril, lo que brindará a nuestros agricultores la oportunidad de aumentar la producción local y fortalecer nuestra autosuficiencia alimentaria.»
Es muy tonto porque va a aumentar el precio de los alimentos, que es siempre la mayor fuente de impopularidad de cualquier presidente en el mundo. Pero esos precios van a aumentar más aun porque simultáneamente Trump deporta o amenaza con deportar a los extranjeros ilegales, y resulta que más del 70% de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos son inmigrantes, y alrededor de un 40% ilegales, como podemos ver en el siguiente cuadro publicado por Paul Krugman[1]
Entre los trabajadores agrícolas autorizados están aquellos extranjeros que son contratados temporalmente dentro del programa de visas H-2a, cuando no hay suficientes trabajadores locales disponibles. Son migrantes temporales. Según datos del Departamento de Agricultura de EEUU, esos trabajadores inmigrantes temporales autorizados representan aproximadamente el 19% del total de la fuerza laboral agrícola en Estados Unidos.
Claro, si aquel cerca de 40% es deportado o se inhibe por temor a una deportación, quizá aumente el número de solicitantes de visas H-2a. O quizá no. Pero de todos modos se producirá el efecto de una escasez más o menos aguda de mano de obra agrícola, agravando la carestía de los alimentos. Aranceles más reducción de oferta elevarán el precio de los alimentos por los cielos. Muy poco inteligente.
Paradójicamente, esto representará una oportunidad para las agroexportaciones peruanas, pese al arancel, si es que nos es impuesto a pesar de tener un Tratado de Libre Comercio. De todos modos debemos preocuparnos, porque EE.UU. es el principal destino de nuestras agroexportación (35%). Por lo tanto, el Perú debería juntarse con Argentina, Chile y otros exportadores serios al mercado norteamericano de alimentos para evitar que nos impongan absurdos aranceles, por el propio bien del consumo del pueblo norteamericano y de la popularidad de Trump, que ya está por debajo del 50%. Lampadia
[1] Paul Krugman, The Deportation Nightmare Begins (paulkrugman@substack.com