Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 24 de febrero de 2025
Para Lampadia
No hay duda… a Gastón Medina lo mató la mafia estatal. ¿Gobierno Regional, Municipalidad Provincial, Congreso de la República, Poder Judicial, Policía Regional…? El signo de interrogación es obvio. El verdadero criminal es tan cobarde que no se atreve a dar la cara. Ni siquiera se atrevió a disparar la bala mortal. Cobardemente, contrató a un miserable sicario para que lo mate. ¿Cuánto le habrá costado… S/. 500, S/. 800, S/. 1,000? ¡Así de barato se salió con la suya el cobarde criminal que mató a Gastón Medina!
Ahora bien. Tanto o más execrable que el crimen en sí, es la mudez – y la inacción – estatal, post crimen. Efectivamente, el 20 de febrero de 2025 se cumplió el primer mes del asesinato de Gastón Medina, y nada. Nada de nada.
Y no me refiero – necesariamente – a la identificación y sanción del verdadero criminal. Ni siquiera me refiero a la identificación del miserable sicario que perpetró el crimen. Me refiero – más bien – al ínfimo esfuerzo policial o fiscal para investigar el caso. Lo cual, refuerza la tesis – generalizada – de que, a Gastón Medina lo mató la mafia estatal.
Queda pues, de parte de la ciudadanía, y en especial, de los que fuimos amigos o allegados de Gastón, investigar e indagar acerca del tema. En buena cuenta, debemos hacer lo que Gastón hacía – todos los días – con tanta objetividad y valentía. Conseguir videos, grabaciones, mensajes de texto… es decir, pruebas o indicios que permitan revelar la verdad: ¿quién mató a Gastón Medina? Y – por supuesto – exigir cadena perpetua para el miserable criminal… ¿o miserables criminales?
El hecho es que no podemos quedarnos de brazos cruzados. Como reza el dicho… el que calla, otorga. No podemos no hacer nada, y dejar que el Estado haga lo que está obligado a hacer. Simplemente, porque el Estado no va a investigar nada – me refiero, nada en profundidad – para dar con el asesino de Gastón Medina. Nosotros – sus amigos y allegados – tenemos que comprarnos el pleito. No queda otra.
A ese respecto, pongo a disposición de los iqueños de bien, a la Asociación Cívica del Perú – CÍVICA (www.civica.pe) para acopiar información que nos lleve a la revelación de la verdad. Allí, en la pestaña “Denuncia Aquí” se puede brindar todo tipo de pruebas o indicios respecto de cualquier denuncia, en general. Y, en particular, ahí se puede brindar información relevante respecto del caso Gastón Medina.
Por otro lado, los amigos y allegados de Gastón, debemos estar dispuestos y vigilantes acerca de todo lo que nos pueda llevar a la identificación del verdadero criminal, y actuar en consecuencia. No me parece justo dejar a Gastón, sólo en su lucha. Y encima… muerto. Tampoco me parece justo, ni sirve de mucho, limitarnos – simplemente – a extrañar su valentía o rememorar su vozarrón inconfundible. Además – entre nos – eso que le pasó a Gastón, nos podría pasar a cualquiera de nosotros, en cualquier lugar, en cualquier momento. ¡No hay derecho!
Insisto también en mi propuesta de erigir un monumento con el busto de Gastón Medina. Un monumento sencillo, bajo el follaje de unos de los ficus centenarios de la Plaza de Armas de Ica, en cuya placa podría decir: “en gratitud y admiración del pueblo de Ica, a Gastón Medina Sotomayor, quien dio su vida por la verdad y la justicia.”
Y – para que las generaciones futuras lo sepan – más abajo, entre paréntesis, y con letra pequeña, debería decir: (asesinado vil y cobardemente por la mafia estatal).
En fin – ante la mudez e inacción del Estado – aparte de un justo reconocimiento al periodista que más luchó contra la corrupción en Ica, sus amigos y allegados tenemos que fungir de investigadores, y esforzarnos mucho para descubrir la verdad… y hacer justicia.
No dejemos que – sin Gastón – la vida en Ica siga… sólo que cada vez peor. Lampadia