El reto del 2025 es consolidar el crecimiento económico
José Arista
Gestión, 29 de enero del 2025
«Este año las cuentas fiscales representan un desafío crucial que no podemos pasar por alto. Controlar el déficit fiscal, en línea con las metas trazadas en el Marco Macroeconómico Multianual, es una prioridad», afirma José Arista.
Este 2025 representa un desafío para el país en términos económicos, motivo por el cual se le ha denominado «Año de la recuperación y consolidación de la economía peruana». El MEF tiene la responsabilidad de apuntalar el crecimiento económico, lo que permitirá generar más empleo y mayores ingresos, mejorar la calidad de vida de los peruanos y reducir la pobreza.
El Gobierno ha reafirmado su compromiso de mantener y consolidar las fortalezas macroeconómicas construidas en las dos últimas décadas, así como el manejo prudente y responsable de las finanzas públicas, las cuales se reflejan en que nuestra deuda pública es la más baja de la región y que nuestro déficit fiscal está debajo del promedio de países emergentes con igual calificación crediticia de América Latina.
Para este año, el Gobierno se ha propuesto lograr un crecimiento del PBI mayor de 3%. Este crecimiento se verá impulsado, por un lado, por el mayor dinamismo del sector minero, asociado al inicio de operación del proyecto minero San Gabriel, la mayor producción del Tajo Chalcobamba y la ampliación de Toromocho fase II. Además, el inicio de operaciones del puerto de Chancay contribuiría con hasta 0.9 puntos porcentuales al PBI, por el mayor movimiento de carga esperado y las nuevas rutas para conexiones comerciales, lo que aumentará nuestra capacidad exportadora.
Por otro lado, el crecimiento esperado se materializará a través del impulso y consolidación de la demanda interna. Para ello, el objetivo es continuar acelerando la inversión pública, cuya meta este año es de S/66 mil millones, manteniendo el equilibrio de las finanzas públicas.
Un reto mayor es impulsar la demanda interna a través de la inversión privada, el principal motor del crecimiento, que superaría los US$ 50 mil millones este 2025. Este dinamismo continuaría gracias a la ejecución de proyectos mineros como Zafranal, Corani, Pampa de Pongo, Integración Coroccohuayco, Reposición Antamina, así como proyectos de infraestructura, por ejemplo, Línea 2 del Metro de Lima y de los sectores hidrocarburos, logístico e inmobiliario. Además, se tiene previsto adjudicar 27 proyectos de infraestructura por un monto total de proyectos de US$ 7,600 millones.
A este monto se suman las inversiones que llegarán al país luego de las ocho reuniones bilaterales que, junto a la presidenta Dina Boluarte, sostuvimos en Davos con CEO de empresas globales como Anglo American, Glencore, y Newmont Corporation, entre otras. Esas reuniones se han traducido en inversiones potenciales para el país por más de US$ 14 mil millones.
El Perú se posiciona como un destino confiable de inversión, gracias a las sólidas garantías que ofrece a los inversionistas. No obstante, nuestro objetivo es consolidar esta fortaleza a nivel regional y entre países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Para lograrlo, en el primer trimestre del año, el Gobierno, con acciones lideradas por el MEF, abocará sus esfuerzos a implementar un shock regulatorio mediante la reducción de trámites y permisos que hacen más lento el avance de la inversión privada y que nos restan competitividad y productividad. Este esfuerzo lo haremos de la mano con el sector privado, academia y gobiernos regionales y locales en el seno del Consejo Nacional de Competitividad y Formalización que preside el MEF.
Paralelamente, continuaremos el trabajo de modernizar nuestra regulación sobre inversión extranjera en línea con los principios de la OCDE y ampliaremos nuestra red de acuerdos de protección recíproca de inversiones.
Finalmente, este año las cuentas fiscales representan un desafío crucial que no podemos pasar por alto. Controlar el déficit fiscal, en línea con las metas trazadas en el Marco Macroeconómico Multianual, es una prioridad y un compromiso con el desarrollo sostenible del país. Para lograrlo, el MEF implementará medidas para ampliar la base tributaria que garanticen una consolidación fiscal responsable, siguiendo las mejores prácticas y recomendaciones de la OCDE.
El 2025 el MEF se ha propuesto recuperar y consolidar las bases del crecimiento económico a través del impulso de la inversión privada, el destrabe de proyectos de inversión y la simplificación administrativa que permitan mejorar el clima de negocios e incrementar nuestra competitividad y productividad, y con ello, el bienestar del país.