Por: Madeleine Osterling
Expreso, 1 de junio del 2022
El fantasma del populismo es parte del ADN de Castillo. Una falta de respeto inaceptable desatender la seguridad alimentaria de los peruanos. Por esta sola frase “Hoy la hambruna le va a dar solamente a los que no trabajan, a los ociosos”, en la que prácticamente condena a miles por su indolencia, merecería ser vacado. Admirable respuesta de Fortunata Palomino, presidenta de las Ollas Comunes, quien le replicó que la gente humilde se inventa los trabajos, los duplican y triplican para resistir y subsistir. A nadie le gusta mendigar comida, pero es un tema de sobrevivencia. Las Ollas Comunes son un recurso invalorable para afrontar estas crisis, sin embargo, las autoridades las aprovechan políticamente o las abandonan. No solo tienen problemas graves de presupuesto, sino de abastecimiento de agua que impacta las condiciones de salubridad. Del Midis reciben migajas. Las heroínas anónimas que las conforman son unas gestoras impecables que multiplican el dinero, hacen milagros motivadas por el estado de necesidad. Ellas y no los sinvergüenzas que gobiernan las regiones deberían administrar los millones que se reciben del canon: el Perú sería otro.
Nuestro país se ha convertido en un laboratorio, estamos experimentando con la resiliencia y tolerancia de los peruanos, sin embargo, hay problemas como la seguridad alimentaria que no admiten ensayos. Castillo evade la seriedad del problema con el agravante que es a nivel mundial, por lo que el apoyo entre gobiernos será muy complicado y el esfuerzo de las organizaciones humanitarias, aunque se multiplique, tendrá poco impacto en el Perú. El flagelo se complica con la guerra, que trae como consecuencia: menos fertilizantes, menos hectáreas cultivadas, menor productividad = escasez y mayor precio de los alimentos. Es una ecuación muy fácil de entender, menos para los incompetentes del Gobierno.
Tener la osadía de afirmar que destinará S/ 1,000 millones para adquirir fertilizantes sin tener ninguna certeza de la capacidad de compra del Estado no solo por el precio sino por la disponibilidad -nuestro principal exportador era Rusia-, sumado a que hará una comisión de alto nivel liderada por la PCM y con la participación de otros ministros de Estado (personajes cuestionados y de dudosa moralidad) para garantizar transparencia en la compra, y que quintuplicará la extracción de guano de las islas hasta 100,000 toneladas, que no tienen el contenido de nitrógeno necesario y no alcanzarían ni para el 2% de la producción nacional, es una burla de dimensiones siderales. Castillo nos trata como a retrasados mentales, pero olvida que no somos sus pares.
La bonanza de su nueva vida le ha producido amnesia. Está absolutamente desconectado de su realidad, ensoberbecido y confiado a su suerte. Yerra estrepitosamente, no solo su gobierno está roto, sino finalmente Pablo Sánchez, puesto contra las cuerdas y sin alternativas, ha iniciado las investigaciones en su contra. No me sorprendería que Castillo piense que como está blindado y no lo pueden acusar, aún le quedan más de cuatro años y un gran circuito de corruptos para arreglar sus delitos. ¿Qué pasará por la mente de este truhán? ¿Qué mentiras le contarán sus adulones? Que ni se haga ilusiones que las estrellas se volverán a alinear a su favor.
Siempre he estado muy orgullosa de ser peruana, lamento que la gentecilla que nos gobierna esté embarrando el nombre del país, pero no hay mal que dure 100 años ni pueblo con hambre que lo resista. Por las buenas o por las malas, Castillo y su gavilla de investigados se irán pronto.