Jaime Spak
Para Lampadia
No tengo una fecha exacta de cuando me volví un melómano.
Me gusta todo tipo de música, en mi infancia y juventud recuerdo haber crecido escuchando boleros y música criolla.
Soy un amante de la música criolla y luego aprendí a deleitarme con la música folclórica americana.
Uno de mis hijos ha heredado mi afición por la música y paralelamente a su profesión de ingeniero siempre está ligado a este bello arte.
Cuando era más joven y yo debía de hacer viajes por trabajo al extranjero, recuerdo que lo único que mi hijo me pedía, eran casettes y luego CD de música rock, que era desconocida para mí.
En uno de mis viajes, me solicito el disco de Pink Floyd, grabado hace más de 50 años, que se titulaba justamente “The Dark Side of the Moon”.
El título de este disco, lo he usado muchas veces para describir actitudes de gente que tiene un lado oculto y que ello le genera problemas de relaciones humanas.
En mi caso particular, analizando mi comportamiento trato de descubrir cual es mi lado oculto, que puede generar algún problema a la gente que comparte conmigo, ya sea desde el punto de vista familiar, amical o laboral.
Y luego de ese análisis intento mejorar como ser humano.
Este preámbulo me lleva a inferir que este es el más grande desafío que tiene el ser humano.
Tratar de analizar, evaluar y trabajar para superar ese problema mental y mejorar como personas.
Veo con mucha frecuencia los programas políticos, para analizar las entrevistas que les hacen a las personas que nos están gobernando.
Para comenzar debemos de reconocer que hemos tenido en las últimas décadas, gobernantes que en lugar de administrar de una manera correcta el país, su lado oculto les hacía cometer delitos que han llevado a la cárcel a muchos expresidentes.
La gran mayoría se dedicaba al margen de gobernar a preocuparse más de cosas banales o de cometer fechorías que acababan descubriéndose tarde o temprano.
Este gobierno en particular tiene un gran lado oculto que tenemos que soportar y es la ausencia de un objetivo claro de cómo hacer para que el país vuelva al camino del progreso.
Pero no tiene la exclusividad, en no darse cuenta de que este país no crece con la rapidez que debería, sino que viven indicando cosas tan absurdas, como que este es uno de los países más seguros de la región.
Pero no tienen la exclusividad, nuestro Congreso, que no se queda atrás y que este compuesto en su inmensa mayoría por gente incompetente, sacan leyes declarativas y hacen oídos sordos al clamor ciudadano de querer trabajar en paz.
Ellos siguen legislando de espaldas a la realidad.
No se le pueden pedir peras al olmo.
Han demostrado en infinidad de oportunidades, su deficiencia intelectual y sobre todo moral.
Nunca hemos conocido la cantidad de mocha sueldos como en este Congreso.
Ese lado oculto de congresistas que se llenan los bolsillos recortando el sueldo de sus trabajadores es algo vomitivo.
La gente está aburrida de ver, cómo tanto el gobierno como el poder legislativo, no hacen nada por superar esta situación de inseguridad que vivimos.
El paro de trasportistas es una clara situación que parte de la sociedad civil, ha dicho basta.
Sin embargo, en lugar de tomar el toro por las astas, nuestro primer ministro declara que en estos paros hay infiltrados.
Si es que lo hay como lo indica, pues que las fuerzas policiales los identifique y los detengan.
Pero allí viene el otro lado oculto, una vez detenidos, nuestro precario ministerio público, no puede hacer gran cosa, pues ellos también están en una guerra interna, que uno ya no sabe qué fiscal es probo o no.
Y si esas detenciones dan lugar a un juicio, pues ya sabemos la lentitud del poder judicial y la calidad de jueces que tenemos.
Es decir, para resumir, este gobierno y los anteriores han demostrado que el lado oculto de ellos ha prevalecido y en su gran mayoría han favorecido a las personas que eran culpables y hoy gozan de impunidad.
Por ello, si deseamos que la democracia peruana siga funcionando de manera certera, tenemos que entender que se debe de hacer una gran reflexión al momento de elegir a nuestras autoridades.
Hay que exigir a los candidatos, que presenten su hoja de vida al momento de la inscripción, para ver su calidad y que ese lado oculto se pueda descubrir antes y no después de la elección.
Tenemos que entender que cada vez son menos la gente de calidad que desea ingresar a la política.
Pero ahora hay un camino de no retorno, o elegimos de manera correcta o nos espera descubrir el lado oculto de cada uno de nuestros gobernantes demasiado tarde. Lampadia