Álvaro Díaz Castro. Abogado en derecho empresarial y minero
Para Lampadia
«La lógica te llevará del punto A al B. La imaginación te llevará a todas partes».
Albert Einstein
Aunque las dos experiencias que narraremos a continuación tuvieron lugar durante el Gobierno anterior, el ambiente real es probable que siga siendo un poco más de lo mismo; es decir, se privilegia la forma respecto del fondo, más el título de magister o doctor que el acto trascendente de crear algo nuevo o formular propuestas innovadoras.
Los fondos públicos para incentivar a los innovadores no se activan si no cumples extraños requisitos ajenos a la creatividad o las propuestas de valor. Si los formularios y papeles priman sobre las propuestas y el esfuerzo es que no estamos apuntando en el sentido correcto.
Debe ser parte del por qué estamos en el puesto 113 de 137 países en “innovación y desarrollo” según el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), retrocediendo cada año un poquito más.
Cuento estos dos casos con permiso de los personajes reales.
Singularity University (Singularity): es una entidad donde el futuro ya existe. Google, la NASA y otros tops en tecnología aplicada fundaron la Singularity para que el conocimiento más avanzado de la humanidad se plasme en temas aplicables y útiles, buscando mejorar exponencialmente las posibilidades y la calidad de vida del mundo, en salud, ambiente, agua, educación, energía, alimentación, seguridad, entre otros aspectos sustanciales de interés de todos.
Se prevé que el trabajo a desarrollar, cuando crezcan, quienes hoy son niños, será en un 60% en actividades que hoy aún no existen. Proyectémonos que más del 50% de las cosas como hoy las hacemos ya no se harán así dentro de cercanos 10 ó 15 años.
Singularity ofrece algunos espacios para que jóvenes de diferentes países puedan asistir a un programa intensivo en su sede principal y luego compartan lo aprendido con la juventud de su país de origen. Dar aviso, poner en alerta de todo este panorama impresionante e inevitable que se viene, impulsando con la innovación y desarrollo, estar listos para un universo de oportunidades.
Hace unos pocos años, el representante de la Singularity en Perú, un exitoso emprendedor peruano, tocó las puertas de los Ministerios y Entidades estatales peruanas vinculadas a estos temas, quienes no manifestaron ningún interés por respaldar el concurso en Perú. Como buen emprendedor insistió, le ayudaron otros peruanos en tratar de convencer a las Autoridades, pero fue en vano.
Así que estuvo a punto de responden negativamente a la Singularity por la vacante que esta entidad habilitó para Perú.
En ese momento, por encargo del presidente de Ecuador, recibió el mensaje que nuestro vecino del norte estaba dispuesto a financiar el concurso de la Singularity en Perú, y sólo pedía que el ganador, cuando retorne del curso intensivo en Singularity, dé algunas charlas a los jóvenes en Ecuador. Ecuador entendía del valor de lo que significaba esta oportunidad única. Recién cuando las autoridades peruanas se enteraron que así se realizaría el concurso (bajo el auspicio de Ecuador), tomaron interés y respaldaron al mismo. Al final, se hizo el concurso en Perú y el resultado fue alentador porque Singularity, como algo excepcional, habilitó dos plazas para Perú y los jóvenes ganadores vienen divulgando e impulsando de manera importante todos esos conocimientos del futuro que ya existe.
Quizás si quien representaba a Singularity hubiera ido premunido de los títulos de doctorado en algo, desde un inicio el Gobierno hubiese apoyado, obviando, quienes rechazaron inicialmente esta iniciativa, que el auspicio y pedido lo había conseguido uno de los más exitosos emprendedores innovadores peruanos. Para ser emprendedor y/o innovador no se necesita título.
Un anillo médico: Nuestra amiga, originaria de Kazajistan, se encontraba en Perú, y creyó que podía lograr encajar en el perfil de los programas de Ciencia e Innovación que promueve el Perú para emprendedores.
Su co-creación (con otros dos jóvenes que, oh coincidencia, se conocieron en la Singularity) es de un anillo que tiene una micro-aguja que permite tomar una gota de sangre y procesarla en un michochip de papel que está al interior del anillo; vía bluetooth se comunica con el celular, tablet o computadora y detecta, de modo confidencial, si la persona dueña de la gota de sangre tiene alguna de las cuatro principales enfermedades venéreas (sífilis, gonorrea, clamidia o tricomoniasis), las cuales suelen avanzar de modo silencioso hasta que se manifiestan y requieren de complejos y costosos tratamientos. Cuando cualesquiera de esas cuatro enfermedades se detectan en su fase inicial el tratamiento es muy rápido, de baja intensidad y bajo costo. Dicha propuesta contaba con interesantes estudios, incluso respaldo por una empresa de servicios médicos ocupacionales y preventivos de Perú. Pero no pasó ni las calificaciones iniciales que pudieran permitirle ingresar a postular a estos programas de Innovación y Desarrollo en Perú, es decir, fue “choteada” a la primera. Recordemos que el Ministerio de Salud reportó que hubo más de 4 millones de casos de estas enfermedades entre el 2002 y 2011 en Perú.
Este mismo emprendimiento, al poco tiempo, ganó el concurso de start-up en México y en Kazajistán y en Corea del Sur (representando a Perú). Supimos que también recibió reconocimiento en la tierra del Silicon Valley. Claro, después de todos los éxitos, Perú decidió darle un poco de atención en start-up-Perú.
Otra vez, nuestra amiga no tenía el título de doctor, PhD en algo, quizás de haberlo tenido los funcionarios peruanos de innovación y desarrollo la hubieran permitido, siquiera, postular a los programas de emprendedores de Perú. Después de los éxitos en otros países recién le abrieron las puertas.
Extraña Prioridad: El Perú reporta como logros de su gestión en innovación y desarrollo que ahora hay más gente con maestría y doctorados. No creo que ello sea esencial para el objetivo de innovación y desarrollo.
Cuando leo sobre Jack Andraka que a sus 16 años descubrió la forma de detectar el cáncer de páncreas a un costo 26 mil veces más barato, 168 veces más rápido y 40 veces más sensible (lo que las mejores universidades y médicos del mundo con los recursos de grandes laboratorios no lograban descubrir), imagino como Jack hubiera sido ignorado por estos lares por no tener maestría ni doctorado (aunque de algún modo, también fue momentáneamente ignorado en los EEUU, pero luego de reconocer tal error, se abrieron las mentes para no pre-juiciar que sólo los que tienen doctorados o desde las universidades pueden ser creativos, más aún con tanta información en internet con que hoy contamos).
Por ejemplo, para la famosa norma peruana que busca dar beneficios tributarios a las inversiones en investigación y desarrollo, no logrará éxito si no tienen un científico (un PhD, un doctorado) calificado como científico. Steve Jobs o Zuckerberg no calificarían.
Si buscáramos seriamente donde se han dado más inventos creativos útiles y difundidos, veremos que no es en las aulas universitarias o de los tecnológicos, es en los talleres, los garajes, la industria de todo tamaño, en los cafés con jóvenes empeñosos. Las universidades y tecnológicos son instituciones sumamente valiosas como necesarias para el desarrollo de un país, para tener estándares mínimos, tener metodologías, pero no pueden ser la única forma o llave para juzgar o incentivar el ecosistema emprendedor de la investigación y desarrollo, menos aún limitarlo a los doctores (PhD).
Por llevarlo a otro campo muy peruano, es probable que si estudias en una buena escuela de cocina potencies tus habilidades y tengas muchos buenos resultados y éxitos en el mundo culinario, como también es cierto que muchos cocineros que nunca pisaron un salón de clases tengan muchos buenos resultados y éxitos en el mundo culinario: provecho con los anticuchos de doña Grimanesa Vargas.
Resumen: Sabemos que como nunca antes, el país tiene la vocación de prestar un poco más de interés a la innovación y desarrollo, pero la burocracia designada probablemente aún no conecta con el mundo por lo que tal visión produce un sesgo a favor de lo formal y no necesariamente de la creatividad. Aunque es importante el factor de maestrías y doctorados no necesariamente se debe juzgar a los creadores sólo por tener dichos títulos, recordemos que muchos de los Einstein´s, Job´s o Zuckerberg´s no tuvieron tales títulos y cambiaron el mundo. Lo expuesto es solo un punto de lo que no debemos seguir haciendo para incentivar realmente la investigación y desarrollo, debemos romper paradigmas y formalidades tan almidonadas, que es justamente lo que busca la innovación y desarrollo. Lampadia