Por: Maite Vizcarra
El Comercio, 16 de mayo del 2024
Habría que voltear un momento la mirada a nuestro consumo de tecnología digital para saber qué es lo que falta y cuánto hemos avanzado.
El viernes 17 de mayo celebraremos en el país el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (DMTSI), que conmemora la fundación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la agencia de las Naciones Unidas para las tecnologías digitales. Esta efemérides también se identifica como el Día de Internet a secas, en reconocimiento al enorme impacto que esta tecnología, medio de comunicación y nuevo continente, tiene en nuestras vidas.
Por ello se suele plantear en esta fecha, aquí y en otras latitudes, una actualización de las agendas de conectividad pendientes en cada país. Dicho esto, habría que voltear un momento la mirada a nuestro consumo de tecnología digital para saber qué es lo que falta y cuánto hemos avanzado. En ese sentido, le invito a que me acompañe a revisar algunos guarismos.
Según un informe de octubre del 2023, de Statista Research Department, los resultados de una encuesta realizada entre abril y junio del 2023 muestran que un 13% de los peruanos utilizaban las redes sociales varias veces por semana y un 80% incluso diariamente. Estas cifras ponen de manifiesto la creciente penetración de los social media en el Perú como una nueva vía de comunicación e información.
Según el Índice de Conectividad Digital Regional 2023 (ICDR), elaborado por DN Consultores, los departamentos con mayor grado de conectividad (es decir, la disponibilidad para acceder a Internet móvil o fijo) en el Perú son Lima Metropolitana, Arequipa y Moquegua. Mientras que los más desconectados son Loreto, Amazonas, Huánuco y Cajamarca.
El ICDR encontró, además, una relación entre la población rural de las regiones y la falta de desarrollo en su conectividad digital: mientras el promedio de la población que vive en zona rural de los tres departamentos de mayor conectividad asciende al 5 %; Loreto, Amazonas, Huánuco y Cajamarca, por el contrario, rondan todos el 46 %. Es decir, existe una clara relación inversa según la cual a mayor ruralidad, menor desarrollo en conectividad digital.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Gobierno y Transformación Digital de la PCM y su Red Nacional de Laboratorios de Innovación Digital, a la fecha el despliegue nacional de estos laboratorios asciende a 120. Sin perjuicio de ello, aún no existe información que documente su impacto ni menos su interacción con la ciudadanía.
Los servicios públicos en el Perú son accesibles a los ciudadanos a través de lo que se conoce como la PIDE (Plataforma Nacional de Interoperabilidad), siendo que básicamente su uso se concentra en Lima Metropolitana y en los organismos vinculados al Poder Ejecutivo. No se conoce información de interoperabilidad para los organismos de la administración pública en regiones como, por ejemplo, las 1.900 municipalidades distritales existentes, las más de 190 provincias distribuidas en 25 regiones, entre otros.
En el Perú no existe una historia clínica digitalizada homogénea. No existe una carpeta de servicios digitales ciudadanos ni tampoco espacios institucionales para ejercer la ciudadanía y el activismo digital.
Este fue un breve repaso al Internet del 2024 para saber que todavía hay muchas filtraciones en su desarrollo, pero, peor aún, hay muchas filtraciones en el caudal de beneficios que no nos están llegando. Si antes era urgente aumentar el ancho de banda de Internet, hoy es más álgido aumentar el caudal de sus beneficios taponeando las filtraciones de ineficiencias, desinterés e inercia. ¡Feliz día del Internet a usted!