Entrevista a Ismael Benavides
Expreso, 10 de mayo del 2024
Por: Aaron Salomón
De acuerdo al último informe del ΙΝΕΙ, la pobreza en el Perú aumentó a 29% en el 2023. ¿Esperaba usted este resultado?
Sí, por supuesto, porque, cuando una economía cae -0.6%, el empleo cae, y no ha habido inversión, lo que coadyuva a que aumente la pobreza.
Porque el aumento de la pobreza está relacionado con el crecimiento económico.
Así es, y la inversión privada también cayó alrededor del 7%.
¿Qué tanta responsabilidad ha tenido el Gobierno de Dina Boluarte, dado que el 2023 fue su primer año de gestión?
Ella ha heredado una situación difícil. El causante inmediato de todo esto es, evidentemente, Pedro Castillo, pero la situación del Perú se viene deteriorando desde el Gobierno de Ollanta Humala, donde comienza a caer el crecimiento del país. Por supuesto, el haber tenido 6 presidentes en 6 años ha sido el telón de fondo para que la economía no crezca y que la inversión privada caiga sustancialmente. Además, el gobierno de Boluarte ha tenido que lidiar con las protestas violentas a principios del 2023 y el ciclón Yaku.
¿Este resultado es, en parte, una consecuencia de las violentas protestas y de los fenómenos climatológicos?
Así es, y, por otro lado, el anterior ministro de Economía, Alex Contreras, no reaccionó con rapidez. El Gobierno no tomó las medidas cuando la economía se venía deteriorando desde el mes de junio del año pasado.
¿Qué medidas se debieron tomar? ¿Destrabar proyectos mineros?
Sí, y también se tuvo que haber apoyado a la pequeña empresa. Todos los programas del Estado que se dieron hacia fin de año debieron haberse dado a mediados de año.
En este momento, la libra de cobre está a un superprecio, 4.5 dólares, pero esto no se aprovecha.
No se aprovecha. Deberían sacarse adelante varios proyectos mineros que están en cartera. Nosotros tenemos grandes reservas mineras y tenemos que aprovechar estos momentos. Al Perú le ha ido bien cuando hemos tenido buenos precios de los minerales, lo que necesitamos es producir más.
El BCR ha proyectado para este año un crecimiento económico del 3%. ¿Eso significa, por consiguiente, que la pobreza disminuirá?
Eso es parte de un rebote, porque hubo actividades que estuvieron paralizadas como la pesca y el agro, que también estuvo complicado. Entonces, este año se está normalizando y la mitad de este crecimiento yo diría que es parte de un rebote.
¿Rebote del gato muerto?
Puede ser, pero sí es un rebote y el resto es un crecimiento magro en las circunstancias que mencionas, como buenos precios de los metales.
Con un crecimiento del 3%, ¿cuántos años necesitaríamos para regresar al 20% de pobreza que había antes de la pandemia?
Cincuenta años, si es que soy optimista.
¿Tanto?
Sí, porque necesitamos crecer al 6% o 7% para reducir la pobreza.
Estamos a un punto de llegar al nivel de pobreza que se registró en la pandemia, en el 2020.
Hay que recordar que en el gobierno de Alan García se logró reducir la pobreza de cerca del 50% al 27%, y crecíamos a un promedio de 7.2%. Entonces, si quieres reducir pobreza, vas a tener que volver a crecer a esa cifra, y el Perú tiene potencial para hacerlo, pero necesitamos impulsar la inversión.
¿Qué se tiene que hacer?
En ese momento, lamentablemente, estamos en un periodo de transición, saliendo de toda esta vorágine de cambio de presidente y de inestabilidad política. Eso ha llevado a que nos bajen la calificación crediticia. Entonces, lo que tenemos que hacer es tener tranquilidad y que el Estado equilibre su situación financiera, justamente aprovechando los buenos precios de los minerales, y, por lo menos, tratar de mover la inversión pública, porque, estando el 2026 a la vuelta de la esquina y con un panorama político incierto, la gran inversión privada no se va a entusiasmar.