Fausto Salinas Lovón
Para Lampadia
Las cifras del derroche de nuestras castas políticas son vergonzosas para un país donde muchos maestros no tienen aulas para enseñar y las enfermeras no tienen jeringas en los puestos de salud. Veamos las cifras más recientes.
- 6,000 o 7,000 millones de soles en CONSULTORIAS sólo durante el año 2023, servicios cuya utilidad es puesta en duda hasta por la paquidérmica CONTRALORIA GENERAL DE LA REPUBLICA y que han enfrentado a PREMIER y CONTRALOR.
- 7 de cada 100 soles que se le da al Estado para que gaste se va en corrupción.
- 24,268 millones de soles es el costo extrapolado de la corrupción y la inconducta funcional en el año 2023. En el Cusco, la pérdida estimada fue de 1,352 millones de soles.
- 800 millones de dólares en garantías (3,000 millones de soles) para el salvataje de PETROPERU con el cuento de su “carácter estratégico”, en lugar de privatizar, liquidar o disolver ese barril sin fondo.
¿Qué le parece a usted amigo lector?
¿A usted que recibió un descuento del 8% de su último RHP por servicios personales?
¿A usted que pagó el 5% del alquiler del cuarto que dejó el abuelo?
¿A usted que, por haberse ido a vivir al extranjero, cuando vendió la casa que heredó le quitaron el 30% de impuesto a la ganancia de capital?
¿A usted que pagó su cuota del RUS a duras penas?
¿A usted que mientras más trabaja y más se esfuerza, paga más tributos para mantener a estas castas?
Le indigna seguramente. A mí también como a todos los que sostenemos este país y mantenemos a presidentes, gobernadores, alcaldes y burócratas.
Nos indigna ver cómo el dinero que tributamos lo derrochan nuestras castas.
Sin embargo, nuestra indignación no basta si no le agregamos memoria y ponemos nombres y apellidos a quienes, por lo menos en los últimos 20 años, han patentado esta perversa forma de gobernar que consiste simplemente en gastar.
Desde Velasco hasta Otárola, hace más de 50 años que nuestra clase política cree que gobernar es gastar. Hay algunos que pueden pasar mejor a la historia porque además de gastar, incentivaron la producción, el crecimiento y la estabilidad macroeconómica como Morales Bermúdez, Fujimori, Toledo o Alan García II. Sin embargo, hay apellidos que usted nunca puede olvidar si se trata de despilfarro, mal gasto público y corrupción millonaria: HUMALA y CASTILLO. (Humala gasto de 5,887 millones de dólares en Talara. Castillo le dio 2,264 millones de dólares a Petro Perú el año 2022).
¿Qué hacer?
- Los ciudadanos debemos dejar de creer en los cuentos de nuestras castas políticas que justifican todo esto. El primero de ellos es el cuento de las “Empresas estratégicas”, del cual viven políticos de izquierda, sindicatos, consultores y medios de prensa. El segundo, tan de moda en el discurso político nacional: “cierre de brechas”. Una suerte de patente de corso. Todos ellos son sólo mantras para justificar el derroche y el mal gasto.
- La CONTRALORIA debe ir más allá de las conferencias de prensa y estadísticas.
- El CONGRESO debe sancionar, por Ley, el mal gasto público y el dispendio, con la reducción inmediata del presupuesto corriente de las entidades públicas infractoras o la suspensión de las transferencias en curso. Así de concreto.
Mientras los ciudadanos creamos que gobernar es gastar y las entidades como la CONTRALORIA o el CONGRESO no actúen, esta situación continuará. Y lo que es peor, vendrán por nosotros, con más impuestos, más contribuciones, a pedirnos que los sigamos manteniendo. Lampadia