Entrevista a Fausto Salinas Lovón
Expreso, 22 de febrero del 2024
Por: Plinio Esquinarila
Dejar al país desarmado en manos de mafias, delincuentes y chantajes sociales es tan grave como excederse en el uso de la fuerza, señala jurista Fausto Salinas Lovón.
¿Desde el Sur cómo es que se ven los últimos cambios ministeriales, Dr. Salinas?
Una insuficiente bocanada de aire a un gobierno que va quedando exánime por su propia inercia. Vivir en modo ‘flotación’ todo el tiempo, sólo haciendo que no haya conflictos y esperando que llegue fin de mes para ir a cobrar, tiene un precio muy alto: en algún momento te quedas sin aire. Para que estos cambios ministeriales sirvan, se debe tener la voluntad de gobernar, de romper inercias, de enfrentar críticas. No se puede gobernar si se tiene miedo a la protesta, a las redes y se cede ante los intereses de grupo. Te quedas en un punto muerto.
Pero, se ha cambiado en Economía, Energía y Minas, Ambiente y Defensa. ¿No es esto positivo?
Contreras en el MEF y Chávez en Defensa eran insostenibles. El cambio en Energía y Minas era urgente, de lo contrario seguirán saliendo millones del Estado para dilapidarlos en Petroperú. Rómulo Mucho sabe de minería, pero no puede reactivar proyectos si los extremistas queman campamentos mineros y los informales atacan las operaciones formales y los otros estamentos del Gobierno temen hacer uso de la fuerza y de la ley. Hace falta decisión de otros sectores del Gobierno. Lo importante es que ambos cambios sumen para pasar de “flotar” a “gobernar”.
Boluarte y Otárola usaron la fuerza para restablecer el orden en enero y ahora tienen denuncias y acusaciones. ¿Cómo pedirles que lo hagan ahora?
Hay responsabilidad por acción, pero también por omisión. Dejar al país desarmado en manos de mafias, delincuentes y chantajes sociales es tan grave como excederse en el uso de la fuerza. Podemos acercarnos a niveles de ingobernabilidad ecuatorianos o centroamericanos si no actuamos ante la inseguridad y el delito.
¿Cuál es el efecto de la inseguridad y la delincuencia en la economía de un país?
Muy sencillo. Desalientan la inversión. Alientan la fuga de nacionales. Suben los costos de operación de las empresas o las obligan a cerrar. Ahuyentan a los turistas. Los países asolados por la violencia, como El Salvador, terminan viviendo de las remesas del exterior con alrededor del 20% de su PBI. Ese puede ser nuestro destino si no actuamos contra la inseguridad.
Turismo y Machu Picchu
Hablando de inseguridad y sectores económicos, uno de los sectores más importantes en el Sur, que no se ha recuperado luego de la pandemia, es el turismo. ¿A qué se debe este dato de la realidad?
El turismo al Perú no es sólo Machu Picchu, pero este destino sigue siendo el principal atractivo nacional. Si algo va mal allí, le irá mal a todo el sector, claro que en distinta medida. A la pandemia y sus restricciones se sumó la crisis política de 2022, que hizo mucho más daño al turismo, especialmente en el sur. Un año después, otra vez llegaron las protestas que, por intereses subalternos dañaron el sector, cuando todos buscaban que la reactivación llegara por fin. No hemos llegado a niveles del 2019 y la cantidad y calidad de visitantes ha bajado, además de que el grado de satisfacción del visitante es cada vez menor.
La conflictividad social y la mala respuesta gubernamental, explican en mucho esta situación.
Últimamente ha calificado usted en su columna en Lampadia al Acuerdo de Machu Picchu, firmado el 30 de enero entre ministros, gobernador del Cusco y alcaldes, como un “reacomodo de castas”. ¿No cree usted que le está quitando mérito a la salida política conseguida por las autoridades?
Ceder al chantaje no es una salida política, es una renuncia, es una derrota.
El boletaje digital en manos privadas ha sido desactivado. Sea que estuviera en manos de la empresa Joinnus o de cualquier otra, era una forma de hacer que la venta de tickets a Machu Picchu sea moderna, digital, auditable, sensible al mercado, como sucede en todo el mundo. Desactivar ese avance por presión del sindicato de trabajadores estatales que vendía los boletos, que sumó a su “causa” a los guías informales de turismo y luego a alcaldes y al gobernador regional, es sólo un reacomodo de castas.
Ahora no sólo será la casta de la DDC [Dirección Descentralizada de Cultura del Cusco] la que venderá las entradas, sino que tendrán parte en esta suerte de repartija el Gobierno Regional y la PCM. ¿Qué saben ellos de vender tickets de acuerdo a los estándares en el mercado mundial de turistas? Nada. Pero obtuvieron su parte. Es un simple reacomodo de castas donde el turista y el desarrollo del sector no les importó nada.
Otra crítica a este acuerdo proviene de los gremios empresariales de Cusco, que afirman que instalar el Centro de Visitantes en el actual Hotel Sanctuary Lodge es una decisión técnicamente inconveniente. ¿Es válida esta crítica?
Totalmente. El Ministerio de Cultura concibió años atrás un nuevo Plan Maestro para Machu Picchu que contemplaba crear un Centro de Interpretación y de Visitantes al pie de la montaña, en el local de la antigua estación de Puente Ruinas. Esta locación ha sido consensuada inclusive con la Unesco, que ha visto con buenos ojos que este tipo de centro se construya en la periferia del parque, para distribuir los flujos y permitir un crecimiento más ordenado del aforo a Machu Picchu. Colocarlo en la puerta de entrada de Machu Picchu es un contrasentido. Es mantener por más tiempo a las personas en los puntos de acceso y salida del sitio arqueológico. Exactamente lo opuesto de lo que recomiendan los expertos. Esto impedirá crecer el aforo a Machu Picchu.
El gobernador del Cusco se ha sumado a esta iniciativa y ha declarado que “está recuperando el Hotel para los cusqueños”. ¿No estaba arrendado por el Gobierno Regional a una empresa extranjera? ¿Tan poco paga esa empresa que al gobernador no le importa perder estos ingresos?
El Hotel Sanctuary Lodge está concesionado a la empresa Belmond, que pertenece a un grupo francés reconocido en el mundo del lujo. Le otorga al Estado beneficios que, según el comunicado de los gremios empresariales, ha superado los 80 millones de soles. Una cantidad importante que ningún gobernador regional debería desperdiciar. Sin embargo, lo más importante es que el año 2025 terminaba esa concesión y se presentaba la oportunidad para volver a poner el Cusco en el ojo del mundo, invitando al actual operador y a otros de talla mundial a invertir en el Cusco.
En la idea de seguir operando este activo regional…
Obvio. Y, sobre todo, a poner en el tope del imaginario del visitante global este destino, lo cual tiene un efecto de arrastre importante para toda la industria turística. La visita de artistas famosos, cantantes e influencers globales atrae a otros que se hospedan en hoteles de menor presupuesto o toman tours de otros precios. Eliminar este factor achata el destino, lo aplana en perjuicio de todos.
Formas patológicas de legitimación política
¿Cómo es que la Asamblea de Gobernadores Regionales y la Asociación de Municipalidades del Perú han llegado a convertirse en los interlocutores políticos de los últimos gobiernos?
Para Fausto Salinas los gobiernos que vienen desde Pedro Pablo Kuczynski, si acaso no tienen bancada parlamentaria, han inventado las figuras de los Consejos de Estado Regionales y Consejos de Estado Municipales, que no existen en la Constitución, pero que negocian presupuestos y obras con el Ejecutivo a cambio de respaldo político paralelo al Congreso.
“En la versión más patológica de esta nueva forma de legitimación política, el Gobierno llega a otorgar calidad de interlocutores a frentes de defensa, colectivos o autoconvocados, entes cuya legitimidad sólo proviene de la violencia, el caos, la extorsión social y el chantaje”, señala Salinas en una columna del portal en que escribe.
En santuario inca se ha impuesto la informalidad turística y de guías
El comunicado de los gremios del turismo de la ciudad imperial hace referencia a que las últimas medidas sobre Machu Picchu generarían una distorsión en la oferta hotelera. ¿Quiere decir que habría intereses económicos detrás de estos acuerdos?
La política no es químicamente pura. Da respuesta, de manera voluntaria o involuntaria, a intereses económicos. En sociedades mercantilistas como la nuestra usan la envoltura o la apariencia de “soluciones de interés general” y popular, los intereses de grupo. Este acuerdo de Machu Picchu cede al interés de operadores turísticos informales, de algunos guías y al interés político de algunos dirigentes locales. ¿Detrás de ellos hay intereses económicos mayores? No sería una novedad. ¿El dinero oscuro del Vraem o de la minería informal?
Finalmente, sobre el aeropuerto de Chinchero, la advertencia de EXPRESO se ha confirmado. El avance es nimio. ¿Cuál es el efecto de esto en el turismo regional?
Un golpe más. Demora la conectividad del destino. Demora la modernización del actual aeropuerto de Cusco, que es un galón sin aire acondicionado y no un aeropuerto de nivel. Y, lo que es peor, seguramente sea el pretexto para la acción política de frentes y sindicatos que creen que hacer política es hacer paros y bloqueos.