Jaime de Althaus
Para Lampadia
El reciente cambio de cuatro ministros puede contribuir a producir un punto de inflexión. Los cuatro están en capacidad de imprimir cambios en sus carteras que ayuden a reanimar el país y crear las condiciones para una recuperación del futuro y la confianza.
Los casos más claros son los de José Arista en el MEF, y Rómulo Mucho en Energía y Minas.
Arista es un economista muy serio y con amplia experiencia en el sector público en puestos de alta responsabilidad. Ayudará a recuperar un mayor ritmo de crecimiento de la economía, que además ayuda a disminuir el déficit fiscal, a empujar las reformas que ayuden a recuperar libertad económica, a encaminar una salida al problema de PetroPerú, a destrabar proyectos y a consolidar las condiciones generales para la reactivación de la inversión privada.
Rómulo Mucho es un ingeniero de minas, puneño, muy conocedor, con mucha voluntad y con ideas muy claras acerca de lo que debe hacerse. Tiene en sus manos la consolidación del arranque de Tía María, y así lo ha declarado en Peru21. Sabemos que Southern, como ha señalado el propio Mucho, ha comenzado ya a realizar trabajos de acondicionamiento en la zona del proyecto, para lo cual, según el informativo digital “Todo Minería”, ha contratado a 100 jóvenes del valle del Tambo, donde, por la situación económica, hay una demanda de empleo e ingresos que el proyecto podría satisfacer con creces.
Por supuesto, los dirigentes opositores de siempre ya convocaron a una “asamblea popular” en rechazo al inicio del proyecto, que se realizó en Cocachacra el 9 del febrero pasado. Pero tuvo muy poca convocatoria. Según “Diálogo Social”, a ella acudieron menos de 50 personas, y no hubo participación de las organizaciones agrarias del valle.
Consultado al respecto por Lampadia, el viceministro Henry Luna nos dijo “Ya hay una decisión política para avanzar con el proyecto. Esperamos que se haga realidad. El ministro (anterior) y el Premier están apoyando el proyecto. Ya empezaron con la generación de puestos locales y si todo sale bien pronto comenzarán una represa en la zona”. Rómulo Mucho también mencionó el compromiso de Southern de construir la mencionada represa.
No cabe duda de que el lanzamiento de Tía María sería un parteaguas en el país. Sería el punto de inflexión que hemos mencionado porque traería consigo un desembalse de muchos otros proyectos en minería y en otros sectores. Tiene, en ese sentido, un valor estratégico. El clima de inversión general en el país cambiaría radicalmente. Implicaría que el Perú es capaz de armonizar la inversión minera con los requerimientos sociales y ambientales y es capaz de prevenir conflictos. El desarrollo de todo el potencial minero se vuelve viable, y con él, el de otros sectores encadenados, en un clúster minero industrial que puede llegar a ser muy potente.
Si, además, el ministro echa a andar un plan serio y realista para incorporar a la formalidad a los cientos de miles de mineros informales, el país será otro.
Si a ello sumamos la repotenciación de Proinversión, que este año debe sacar un récord de 8 mil millones de dólares en proyectos de infraestructura por Asociaciones Público Privadas, el inicio de varios proyectos en el sector Transportes tales como los trenes de cercanías, la vía que conecta la Costa Verde con el nuevo Aeropuerto Jorge Chávez -que debe estar listo a fin de año-, el puerto de Chancay que también se inaugura en noviembre, la adjudicación del Anillo Vial Periférico y el avance de la nueva Carretera Central, entre otros proyectos, vemos que el futuro del país se abre nuevamente, con la promesa de volver a crecer a tasas altas ya no este año todavía, pero si posiblemente a partir del 2025 o 2026.
Si es que, de otro lado, se aprueban las reformas económicas y políticas necesarias para recuperar libertad económica y gobernabilidad.
Tenemos que generar una corriente colaborativa que lleve a sumar esfuerzos en esa dirección y devuelva confianza en futuro. Lampadia