Entrevista a Juan Stoessel
El Comercio, 4 de febrero del 2024
Por: Milagros Leiva
No puede creer que para quienes viven del turismo la solución a sus problemas fuera cerrar nuestro principal atractivo. Considera que esa gente tiene que pagar por los delitos cometidos. Sueña con un líder que piense en grande y entienda que el Perú es el destino mundial por excelencia.
Lo ha dicho hasta el cansancio. Juan Stoessel, gerente general de Casa Andina y vicepresidente de la Cámara de Turismo del Cusco, ha narrado los cuatro años de crisis terrible en el sector. “Primero la pandemia, luego [Pedro] Castillo. Con él fuimos el único país del mundo que, después de la pandemia, no hizo promoción en el extranjero. Luego tuvimos el golpe de Estado y tuvimos las revueltas terribles que originaron 28 advertencias de viajes; todos los países del mundo recomendaban no viajar al Perú. Todo esto ha provocado que el año pasado el único país de la región que no ha regresado a los niveles prepandémicos sea el Perú. Estamos al 50% y por eso es tan difícil entender cómo, cuando estamos comenzando a recuperarnos, cerramos nuestro principal atractivo. Es difícil procesar”.
— Usted ha dicho varias veces que en torno a Machu Picchu hay demasiadas mafias. ¿Que el gobierno acepte la venta in situ de mil entradas y lograr que Joinnus se retire no es claudicar ante la mafia, ante el mercado negro?
El ingreso a Machu Picchu hace bastante tiempo se viene manejando muy mal. El gran problema es que hay grupos que se benefician directamente y hay mafias terribles. La comercialización a través de la plataforma de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco era muy ineficiente y además se está descubriendo que ha ocurrido un robo terrible. Se han robado miles de miles de miles de dólares a los peruanos.
— La fiscalía finalmente entró…
Y esperamos que se descubra a todos los responsables. Por todo esto se buscó una alternativa con una plataforma de última generación; así se lograba una eficiente venta de boletos y también se evitaba que gente inescrupulosa lucre directamente. El concurso lo ganó Joinnus y quiero decir que hay que reconocer que la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, se ha enfrentado a esta mafia que es muy grande como pocas veces ha sucedido. Después de esta paralización, se ha decidido que no se utilizará la plataforma antigua de la Dirección Desconcentrada de Cusco y que se desarrollará una adscrita a la PCM, del mismo nivel que Joinnus, y será esa plataforma la que venda las entradas.
— ¿Cuándo será? Desarrollar una plataforma lleva tiempo…
En efecto no es de un día para otro. Hasta que eso suceda se mantiene a Joinnus, que está funcionando de manera impecable desde el 20 de enero porque nadie puede robar a través de la plataforma. Pero quiero contestar tu pregunta sobre las mil entradas populistas y que tanto daño ha hecho al turismo. Eso lo hizo la exministra de Castillo Betssy Chávez. Ella entregó esas entradas para ser vendidas en el pueblo de Aguas Calientes de Machu Picchu. Tenías que pagar en una ventanilla y no se aceptaba tarjeta, solo dinero en efectivo.
— Es inconcebible que se mantengan estas entradas. ¿No es una manera de pagar cupo?
Después de estas revueltas, que no tienen nombre, uno de los puntos de agenda eran las entradas y el acuerdo es que se mantiene la venta de las mil entradas en el pueblo de Aguas Calientes. La diferencia es que ahora tiene comunicación con la plataforma de Joinnus y se van a poder vender la totalidad de las entradas para el día, cosa que no sucedía.
— ¿No se vendían todas las entradas?
No y hasta hace muy poco hemos sido la vergüenza mundial. De las cuatro mil personas que podían entrar a Machu Picchu, ni un solo día se vendieron cuatro mil entradas. Ni siquiera podían conectarse los sistemas y mucha gente tuvo que regresar a su país sin ingresar al principal atractivo porque, supuestamente, se habían acabado las entradas y después del conteo final solo se habían vendido tres mil. Con este nuevo sistema ya no sucede porque ya están comunicados.
— ¿Antes de Betssy Chávez, en algún momento se vendieron entradas de manera presencial?
Jamás.
— ¿Y por qué el gobierno de Boluarte sigue cómplice? Repito: ¿no es pagar un cupo?
Yo estoy en total desacuerdo con esa mala práctica, porque lo único que hace es crear una pésima imagen al Perú. Machu Picchu es la piñata de las autoridades. Es tan grave que en el 2022, en plena pandemia y cuando Machu Picchu se abre al mundo, nuevamente no tuvimos mejor idea que cerrar el acceso ferroviario por desacuerdos 12 veces. Esto tiene que parar, pero no lo lograremos sin sanción. Está prohibido por ley cerrar las vías del tren, pero ni una sola persona ha pagado por el delito. En esta ocasión ha habido 1.800 turistas, la mayoría extranjeros, secuestrados durante 48 horas sin poder regresar a sus destinos porque no se permitía que llegaran los trenes. Las personas responsables de este delito tienen que pagar porque, si no, seguirán haciéndolo.
— ¿Qué se puede hacer en Aguas Calientes? Es el reino de la informalidad.
Es un problema caliente y muy grande. Ellos reclaman que la gente se quede más tiempo, si yo fuera alcalde trataría de que fuera un pueblo lindísimo para que, justamente, el turista se quiera quedar. Hay caminos maravillosos en los alrededores donde se pueden armar caminatas espectaculares para ver Machu Picchu desde otras vertientes. Entiendo la demanda. Ellos quieren permanencia del turista, pero lo quieren forzar y tú no puedes forzar haciendo mercado negro de entradas, haciendo que al turista que llega en el tren le digan que no hay entrada, pero que mañana le consiguen para que se quede una noche en el hotel. Eso es abuso.
— Otro punto que exigen es que lo recaudado en entradas se quede en la zona…
Eso es terrible. Ica y Trujillo dirán lo mismo con las Líneas de Nasca y Chan Chan; se armará un desbarajuste. Todo debe ir a la cuenta recaudadora como corresponde y de allí se distribuye de acuerdo a ley. Soy de las personas que piensan que Cusco necesita que se le entreguen muchísimos recursos, pero recordemos lo que ha pasado. En el 2021, se les quitó porque no ejecutaron nada. El año pasado pidieron 15 millones de soles para planilla y para desarrollar obras en Machu Picchu. ¿Qué pasó? Solo pagaron planillas y devolvieron el resto. Así es imposible.
— El Perú tiene todo para ser potencia en turismo, ¿por qué no lo logramos?
Se han hecho muchos esfuerzos, como la Marca Perú, pero tenemos que pensar en grande. De lejos, nadie tiene nada parecido a lo que nosotros tenemos en la región. El gran plan comienza con infraestructura. Todavía estamos en la segunda pista de aterrizaje del aeropuerto internacional Jorge Chávez. ¿Qué pasa con los aeropuertos regionales? Por suerte que están en la mayoría concesionados, salvo Cusco porque los cusqueños dijeron que no, que ellos lo manejan y vemos que es un desastre. El Estado no tiene la capacidad de entregar los terrenos alrededor para las ampliaciones. Entonces, hoy los aeropuertos están colapsados. ¿Qué pasa con Colombia?, por ejemplo. No tiene ni la décima parte de los atractivos del Perú y tenía ciudades con problemas de seguridad espantosos y todo se cambió. Ahora tienes en Cartagena, Bogotá y Medellín aeropuertos internacionales. A eso me refiero con pensar en grande. Ojalá tuviésemos un gran líder que realmente comienza a ver las cosas en grande y todos podamos empujar el carro hacia el mismo lugar. En el Perú reina la informalidad y es un escollo para sacar el país adelante. Nadie en la región tiene lo que tenemos nosotros y quizá eso también es nuestro problema; tenemos demasiado. Mira Venezuela, con tanto petróleo mira cómo terminaron.
— El problema también es ideológico…
Ese también es un gran escollo. Desgraciadamente, el Perú se ha convertido en una zona muy ideologizada y se tiene una mirada negativa terrible hacia la empresa privada. Mira a la izquierda diciendo que querían privatizar Machu Picchu, una vergüenza. Estamos en democracia y ojalá pudiésemos tener un período de centro derecha, un período de centro izquierda, pero claro, gente liberal, gente que cree en la economía. Aquí tenemos una izquierda absolutamente retrógrada y una extrema derecha patética. Lo único que hacemos es matarnos entre los peruanos.
— Hablando de aeropuertos, mire lo que ha pasado en el Jorge Chávez. El caos que se ha producido con cientos de vuelos cancelados y el ministro Pérez Reyes sale a decir que falta gente, que los controladores están fatigados y que se va a solucionar…
Lamentablemente, existen sindicatos, grupos de poder dentro del Estado que lo echan todo a perder. Córpac es una vergüenza de años, pero ya explotó. Antes ya había explotado con el accidente de los bomberos donde hubo cero castigo. ¿Qué está pasando? El sindicato prohíbe contratar gente y los controladores aéreos y la gente que maneja los radares no es gente que consigues en las esquinas. Recién se ha puesto a trabajar este directorio y ha contratado a un montón de gente que está capacitándose. ¿Por qué crees que hay huelga? Porque van a perder sus horas extras. Los controladores ganaban fortunas porque no permitían que entrara nueva gente y por eso ganaban tanto en horas extras. Como sucedió el accidente, los órganos de control dijeron que no pueden [trabajar] tantas horas extras y eso ha generado todo este caos que también nos avergüenza.
“No tiene sentido hundir a nuestro país con mentiras de la izquierda retrógrada”
— ¿Cree que los empresarios se han dado cuenta de que estamos en el hoyo y que tenemos que salir adelante?
Sin lugar a duda. Hemos tenido 30 años donde estuvimos creciendo y lo que no se mejoró fue por la corrupción y por las prioridades de los malos líderes. La salud, la educación y la seguridad tienen que ser solucionados y, para eso, la empresa privada tiene que apoyar y tenemos que tener un Ejecutivo que tome la decisión de sacar esto adelante. Ha sido una pesadilla y la gente que cerró nuestro santuario tiene que pagar por lo que ha hecho, si no, viviremos en la ley de la selva. Y también es importante mencionar que Machu Picchu no es de los cusqueños, es de los peruanos y de la humanidad. No es de la gente de Aguas Calientes. Recordemos, por favor, que Machu Picchu Pueblo no existía. En Aguas Calientes, los incas no construyeron nada. La primera vez que fui, en los años setenta, no había nada, solo una caseta relacionada al tren. Nada de pueblos originarios ni ocho cuartos, ese discurso de la izquierda retrógrada hay que combatir.
— Porque, además, es mentira…
Exactamente. No tiene sentido hundir nuestro país con mentiras de la izquierda retrógrada. Qué lindo sería tener un líder de izquierda moderna. Mira nomás, allí tenemos a la congresista decir que aquí no hay democracia y en Cuba sí.
— ¿Cuánto cuesta revertir una mala imagen en turismo?
Te daré una cifra que es de horror. Si nosotros no hubiésemos destruido el destino Perú a principios del año pasado con las revueltas, hubiésemos recibido dos millones de turistas extranjeros adicionales. Hubiéramos contado hoy cuatro millones. Lo que hicieron no tiene nombre. Castillo desarmó el ministerio, Prom-Perú, todo.
— ¿Y Boluarte lo está rearmando?
El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, y Prom-Perú están regresando a ser lo que fue. Vemos con alegría que se está retomando el camino. Prom-Perú ganaba todos los premios en las ferias de turismo del mundo y este año lanzamos otra vez la campaña en la feria más grande del mundo de turismo, en Madrid. Lamentablemente, cuando lo hicimos, se nos ocurre cerrar Machu Picchu. Pero bueno, hay que remar. La campaña está muy buena y el Perú nuevamente está regresando a su comercialización como destino y eso tenemos que proteger. Nunca más podemos tener a esta gente aventurera, a estos delincuentes, que lo único que querían era apropiarse de nuestro país, destruirlo para convertirlo en la Cuba que tanto admiran.