Cecilia Blume
Para Lampadia
Existen 25 partidos políticos con inscripción vigente en el Registro de Organizaciones Políticas del Jurado Nacional de Elecciones, y 9 están en proceso de inscripción. Podríamos entonces, tener 34 partidos políticos o más, tentando suerte en las próximas elecciones presidenciales.
Los partidos políticos presentan 130 candidatos al Congreso. En el extremo los electores tendríamos hasta ahora, 4420 candidatos para elegir.
Un partido político es un grupo de personas que se juntan para llegar al poder, con afán de permanencia e ideología común. En el Perú, casi no hay partidos que cumplan estos requisitos, esenciales en una democracia. Los miembros de un partido deben pensar, más o menos lo mismo en temas específicos; deben tener la intención de quedarse en su partido y no pasarse a otro, porque comparten las mismas ideas. Así, los electores podremos saber que piensa un partido y sus miembros sobre temas importantes: la pena de muerte, el aborto, la libertad de empresa, las garantías constitucionales, el medio ambiente, entre otros. Solo así podremos escoger al partido que queremos y a sus representantes.
Al actual Congreso entraron 130 congresistas representando a 10 partidos. Hoy dos años y medio después, hay 15 grupos parlamentarios. Ello tiene una única razón: en el Perú las personas se juntan para llegar al Congreso, no se conoce entre ellas y carecen de ideología común. Los congresistas se vanaglorian de votar a conciencia, lo que quiere decir que votan como quieren, y el afán de permanecer en un partido puede durar meses. Hoy más de 40 congresistas se han cambiado de bancada.
Esto sería menos malo si cada partido nos presentara 130 candidatos de primer nivel. Personas capacitadas, intachables, que no tengan condenas, que no les quiten el sueldo a sus empleados, ni violen a mujeres en sus despachos, que no se agarren inmuebles de otros, y que, Dios mediante, tengan claro que su labor es trabajar para los peruanos y no para su bolsillo.
¿Qué podemos hacer los ciudadanos?
Acá una propuesta.
Hay muchas entidades de la sociedad civil que abogan por la democracia. Si entendemos que la democracia es el sistema de gobierno de los ciudadanos que se ejerce a través de sus representantes electos, para actuar por el bien común, tendremos que el presupuesto de una elección es contar con candidatos idóneos para posibilitar la vida en democracia.
Para lograr acercarnos a la democracia quizá alguna de estas entidades pueda llegar a un pacto con los partidos y contratar a una organización prístina, probablemente extranjera, que, a partir de información en línea, que luego sea verificada, haga un análisis previo y público de cada candidato presentado por los partidos para asegurarnos la calidad de los congresistas en cada lista.
Esa evaluación podría ser hecha también si los partidos exhiben sus listas al Congreso, ex ante públicamente para que los peruanos, con pruebas, podamos aportar al conocimiento de los candidatos.
Este análisis podría cubrir educación, procesos judiciales, empleos, y muchos otros temas como abandono de hijos, juicios por alimentos y hasta papeletas por ebriedad. Si los candidatos de las listas no califican, los partidos tendrán que poner otros, hasta que califiquen todos. Sólo ahí se inscribirá la lista, escogeremos los electores, y el país tendrá más democracia. No es cierto que la democracia es elegir a cualquiera, ni es cierto que cualquiera debe ser congresista, pero son justamente los partidos los únicos que pueden impedir que personas que no son idóneas lleguen al congreso.
Este Congreso es muy malo porque la mayoría de sus miembros son muy malos. El Congreso legisla, ordenándole a los peruanos que hacer y cómo hacerlo. Asigna los recursos que vienen de nuestros impuestos, definen quienes serán las más altas autoridades en muchos casos, fiscaliza y nos representa.
Proponemos mirar más al Congreso ex ante. Esto puede ser bastante más importante en un país. El ejemplo lo tenemos hoy. El gobierno de Boluarte sería otro con un congreso idóneo. Y los partidos son los responsables de poner candidatos adecuados para que la ciudadanía escoja.
Los verdaderos partidos deberían ser los primeros en aceptar esta iniciativa con lo cual, inmediatamente, harán que el resto de partidos que se presenten a las elecciones mejoren a sus candidatos. Esto no requiere modificación legal alguna, que estoy segura no se lograría en este congreso. Se trata de que los ciudadanos obliguemos a que todos los partidos nos pongan candidatos idóneos para poder votar por personas adecuadas y así mejorar al país. El partido que se ofrezca a hacer esto, se diferenciará del resto inmediatamente, pues no tendrá miedo al escrutinio de sus candidatos y obligará a que la calidad de los representantes del resto, mejore. Por el bien del país. Lampadia