Pablo Bustamante Pardo
Expresidente de IPAE
Director de Lampadia
The Economist acaba de producir su ranking de los países más ricos. Este incluye también la posición de los menos ricos y de los más pobres, como el Perú.
El Perú, por supuesto, sigue desperdiciando oportunidades de despegar y convertirse en uno de los mejores países para vivir, no necesariamente el más rico, pero sí suficientemente desarrollado, que sumado a nuestra geografía, nuestra diversidad cultural y natural, y nuestro potencial para albergar emprendedores, podría ubicarnos entre los mejores países del mundo.
El ranking indicado muestra, por ejemplo, el gran desarrollo de Noruega. Un país que ha sabido propiciar, agresivamente, su sector primario, su desarrollo petrolero, aprovechando esa riqueza para tener magníficos servicios públicos y reservas fiscales envidiables, lo que le da sostenibilidad y predictibilidad.
Pues, aunque no quieran creerlo, el Perú podría hacer lo mismo con su riqueza minera, la del cobre, el oro, y también del litio. Pero además tenemos las mejores condiciones para seguir desarrollando la agricultura de exportación, con frutas, hortalizas y madera; la pesca y el turismo. Todas las actividades que traen la riqueza del exterior.
Es increíble que ningún partido político, y que ningún político o dirigente nacional, haya agarrado la bandera de la revolución productiva que puede llevar al Perú a niveles de desarrollo extraordinarios.
Pero nuestra clase dirigente, antes de pensar en crear riqueza, está en la pequeñez de las luchas fratricidas por ínfimas cuotas de poder.
Los que sí han entendido este potencial, son los operadores de las actividades económicas ilegales, la minería y la tala ilegales, entre otras.
¿Vamos a dejar que los operadores corruptos de estas actividades ilegales sigan creciendo y desplazando a los peruanos creativos e íntegros, y tomando el control de la política peruana?
¿Dónde están los herederos de Bolognesi, de Grau, de Quiñonez, y de todos nuestros héroes, que dieron su vida para que llevemos al Perú a la cima de su desarrollo?
¡Vamos!, Dios y la naturaleza nos dieron un gran país. Es hora de reaccionar. ¿Qué más necesitamos para entender nuestro potencial y apartar del quehacer nacional a los enemigos de la riqueza y el bienestar general?
Los países más ricos del mundo en 2023
Nuestro ranking compara las economías de tres formas diferentes
The Economist
15 de diciembre de 2023
Traducido y glosado por Lampadia
Comparar la riqueza de las naciones es más difícil de lo que parece. Los países con mucha población tienden a tener economías más grandes, pero eso no significa que los ingresos individuales sean altos. El ingreso en dólares por persona es la métrica más común para clasificar a los países entre ricos y pobres, pero no toma en cuenta las diferencias internacionales en los precios. Tampoco tiene en cuenta cuántas horas tiene que trabajar la gente para ganar su salario.
Para ofrecer una imagen más completa, The Economist ha creado una lista global rica utilizando los últimos datos disponibles sobre tres medidas:
ingreso en dólares por persona,
ingreso ajustado a los precios locales (conocido como paridad de poder adquisitivo o ppa ) e
ingreso por hora trabajada.
Vea dónde se ubica cada país a continuación.
Los hallazgos muestran cuán voluble puede ser la economía.
Tomemos como ejemplo a Estados Unidos. Su PBI es, con diferencia, el mayor a tipos de cambio de mercado. Pero su ingreso por persona es sólo el séptimo más alto del mundo y el octavo si se ajusta a los precios locales. Si se tienen en cuenta las jornadas laborales largas y las vacaciones limitadas, cae al puesto 11.
China, la segunda economía más grande del mundo en términos nominales, ocupa el puesto 65 en términos de PBI por persona y el 96 en términos de horas trabajadas.
Otros países con culturas laborales espantosas también ven grandes cambios: Corea del Sur ocupa el puesto 31 en nuestra primera medición y el 30 en nuestra segunda, pero el 47 en nuestra tercera.
En gran parte de Europa occidental la tendencia va en la dirección opuesta: lugares como Bélgica, Alemania y Suecia ascienden en la clasificación cuando se tienen en cuenta sus precios más bajos o su envidiable equilibrio entre vida personal y laboral. Los salarios en Luxemburgo son los que más llegan a los precios locales. Y Noruega tiene el ingreso promedio por hora trabajada más alto del mundo. (Consulte los 20 países principales en el cuadro anterior).
Estos cálculos serán imprecisos. Las conversiones de ppa, por ejemplo, tienen dificultades para captar las diferencias en la calidad de los bienes y servicios. Los métodos para calcular las horas trabajadas pueden diferir. Es especialmente difícil estimarlos para los países pobres con grandes sectores informales. Y no se puede confiar en los datos de algunos países. Algunos países (notablemente China) tienen tasas de ahorro muy altas, por lo que incluso su PBI por hora ajustado por ppa no reflejará sus niveles de vida. La clasificación también captura los ingresos promedio de las personas (lo que ganan), no sus activos (lo que ya tienen).
Pero la comparación ofrece una evaluación más completa de los países más ricos del mundo que centrarse en una sola medida: muestra dónde llega más lejos el dinero y dónde muchas horas de trabajo no siempre dan sus frutos. Lampadia