Por: Jorge Del Castillo
La República, 7 de Julio del 2023
“Siempre pensaba en grande. Consiguió la sede de la Copa América y el Mundial de Fútbol Sub-17, construyó o modernizó varios estadios en provincias”.
Conocí al Colorado Woodman de manera accidental. Estaba por San Isidro, cuando vi que un sujeto le había robado la bicicleta a un niño. Lo intervine con apoyo de mi resguardo, recuperamos la bicicleta y condujimos al ladrón a la comisaría. El menor agraviado resultó ser hijo de Arturo Woodman. Desde allí nos hicimos amigos hasta el día de su muerte.
Woodman era gerente general del Grupo Romero y luego director de diversas empresas. Fue presidente de Confiep y recuerdo que hizo una eficiente campaña para lograr interiorizar entre la gente que inversión es igual a trabajo. Antes de esa labor solo el 20% de la población entendía esta ecuación, posteriormente el indicador subió a 70%. También presidió Comex.
Después de su jubilación trabajó más intensamente en beneficio de la sociedad. Presidía el Comité de Amigos de la Policía Nacional y en los últimos tiempos también al Cuerpo Nacional de Bomberos.
Tuvo destacadísima intervención como directivo de la Cepri Chavimochic y recuerdo que soñaba con habilitar y vender más de 26.000 hectáreas que iban a generar cuando menos 150.000 puestos de trabajo, lo que hoy es una realidad. Esa gran irrigación concebida políticamente por Víctor Raúl Haya de la Torre, iniciada en el primer Gobierno aprista y continuada por otros Gobiernos, es la joya de la agroexportación peruana con 1.500 millones de dólares anuales de ingreso para el Perú.
Siempre pensaba en grande. Consiguió la sede de la Copa América y el Mundial de Fútbol Sub-17, construyó o modernizó varios estadios en provincias para que sean escenarios de esos torneos, los cuales se cumplieron oportunamente. En Foncodes realizó una gran labor social.
En nuestro segundo Gobierno fue convocado por el presidente Alan García para presidir el IPD. Trabajamos muy cercanamente. Woodman es autor de la estupenda remodelación del Estadio Nacional. Recuerdo con especial cariño que hizo modernizar el estadio de atletismo que lleva el nombre de mi abuelo Luis Gálvez Chipoco en Barranco, instalando una pista de carrera sintética y mejorándolo. Igualmente, impulsó el Dakar y lo logró, hubo 4 versiones en el país.
Arturo me contó su idea de hacer los Juegos Panamericanos en el Perú y cuando lo propuse siendo PCM me dijeron: “Otra vez Woodman con sus ideas”, pero la argumentación de Arturo fue tan convincente que convirtió al presidente García en el abanderado de la iniciativa. A la primera no se logró, pero años después se hizo con gran éxito para la imagen del Perú.
Nos deja un amigo leal, honesto y sincero. Asistía siempre a alentar al Perú y me cuentan que una vez se subió vigorosamente a sus 80 años a lo más alto de La Bombonera en Buenos Aires para alentar a nuestra selección. Así era la voluntad de ese gran peruano que fue Arturo Woodman Pollit.
¡Descansa en paz, Colorado!