Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 6 de Marzo del 2023
Su frase “De Humala tenemos dudas, pero de Keiko tenemos pruebas” fue muy utilizada en el 2011 y así la izquierda le buscaba frecuentemente la boca.
La caviarada lo ha ocultado por vergüenza ajena y por eso el hecho no ha sido muy comentado en los medios peruanos (salvo Perú 21, Expreso y algún otro), pero es verdaderamente bochornoso que el académico gringo Steven Levitsky y tótem máximo de la caviarada intelectualoide peruana haya firmado una carta intercediendo nada menos que por el delincuente de Toledo.
Hasta el momento no he visto una línea de esto en LR, la web del IDL o hasta en EC. Tampoco coleguitas usualmente locuaces sobre Levitsky como RMP, Renato Cisneros o AAR han dicho ni pío y menos aún sus ahijados, como Alberto Vergara Paniagua, Rodrigo Barrenechea, Daniel Encinas, José Luis Incio u Omar Coronel. Es que Levitsky se volvió una especie de Pablo Macera para la izquierda antifujimorista y, como otrora ese profeta, la zurda acudía a sus sentencias como armas políticas, que provenían de un intelectual prestigioso, supuestamente serio e imparcial.
Su frase “De Humala tenemos dudas, pero de Keiko tenemos pruebas” fue muy utilizada en el 2011 y así la izquierda le buscaba frecuentemente la boca. Levitsky en algún momento quiso jugar a neutral y hasta invitó a Keiko a exponer en Harvard, pero luego le salió el pelo caviar y ya últimamente ni se ruborizaba profesionalmente en disimular sus simpatías con la izquierda peruana.
Así, fue bastante benigno con Pedro Castillo y se entusiasmó con la roja Mirtha Vásquez como premier. Hace poco se puso demagogo con los muertos en las revueltas, pero nada de lo anterior es tan pátetico como que le pida a USA que no extradite a Toledo porque el sistema judicial peruano no da ninguna garantía (Pero con Fujimori sí decía que las daba), porque es indígena (¿?), porque es mayor (claro, Fujimori y PPK son unos adolescentes), porque su juicio va a tardar en comenzar (como sucede con todos), porque no le aseguran un arresto domiciliario (¡Cómo le vas a dar ese privilegio si se fugó!) y porque fue un demócrata que tumbó una dictadura (ese fue Olivera y su video).
Shame on you, Steven Levitsky!