Jaime Spak
Para Lampadia
Cuando los congresistas de Perú Libre insisten en el tema de la Asamblea Constituyente, mencionan a menudo que es el pueblo que lo pide.
Pero en el Perú el famoso pueblo es el peruano invisible que es trabajador, honesto y sobre todo responsable.
No podemos negar que hay también peruanos invisibles que están fuera de la ley o en la orilla cercana al delito.
¿Quiénes son los peruanos invisibles?, pues les voy a dar algunos ejemplos.
Un peruano invisible es:
- El agricultor de todas las regiones del Perú, que se levanta al rayar el sol para cultivar ya sea la tierra en una parcela propia o como trabajadores en grandes extensiones de tierra, de propiedad de gente que ha invertido para convertir la agricultura en una fuente importante de divisas para el país.
- El pescador que se levanta a las 4 am y zarpa con su gente para poder pescar y que sirva su trabajo para alimentar las mesas de millones de peruanos.
Invisibles también son los que madrugan en los terminales pesqueros para entregar y recibir estos productos.
- El obrero industrial, de construcción civil o de otro rubro que día a día ayuda a que nuestras industrias y edificaciones crezcan todos los días.
- El trabajador de las minas, así como los ingenieros, gente de apoyo, que a miles de metros de altura generan con su esfuerzo que un país netamente minero tenga recursos que deben de usarse en bien de la comunidad.
- El profesor y los auxiliares que educan a la juventud en conocimientos y valores.
- La trabajadora del hogar que ayuda a que las labores domésticas sean más manejables para los que pueden afrontar pagar sueldos, dar cobijo y alimentación.
- El joven profesional que diariamente trabaja en diferentes rubros para llevar sustento a su casa.
- El policía que debe de cuidarnos y que, a pesar de ser mal pagado, muchas veces ofrenda su vida por la tranquilidad de la población.
- Los profesionales que trabajan en diferentes rubros de la actividad económica.
- Los inversionistas que arriesgan su capital para generar riqueza y fuentes de trabajo.
Pero también son peruanos invisibles:
- Los mineros informales, los que se dedican a sembrar coca, los que depredan nuestros bosques, los jóvenes sin trabajo que delinquen, la juventud que anda pensando en el reguetón, los tatuajes, las drogas, el dinero fácil.
Los desempleados que día a día deambulan por el país buscando trabajo.
Las madres solteras que deben de ser padre y madre para sus hijos y además trabajar en lo que pueden.
¿Que desean estos peruanos invisibles?
¿Ustedes creen que su mayor deseo es una asamblea constituyente?
Pues NO
La inmensa mayoría desea que existan puestos de trabajo para poder desarrollarse, progresar y que sus descendientes puedan recibir una educación de calidad para que puedan tener un mejor futuro que el que tienen ellos.
Ellos desean vivir en un país en paz que les permita un crecimiento importante en su nivel de vida.
Lamentablemente el peruano invisible se encuentra con tremendas trabas.
La educación es pésima, el sistema de salud no funciona, la autoridad es corrupta, las vías de comunicación de sus pueblos están en pésimo estado, los precios de los productos de primera necesidad se incrementan y tienen que organizar ollas comunes para subsistir.
Mientras tanto nuestras autoridades políticas nunca se ponen de acuerdo, en algunos casos tienen ideas retrogradas y en otros casos ideas extremistas que impiden una mejora en la calidad de vida de la población.
Un peruano invisible también es Pepe El Vivo, aquel que no quiere ingresar a la formalidad, y ¿por qué?
Pues porque el Estado no le da nada a cambio de los impuestos que debería de pagar.
El Perú al cual pertenecen estos seres invisibles, tiene todos los recursos para lograr cambiar esta situación.
¿No saben acaso que para progresar se requiere trabajo y más trabajo?
Cuantos peruanos invisibles radican fuera del país.
Millones.
¿Y por qué?
Porque en el Perú sienten que no tienen posibilidad de progreso.
Por eso el minero, agricultor, obrero, trabajador intelectual lo único que desea es que sus hijos emigren y para ellos se rompen el lomo trabajando.
No hay derecho que los peruanos invisibles solo logren visibilidad cada cinco años, cuando la gran mayoría de políticos se acercan a pedirles su voto para luego regresar a ser invisibles.
Los peruanos merecemos ser visibles y que los políticos sean los invisibles, que se dediquen a gobernar de manera honesta y sin tantos figuretismos.
Pero al no ponerse de acuerdo en nuevas elecciones los congresistas y al no querer renunciar la presidenta, nos vuelven a poner en un campo minado a los invisibles.
La presidenta Boluarte no le va a quedar más opción que renunciar. Para que se convoquen de una vez a nuevas elecciones.
No vemos otra salida.
Es hora que los visibles congresistas y presidenta se vuelvan invisibles de una vez. Lampadia