Por: Jorge Yzusqui
Perú21, 13 de Enero del 2023
“Lo que suele pasar muchas veces es que aquellos estudiantes que no logran conseguir una vacante salen del sistema educativo. Es decir, abandonan sus estudios”.
En las últimas semanas, se repite a diario la misma escena: cientos de padres y madres de familia hacen largas colas para tratar de conseguir una vacante en los colegios públicos para este nuevo año escolar. No todos logran el objetivo porque la disponibilidad de vacantes es limitada.
Surgen entonces las siguientes interrogantes: ¿qué hacen las familias que no logran conseguir una vacante?, ¿qué alternativas tienen? Lamentablemente, muy pocas. Lo que suele pasar muchas veces es que aquellos estudiantes que no logran conseguir una vacante salen del sistema educativo. Es decir, abandonan sus estudios.
Una reciente investigación de Elizabeth Salazar indica que existen casi 400,000 estudiantes sin aula en Lima Metropolitana, estudiantes que posiblemente terminen dejando la escuela. Como país no nos podemos permitir dejar fuera del sistema educativo a esa cantidad de alumnos y frustrar el futuro de miles de peruanos.
En 2019, ante esta problemática, se implementó el proyecto Lima Aprende, que se enfocó en ampliar la ocupabilidad de las escuelas públicas ya existentes en Lima Metropolitana: se habilitaron aulas, contrataron maestros adicionales, para, en el corto plazo, ampliar la disponibilidad de vacantes existentes en las escuelas. Lamentablemente, este programa se quedó sin financiamiento y, con ello, se deja a su suerte a miles de estudiantes.
Es urgente implementar un programa que asegure un lugar para cada alumno. Si en algo debemos estar pensando todos, es en reducir los altos índices de deserción escolar y en la posible frustración que podemos causar no solo a los alumnos, sino también a sus familias.