Leopoldo Monzón Ugarriza
CEO Proesmin SAC
Para Lampadia
La última semana hemos estado expectantes de la feria minera que cada dos años organiza el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP). Esta feria es la más importante de este lado del continente que ha congregado un número importante de empresas mineras, empresas tecnológicas, proveedores, representantes de los gobiernos central, regional y local; instituciones público y privadas, empresas comerciales e industriales ligadas a ellas, así como algunos representantes de comunidades aledañas a las zonas de explotación de los recursos mineros. En el programa de charlas hemos escuchado en varias alocuciones de la situación actual de la minería mundial y del Perú al igual que las consecuencias de ellas, pero poco de propuestas concretas que involucren medidas ante lo que estamos viviendo.
Realizaré un pequeño resumen de lo expresado y un enfoque de solución propuesto, comenzando por el día a día:
- La minería en todas sus escalas se ahoga en un mar de autorizaciones de todo tipo: para explorar, para estudiar, para construir y para operar.
- No existe programa de incentivos para explorar y construir proyectos mineros.
- Desconfianza de los pobladores a las actividades de la minera y viceversa. Nadie le cree a nadie.
- Medio ambiente degradado mayoritariamente por la acción del hombre antes de la explotación y durante ella.
- Mal gasto del canon, incapacidad de generación de proyectos de inversión y muchísima corrupción.
- Ingreso a la economía local de gran cantidad de dinero que termina concentrada en pocos.
- Mito que la minería destruye y manipulación política constante. Buena parte de los manipuladores tienen contratos con las mineras.
- Acuerdos firmados con el gobierno y las comunidades que no se cumplen, se espera a un bloqueo para recién sentarse a conversar.
- Gran cantidad de minería informal; el proceso de formalización ya fracasó. Exportación ilegal de metales.
Como consecuencia de esto
- Muy poca exploración. Estamos en los niveles mínimos de los últimos 20 años a pesar de precios interesantes. Acabado Quellaveco, no hay otros megaproyectos en construcción.
- Servicios básicos (agua, luz, riego, vías, salud, educación, conectividad, etc.) deficientes en las comunidades aledañas a la actividad minera.
- Las comunidades del sur donde están los principales proyectos y minas como principal método de propuesta es continuar con radicalidad. Ayer Castillo, hoy, Antauro. No importa el nombre, sino que tan radical es.
- Paralizaciones continuas para reivindicar reclamos; muchos de ellos que se repiten desde 10 años atrás.
- Se ha perdido la Fe en la Palabra, todos piensan que todos mienten. Por ello, el comportamiento del presidente a la mayoría de las comunidades no les afecta, sienten esto como normal.
- No existe una visión conjunta del desarrollo, el gobierno prácticamente hace muy poco.
- Se trata de regresar las negociaciones a cero, porque sienten que no se les ha pagado el justiprecio adecuado por sus tierras.
Con lo expresado, y si continua de esta manera, habremos destruido nuestro recurso natural más preciado, por ello, es importante tomar acción en lo siguiente:
- Permisos automáticos con una declaración jurada y una fianza que cubre cualquier contingencia en las etapas de exploración, construcción y producción según sea el caso de los permisos solicitado. Esto no eximirá de realizar la ingeniería necesaria, sólo permitirá no detener los avances del proyecto a causa de los permisos.
- Generar un fideicomiso para ingeniería, las obras de infraestructura prioritarias, generación de empleo, temas ambientales y sociales. Comenzando en zonas de gran minería con dinero del canon minero que permitan desarrollar los proyectos bajo la modalidad de concurso oferta, es decir, se entrega la ingeniería y la obra en el mismo instante a empresas de prestigio que garanticen acabar las obras. La administración del fideicomiso estará compuesta por las empresas de la zona, un representante del gobierno, un representante de la entidad prestadora del servicio y uno de las comunidades.
- Adelanto del canon efectivo, debido a que todo proyecto de envergadura tiene un flujo de caja preestablecido a precios promedio, se determinará el valor presente del proyecto y a ello, se le asignará un porcentaje de este, que no será mayor del 20% como adelanto del canon, se estima a nivel nacional más de US$10,000MM, lo que contribuirá en la economía nacional en más de 5 puntos del PBI minero.
- Apoyo a la minería artesanal no ilegal mediante la promoción de construcción de plantas de beneficio para la minería aurífera y polimetálica; lo que permitirá que gran cantidad de divisas permanezcan en el territorio nacional. Estas plantas tendrán los estándares adecuados en la disposición de los relaves y el manejo de los efluentes.
- Flexibilización del mecanismo de obra por impuestos, para que empresas de la pequeña minería también puedan participar, además de establecer un mercado de CPRL´s a justiprecio.
- Promoción a la innovación y establecer como parte de las regalías un % para financiar la innovación en la minería, bajo los estándares mundiales actuales: energías renovables, cero residuos, carbono neutralidad, economía circular, etc.
- Valorización de los terrenos superficiales en función a la productividad que tendrá la tierra, mediante el valor presente del proyecto y donde las comunidades obtengan parte de las utilidades.
Con lo expuesto gran parte de la problemática actual cambiará, pero es un tema decisión de las partes, algunas empresas y comunidades están dispuestas. Ahora, falta un verdadero estado promotor si de verdad defiende los intereses del pueblo. Lampadia